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Cuando llegó a nuestro centro la invitación de la ONCE para participar en el Concurso del Grupo Social ONCE, ni siquiera intuíamos la gran oportunidad que teníamos entre las manos. El alumnado de Integración Social de CESUR-PTA acogió la idea de participar con mucha ilusión y, con total autonomía e iniciativa, enseguida se pusieron manos a la obra, implicando a sus compañeros de Realización de Espectáculos Audiovisuales.
La elaboración del guión y de la pieza audiovisual fue una experiencia genial, pero lo que no sabíamos era lo increíble que sería todo lo demás... Como ganadores absolutos de la categoría D, el alumnado ha podido disfrutar de una experiencia única, la de participar en el Campus 'Reinventemos la Escuela'. Desde el primer día, pudimos percibir el mimo y cuidado de los detalles con los que se había elaborado el programa de actividades: una ruta teatralizada por Madrid, visitas culturales, tarde en el parque de atracciones, disfrute de un divertidísimo musical… ¡e incluso asistimos a un partido del Mundial de Futbol para ciegos! Una combinación perfecta de ocio, cultura e inclusión, que casaba perfectamente con la finalidad última del concurso. Además, no podemos dejar de nombrar la asistencia profesional y humana de unos monitores excelentes.
Sin duda, volveremos a participar ya que la oportunidad que brinda el Concurso ONCE al alumnado es imperdible, como lo es la de seguir concienciando a todas las personas sobre la importancia de conseguir una sociedad más justa e inclusiva.
Así vivieron el 34 Concurso “Reinventemos juntos una escuela para tod@s” los ganadores de la categoría D.
En el Grupo Social ONCE llevamos mucho tiempo trabajando por la inclusión educativa de todos, consiguiendo, a día de hoy, que un 98% de los alumnos con discapacidad reciba una educación normalizada. Y porque es necesario ofrecer una escuela más abierta, diversa y diferente en una sociedad en constante evolución, propusimos este tema a los propios protagonistas. Y la respuesta fue impactante, con la participación de 140.268 escolares y 3.159 docentes de 2.301 centros educativos de toda España; recibimos miles de ingeniosas propuestas para volver con ilusión a clase cada mañana, el lugar donde los niños y las niñas pueden aprender a construir juntos una sociedad más justa e inclusiva.
Los ganadores nacionales del Concurso, procedentes de Ceuta, Las Palmas, Málaga y Madrid, pudieron disfrutar, del 15 al 18 de junio, del Campus ‘Reinventa la escuela’ en el Albergue Juvenil Los Batanes (Rascafría-Madrid), situado en la cabecera del valle del Lozoya y dentro del Parque Nacional de la Sierra del Guadarrama. También asistieron a un partido del Campeonato del Mundo de Fútbol para Ciegos que se celebraba en Madrid, y pasaron una divertida jornada en el Parque de Atracciones. Despidieron este intenso programa de actividades con una visita, junto a un grupo de invitados de un colegio de Hungría, al Centro Centro Cibeles, en el que se encuentra expuesta la VII Bienal de Arte Contemporáneo de la Fundación ONCE, el Círculo de Bellas Artes y el Museo del Prado.
Despedimos con cariño esta edición, agradeciendo la respuesta de miles de escolares y profesores a la llamada de nuestro ya veterano Concurso. Un año más, nos siguen sorprendiendo la calidad y creatividad de los trabajos, una valiosísima aportación para seguir evolucionando, juntos, por una sociedad inclusiva.
Ganador Categoría D del Concurso Escolar (FP cesur-pta Campanillas)
Hacer un balance de la actividad de una organización a lo largo del tiempo nos lleva, habitualmente y casi de forma automática, a exponer números y más números con los resultados conseguidos. Por eso, en el balance de 20 años de la Fundación ONCE para América Latina también hay números, cifras que satisface exponer:
- 10.000 niñas y niños ciegos atendidos anualmente en 19 países, formando a sus profesores para que sepan cubrir sus necesidades; insistiendo a sus familias para que les acompañen en su educación y en la superación de las barreras; o dotando material básico de lectoescritura braille y de contenidos adaptados con los que seguir sus estudios
- Más de 80.000 personas con discapacidad visual en edad de trabajar atendidas en los últimos 10 años de existencia del Programa de inclusión laboral ÁGORA: 53.000 formados; 5.000 inserciones laborales; y 6.000 incorporaciones al mercado de trabajo como emprendedores.
Estas son cifras que aparecen en los papeles y en todas las auditorias posibles pero que, para nosotros, lo más importante, guardan tras ellas igual número de vidas, de personas que, al menos, han tenido una oportunidad. Muchas de ellas han encontrado en FOAL, a través de nuestros aliados en cada lugar, una mano amiga que confiaba en sus capacidades, que creía firmemente en que podían lograr lo que se propusieran, aunque a menudo esa mano haya tenido que mostrar gran firmeza para impulsarlas a recorrer el duro camino de la inclusión en una sociedad excluyente y sujetarlas en los tropiezos.
En este 2018 celebramos 20 años de vida de esta fundación y de un trabajo que ha ido creciendo y ha hecho crecer a miles de personas: algunas se han ido haciendo adultas con nosotros, eran niñas, niños o adolescentes cuando FOAL apareció en sus vidas, y han podido recibir una educación que mejorase sus posibilidades de convertirse en adultos productivos e independientes. Hoy, algunos de ellos son incluso líderes en sus comunidades, en sus países o en el movimiento asociativo de la discapacidad.
20 años atrás, la ONCE, institución que en sus 80 años de trayectoria ha ido dando vida a otras entidades con las que compartir y extender un modo diferente de ver y de vivir la discapacidad, de atender sus necesidades y de defender sus derechos, decide sostener una fundación que impulse esa evolución también en aquellos países que sentimos más cercanos, a pesar de la distancia, a través de la cooperación.
Porque detrás de los logros de FOAL está todo un modelo de acción encarnado en el Grupo Social ONCE, un sistema solidario que aporta los recursos con los que trabajar, el conocimiento y la experiencia en lograr que quienes tienen una discapacidad desarrollen sus capacidades y formen parte activa y visible de la sociedad. Y, como siempre, dedicados a las personas:
- a quienes impulsaron la creación de esta Fundación,
- a quienes han ido ideando proyectos y programas que hicieran de sus fines verdaderos logros,
- a quienes han apoyado y apoyan estos ideales de tantas maneras en sus organismos y entidades (técnica, financiera o en el ámbito político) porque creen en nosotros y en nuestra causa,
- a quienes han llevado a término el trabajo peleando el respeto de derechos fundamentales en entornos en los que se encuentran solas, ante la pasividad que la ignorancia y la invisibilidad de la discapacidad provocan
- y, sobre todo, a los niños, las niñas, hombres y mujeres ciegos o con baja visión que en América Latina desean prepararse para formar parte activa de la sociedad en la que viven y con la que conviven.
FOAL ha tendido lazos para apoyar la garantía de los derechos de las personas con discapacidad visual en Latinoamérica. Ha unido a instituciones dispuestas a enrolarse en este reto, convenciendo a otras para que se sumaran, dando visibilidad a quienes demasiado a menudo se han quedado fuera de los programas de desarrollo. Ha involucrado y apoyado a Organismos Públicos nacionales e Iberoamericanos para comenzar su andadura en la atención de las necesidades de las personas con discapacidad visual; ha creado y fortalecido servicios especializados necesarios para la rehabilitación y la habilitación profesional de las personas ciegas; y ha empoderado al movimiento asociativo de la discapacidad visual apoyándolo en su avance hacia la conquista de espacios de representatividad que le son propios, para el logro de tantos desafíos pendientes.
Ha unido a España y Latinoamérica por una causa justa y grandiosa, y a los países latinoamericanos entre sí, porque en el ADN de FOAL están los valores inculcados por quien le dio la luz y el conocimiento: la ONCE. Por ello, los términos “ilusión”, “esfuerzo”, “cooperación”, “unión” y “capacidad de la discapacidad” están en su naturaleza y seguirán muchos años más. Es nuestro compromiso
María Jesús Varela
Directora General de FOAL
ONCE - FOAL cumple 20 años
Seguro que nuestros padres serían incapaces de imaginar hace cuarenta o cincuenta años cómo cambiaría nuestro mundo. Y qué decir de nuestros abuelos, para quienes recibir una llamada de allende los mares suponía un hito casi mágico, que se convertía en tema de conversación durante tardes de sobremesa con vecinos y amigos. Pero incluso para quienes contamos con unos cuantos años menos, Internet nos llega a abrumar en ocasiones. Esta red de redes y todo lo que lleva aparejado ha cambiado nuestra vida, cómo nos relacionamos, cómo contratamos servicios, cómo disfrutamos del ocio, cómo estudiamos e incluso cómo trabajamos. La información fluye por cientos y cientos de kilómetros de fibra óptica a la velocidad de la luz codificada en cadenas interminables de ceros y unos. Parece magia pero no lo es. Es tecnología aplicada al servicio de los ciudadanos.
Hablando con varios jóvenes hace un par de semanas me comentaban que ellos tomaban sus apuntes en tabletas y portátiles, los subían a la nube y los compartían con amigos; así podían comprobar si se habían olvidado de algo y compartir ejercicios, tareas y comentarios. Incluso, parece que estas redes han provocado cambios de gobierno o incluso la caída de regímenes, como es el caso de la Primavera Árabe que todos recordamos.
Las personas con discapacidad no somos ni debemos ser ajenas a estos cambios sociales: para nosotros Internet ha supuesto un cambio muy importante y beneficioso de cómo accedemos a servicios, a la movilidad, al ocio o a la cultura... y qué decir del empleo y la educación. Un niño ciego puede contactar por e-mail con sus profesores y compañeros, puede descargarse de la red un documento en formato Word o pdf para consultarlo, buscar información en su ordenador que habla, etc. Como vemos, tiene a su alcance nuevas herramientas que facilitan su acceso a la educación y, por tanto, a la inclusión social. De igual forma, aquellas personas con discapacidad que trabajan pueden hacerlo utilizando herramientas que les permiten enviar correos electrónicos, consultar bases de datos, acceder a Internet para buscar información o manejar word y excel.
¿Y qué decir de la movilidad?. Ahora podemos conocer cuándo llega nuestro autobús a la parada, podemos planificar un viaje y comprar los billetes desde un ordenador o un teléfono inteligente, e incluso anticiparnos a posibles riesgos para nuestra integridad, como puede ser la presencia de obras en una calle o acera. Lo mismo ocurre con la cultura y el ocio pues accedemos a vídeos y música de nuestra elección, a la propia Biblioteca Digital de la ONCE, o compartimos listas de reproducción desde nuestro domicilio, nuestros lugares de ocio o desde una playa estando de vacaciones.
La revolución de Internet se ha visto acrecentada por la aparición de las tabletas y los teléfonos inteligentes que nos permiten hacer todo esto y, además, hacerlo en cualquier lugar.. Esto es, hemos ganado en movilidad. Podemos ir en nuestro tren escuchando un libro digital y relajarnos pues el móvil nos avisará cuándo bajar. Podemos pagar una compra con nuestro terminal sin preocuparnos de los billetes o las monedas, evitando así desagradables confusiones.
En definitiva, somos más autónomos, nos desplazamos más seguros, y mejoramos nuestra relación con el entorno y con las personas. La aparición de los asistentes virtuales como Siri también se han convertido en una fantástica herramienta para saber qué hora es, qué tiempo hace o para gestionar nuestra agenda, y en nuestro monje copista para mandar mensajes de todo tipo solo con dictarlos.
Pero, como toda moneda, al otro lado de la cara está la cruz. En este caso, además de los peligros que acechan en la red a las personas sin discapacidad (el debate de la privacidad, el robo de datos personales o bancarios; es decir, la ciberdelincuencia, la suplantación de identidades en redes sociales, etc.), tenemos otro problema que, si no corregimos, se convierte en un factor de exclusión, y que es la falta de accesibilidad y usabilidad en las webs y apps. Sin profundizar técnicamente en este tema digamos que, si una herramienta es accesible y usable, podrá ser utilizada por cualquier persona. En caso contrario, ésta no podrá utilizarla y, por tanto, acceder a la información o servicios que proporcione.
Esto es realmente importante porque ya se habla de la exclusión tecnológica y se puede convertir en una nueva barrera de exclusión para aquellos colectivos con mayores dificultades, como pueden ser las personas con discapacidad visual. Evitemos que no se cumpla el ideal de internet, que era que cualquier persona del mundo pudiera utilizarla.
Hagamos de la Red un sitio seguro y accesible para todos.
Guillermo Hermida
Director del Centro de Investigación en Tecnologías
CIDAT ONCE
Arena entre mis dedos; compartir un té fuerte, amargo como la vida y dulce como el amor; manitas pegajosas tocándome el pelo y la cara; atardeceres entre nubes de polvo; cruzar la calle jugándote la vida; noches a la luz de las velas y mañanas sin agua corriente; un taxi con desconocidos; tenderetes de fruta y cachivaches a cualquier hora del día; camellos y cabras entre transeúntes, sonrisas y corazones abiertos. Esto es Niamey, la capital de Níger.
Mi llegada a este país el 8 de enero del 2018 fue un momento que había imaginado muchas veces desde que decidí, hace dos años y medio, embarcarme en esta aventura: mejorar la calidad de vida personal y profesional de un grupo de fisioterapeutas discapacitados visuales nigerinos a través de la formación específica y de la puesta en marcha de la primera sala de fisioterapia gestionada por personas discapacitadas visuales de toda África. Y la realidad superó a la imaginación.
Dentro de los 40 países que he visatado hay algunos africanos, pero la oportunidad de ser fisioterapeuta formadora en el Proyecto “Kambara Bani” ha dado un nuevo enfoque a mi profesión y a mi forma de viajar para conocer el mundo. Debido a mi discapacidad visual y a que realicé mis estudios en la Escuela de Fisioterapia de la ONCE, la metodología que empleé a la hora de enseñar a mis compañeros se adaptó mejor a sus necesidades. Issaka, Moctar, Issoufou y Nasser fueron mis alumnos durante dos meses.
El lugar donde llevamos a cabo la formación era la enfermería del colegio de la Unión Nacional de Ciegos de Níger. Las clases tenían como fondo las voces de los niños y niñas ciegos y deficientes visuales recitando la lección, cantando o gritando en el patio. Era un ambiente muy especial, desconocido pero familiar a la vez por todas las historias que mis padres me han contado de sus años como alumnos del Colegio de la ONCE de Sevilla y que pude ver reproducidas por estos pequeños.
Todas las tardes al llegar al centro me recibían con abrazos y al terminar el trabajo me quedaba con ellos jugando. Esta situación tan distendida hizo que la relación con mis compañeros fisioterapeutas no quedase solo en el mero hecho de compartir conocimientos técnicos, también en intercambiar vivencias personales y culturales. Tuve la oportunidad de conocer a la familia y la casa de algunos de ellos, donde disfruté de momentos únicos y me empapé de su realidad.
El día a día estaba repleto de situaciones de las que disfrutaba y sacaba el mayor provecho posible, como ir caminando o compartir un taxi para llegar a cualquier rincón de la ciudad, charlar con los comerciantes del barrio, aprender a tocar percusión con uno de los mejores músicos nigerinos y una de las más enriquecedoras: trabajar como voluntaria en el Hospital Nacional de Niamey y poder conocer de primera mano en qué situación se encuentra la sanidad y la fisioterapia en el país. A pesar del escaso material, los pacientes reciben sus sesiones de la mano de profesionales que merecen una mejor situación laboral ya que la mayoría de los fisioterapeutas que allí trabajan lo hacen de forma voluntaria no remunerada.
Dos de los componentes del proyecto forman parte de la plantilla y durante las mañanas que pasé en el hospital comprobé que los pacientes no hacen distinción entre si el profesional que les trata es discapacitado o no. Pero no todos los nigerinos y nigerinas conocen la fisioterapia y tampoco saben que personas ciegas o deficientes visuales pueden dedicarse a algo que no sea la mendicidad. Concienciar al país de que ésto es posible y hacerles partícipes del proyecto es todo un reto. Poco a poco la población y numerosas instituciones públicas y privadas se van implicando y sumando a la iniciativa.
Parte del camino que ya hemos recorrido nos ha enseñado que con pocos recursos podemos hacer despegar un gran proyecto. Gracias a familiares, amigos, conocidos, personas anónimas que han apoyado Kambara Bani desde el principio poniendo a su disposición su tiempo, habilidades, capacidades, difundiendo información en redes sociales, haciendo donaciones económicas y de material sanitario han hecho posible lo que hasta día de hoy se ha conseguido. Queda mucho trabajo por delante: buscar financiación para remodelar el local que albergará la futura sala de fisioterapia entre otros objetivos.
Te animo a que formes parte de esta experiencia. A través de la página de Facebook “Proyecto de discapacidad visual y fisioterapia” conocerás la historia del proyecto y todo el proceso documentado con material audiovisual. Además, podrás ponerte en contacto con nosotros si lo deseas.
¡Muchas gracias!
Yaiza López
Fisioterapeuta
Proyecto Kambara Bani: kinesiterapia hecha por personas con discapacidad visual en Níger
Un equipo multidisciplinar de investigadores del Reino Unido y España han analizado el contenido de los mensajes de publicidad de apuestas deportivas en ambos países y han examinado el efecto que estos mensajes tienen en aquellos jugadores que han desarrollado patologías del juego.
Este estudio, realizado por Ana Estévez, de la Universidad de Deusto de Bilbao, Hibai López-González, de la Universidad de Nottingham Trent, en el Reino Unido, y Susana Jiménez-Murcia, de la Unidad de Juego Patológico del Hospital Universitario de Bellvitge, en Barcelona, apunta e identifica las asociaciones que los anuncios de apuestas deportivas tratan de provocar en la mente de los apostantes.
Entre otras acciones del estudio, se llevaron a cabo 41 entrevistas a apostantes deportivos de Galicia, País Vasco, Cataluña, Navarra y Madrid, actualmente en tratamiento por adicción al juego. Estas personas identificaron a las promociones de cuotas en directo y a los bonos “gratuitos” de bienvenida al juego como dos de las tácticas publicitarias más dañinas para el desarrollo de su enfermedad.
El análisis de los anuncios apoyó esta percepción de los apostantes ya que, en estos “spots”, las cuotas que se publicitaban prometían multiplicar, de media, por más de siete cada euro apostado.
Algunos resultados del informe, publicado recientemente en la revista Addiction Research & Theory, inciden en la asociación de las apuestas con una actividad estrictamente masculina, que se enmarca dentro de un contexto festivo de deporte y amigos, pero que se acaba ejecutando individualmente (principalmente a través del móvil de cada uno, en un 92.4% de los anuncios).
Y también alerta de que el hecho de apostar está en muchos casos representado en los anuncios junto a otras conductas de riesgo para la salud, como la ingesta de comida basura o alcohol (alrededor del 40% de los anuncios mostró también al menos uno de estos dos últimos comportamientos).
Asimismo, el uso de las nuevas tecnologías, y el móvil en concreto, es presentado en muchos anuncios como una forma segura y sin riesgo de ganar dinero, en donde la facilidad para utilizar una app o plataforma móvil se confunde con la facilidad para adivinar un resultado deportivo.
Las apuestas deportivas es uno de los sectores del juego que acumula mayor crecimiento en los últimos años; y del mismo modo, también es uno de los sectores cuyas técnicas de publicidad y marketing crean más alarma social, principalmente debido a la vinculación emocional de buena parte de la población del país con el deporte.
El estudio ha sido financiado por la ONCE, que premió en 2016 la puesta en marcha de esta investigación en su III Certamen de investigación sobre juego responsable, y ha contado con la colaboración de la Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados (FEJAR).
Mostrando el intervalo 146 - 150 de 232 resultados.
Contenido - Acerca de la ONCE
Acerca de la ONCE
El compromiso de la ONCE es hacer realidad las ilusiones de miles de personas con discapacidad y de sus familias. Y todo ello (educación, empleo, accesibilidad, nuevas tecnologías, ocio, deporte...) lo logramos gracias a la solidaridad de la sociedad española que, día a día, año tras año, confía en nosotros, acercándose a los vendedores de la Organización y al resto de establecimientos autorizados para la venta de nuestros productos, conocedores de nuestra labor, sabiendo que, si nos necesita, en la ONCE y su Fundación, estaremos a su lado.
Y todo ello lo hacemos con la garantía de ser la única marca en España con el sello de Juego Responsable, con las certificaciones nacionales e internacionales más severas, y que sólo la ONCE ha alcanzado en el ámbito del juego, un aval más de la integridad de nuestra gestión.
Para más información: www.once.es