Cada año, más de 3.000 personas pierden la vista en España y reciben de la ONCE la formación y rehabilitación suficientes para recuperar su autonomía y hábitos de vida. El servicio de rehabilitación de la ONCE tiene precisamente ese objetivo: dotar a las personas ciegas o con discapacidad visual grave de todo tipo de técnicas, estrategias y recursos que les permitan realizar las actividades cotidianas, participando de forma activa de cualquier entorno (educativo, laboral, cultural, de ocio...) para conseguir su inclusión social.
Se cumplen 30 años de este servicio y algunos técnicos de rehabilitación, que acumulan también estos 30 años de gran trabajo, nos resumen su experiencia. ¡Gracias María Jesús, Juan José, Nieves y Susana por vuestra gran labor!
“Inicié mi trabajo como Técnico en Rehabilitación a principios del año 1985. Son 30 años en los que, desde el primer momento, he dedicado mi vida a algo esencialmente bueno: la ayuda profesional a quien lo necesita porque parte de una situación difícil y de desventaja.
He dedicado muchas horas al estudio; he aprendido de las personas con las que he trabajado; he procurado mejorar como persona y como profesional ofreciendo comprensión, proximidad y conocimiento a quien ha necesitado mi ayuda y, hoy, en verano de 2015 y tras casi 30 años aquí en la ONCE, puedo decir que sigo considerándome afortunado y agradecido a la vida por haber puesto en mi camino un trabajo tan reconfortante, tan humano y tan comprometido con el bienestar de las personas, como el que tengo.
Espero jubilarme más allá de los 65, cada día disfruto más de esto, con todos los jaleos, embrollos y follones que, a veces, el mundo laboral depara. Sé que alguno pensará que no tengo otras cosas más que esto, no es cierto, son muchas las que llenan mi vida, pero mi trabajo, por fortuna, también lo hace. Todos los días me levanto tan contento (incluso los lunes).”
“¡Qué se puede contar después de 30 años de trabajo en la Institución, han sido tantas experiencias, y tantos los cambios en el Servicio de Rehabilitación! La historia ya empieza en la formación en el antiguo Centro de CastelArnau donde tuve mi primer contacto con los compañeros que me han acompañado en el transcurso de estos 30 años, con sus buenos momentos y algún que otro chascarrillo con el antifaz, mi primera ‘experiencia’ con el mundo de la ceguera, del cual todo desconocía.
Mis primeros alumnos, a los que recuerdo con mucho cariño y con los que aprendí sus necesidades. Más tarde, como Centro Autonómo, compartimos con ellos y sus familias el paso a la autonomía y con los que aún conservo ya una amistad: 30 años que me han aportado trabajo, amigos y un crecimiento personal que me han hecho ser lo que soy en este momento”
“¡Qué hermosos son los nacimientos, ya sean de personas, de ideas o de proyectos! Todo está limpio, por hacer, y la ilusión impregna cada paso y cada acción. Hace 30 años nació el Servicio de Rehabilitación y los que tuvimos la suerte de estar allí éramos jóvenes y entusiastas. Comenzamos no sólo con el convencimiento de estar poniendo en marcha algo que merecía realmente la pena, sino también con alegría, y lo vimos crecer y madurar, uniendo nuestras vidas a la suya.
Con el paso del tiempo, hemos tenido muchos alumnos, hemos hecho muchos amigos, hemos sentido que el cariño puesto en nuestra tarea ha sido devuelto con creces y que nuestro esfuerzo tiene un sentido y el mejor de los objetivos: devolver el control de sus vidas a quienes lo han perdido por culpa de la falta de visión. ¡Qué suerte formar parte de esto!”
“30 años no es nada si volvemos la vista atrás y nos encontramos jóvenes, lozanos, llenos de alegría, con fuerza para asistir a un curso de Rehabilitación Visual que impartían profesores suecos, noruegos... en un caluroso mes de septiembre madrileño y allí perdidos en un local cerca de la castiza Glorieta de Cuatro Caminos. Todos éramos profesores de niños de la ONCE, niños que algunos ya iniciaban lo que se llamaba “Educación Integrada” y muchos, la mayoría, tenían resto visual. Pensábamos que esos “señores suecos” nos iban a dar la oportunidad de que los entonces “nuestros niños” (hoy muchos “nuestros jefes”), pudiesen tener una vida más fácil a través de los “cachivaches” de baja visión, que nos enseñaron a utilizar y con las estrategias que aprendimos... pero no, eso no iba a ser lo único que aprenderíamos, nuestra sorpresa fue que eso serviría también para los no tan niños, serviría para TODOS, sin límite de edad. Una suerte y una alegría.
Rehabilitar personas ciegas durante muchos años, estos 30, una suerte que me ha permitido conocer a muchas personas, a sus familias... participar de sus preocupaciones y sus alegrías, de vivir momentos de lágrimas y momentos de abrazos, de sentir que la VIDA la llevamos y hacemos las personas y eso es la REHABILITACIÓN, compartir la VIDA y disfrutar de ella con OTROS.”
Nuestros ‘jóvenes emprendedores’ hacen las maletas para regresar a casa, tras unos días de convivencia y actividades junto a sus compañeros, ganadores absolutos del 31 Concurso ONCE ‘Personas que piensan en personas: otra forma de hacer’. Eva Carretero, profesora de formación profesional básica del Colegio Efa Torrealedua hace balance.
“De vuelta a casa se agolpan en mi mente muchísimos recuerdos y experiencias vividos durante estos intensos días. Me apresuro a escribir unas líneas sobre mis vivencias y sensaciones. Pienso en Sandra, una niña afiliada. Este es su primer año en nuestro colegio; en el viaje de regreso en el autobús una gran sonrisa ilumina su cara. Sé en qué está pensando. De repente, me mira y dice: ‘quiero volver a Madrid’.
Al llegar a casa, me pongo a deshacer la maleta, pesa más que el viernes, el día que partimos al campamento. Al abrirla, encuentro en ella unas pequeñas piezas de lego unidas formando un gran equipo, una maravillosa receta con los ‘once ingredientes del secreto de la felicidad’; un periódico del futuro, donde se describe ‘el mundo que quiero para mis hijos’: una sociedad implicada y unida consiguiendo retos sin barreras ni prejuicios donde priman las personas y los sentimentos...
Creo que el proyecto ha calado en todos los participantes y ganadores del concurso. Nos vamos con la lección aprendida. Ahora, a continuar el trabajo y convertirlo en realidad.
Hemos ganado, hemos crecido como personas y éste, sin duda, es nuestro mejor premio. Gracias por darnos la oportunidad de vivir esta experiencia inolvidable y hacernos sentir que todos podemos conseguir grandes logros.”
En esta edición, los escolares han valorado la importancia y la necesidad de alcanzar una igualdad de oportunidades real entre todas las personas. A lo largo del curso han ido dando forma a su proyecto: pensar, reflexionar, debatir en torno a lo que es una economía social.
Y las propuestas han sido brillantes. Como apuntaba Eva, parece que el proyecto ‘ha calado’. La selección de trabajos ganadores ha sido difícil, muy difícil: 1.287 trabajos rebosantes de ilusión, de esperanza, de principios a seguir para alcanzar esa tan necesaria economía inclusiva. Un modelo de empresa impregnado de valores: trabajo digno; igualdad; solidaridad; bienestar; humanismo; oportunidad; respeto; inclusión y personas, sobre todo personas, esas han sido las palabras más empleadas para definir otra forma de entender las empresas.
En la ONCE y su Fundación nos sentimos felices, muy satisfechos y orgullosos por estos magníficos resultados. Más de ciento veinte mil escolares han demostrado que otra economía es posible. Aprendamos de esta gran lección. Tomemos nota de las magníficas propuestas de nuestros ‘jóvenes emprendedores’, y empecemos por aplicar sus ‘ONCE Principios para una economía inclusiva’.
¿Os apuntáis a ‘otra forma de entender’ vuestra empresa? (Ver vídeo ‘Once principios’).
ONCE principios de una economía inclusiva
“El arte es el placer de un espíritu que penetra en la naturaleza y descubre que también ésta tiene alma” Auguste Rodin
Ataúlfo Casado descubre el Color con 5 o 6 años, cuando se escapa y al trepar por una pared, se asoma y ve un campo inmenso muy verde junto a toda la gama colores propios de la primavera.
De esa experiencia y del aprendizaje de su maestro que le enseña a observar surge en su pintura gran variedad de matices, como él mismo dice: «para que cada uno interprete lo que le parezca». Así surge su estilo, en el que huye del perfeccionismo y la figuración... avanzando hacia la abstracción.
Con apenas 15 años Ataúlfo ya es copista acreditado del Museo Nacional del Prado (Madrid).
Se queda ciego en 1984 y tendrán que pasar 23 años para poder retomar el mundo del lienzo. Y así, empleando el color con sus infinitas combinaciones, la luminosidad que irradia cada uno de sus cuadros y el uso de la pasta que utiliza de forma más aclarada en algunas zonas y más espesas en otras para que se resalte al tacto allí donde quiere hacer hincapié, nos introduce en una obra pictórica suave, amable, donde podemos seguir esa pincelada suelta, que demuestra la maestría de tantos años de profesión.
Ataúlfo acaba de estrenar ‘Todo un mundo interior de color’ en el Museo Tiflológico de la ONCE. En la inauguración, mostró en directo cómo realiza un cuadro de pequeño formato, pero la magnitud de una obra artística no debe medirse por sus dimensiones físicas, sino por su poder para perturbarnos, de emocionarnos. De este modo, comprobamos cómo concibe el tratamiento de la plástica con gran libertad, tal y como ya hacían los pintores fauvistas, a principios del siglo XX. Van Gogh, Matisse, los pintores cubistas y futuristas marcan un corte radical al proponer la utilización arbitraria del color, con toques rápidos y vigorosos, trazos toscos y discontinuos. Ataúlfo es heredero de todos estos maestros, un poco del expresionismo alemán, de la figuración, de la abstracción y de la tradición pictórica española de los años 80 donde, tras los vivos y amables colores de su pintura, asoma las dificultades del ser humano y la soledad.
¡Ven al Museo Tiflológico de la ONCE a conocer su obra, te esperamos!
Del 12 de junio al 12 de septiembre
Esta temporada ha sido mágica para el equipo de Madrid ONCE Moratalaz, después del doblete histórico que hemos conseguido. Tras ganar la liga, siendo el equipo menos goleado y con el jugador máximo goleador en nuestras filas, hemos vuelto a repetir triunfo y premios en el Campeonato de España.
¡Lo conseguimos! Por fin llegó el momento de sentir que el trabajo realizado ha dado su fruto.
La liga nacional que enfrenta a 9 equipos en modalidad de ida/vuelta fue intensa y hasta la última jornada no se decidió el vencedor. Los equipos de Málaga y Madrid anduvimos, desde el inicio, peleando por la primera posición y así llegamos a la jornada final. El equipo de Málaga era primero y necesitaba ganar para ser campeón matemáticamente pero... no pudo ser, cayó derrotado ante el equipo de Alicante que le endosó un 2 - 0, siendo su verdugo José Luis Giera.
Ahora sí quedaba la liga a nuestra merced y no lo desaprovechamos; conseguimos ganar nuestro partido final al equipo de Chamartín y la copa de campeón de liga quedó un año más en la capital.
El campeonato de España ha sido una competición aún más dura, ya que nos enfrentábamos los cuatro mejores equipos nacionales: Madrid, Málaga, Tarragona y Alicante. Primero jugamos una liguilla, bajo las altas temperaturas de la capital; nos clasificamos para la final, que disputamos contra el Málaga. Fue un choque intenso, deportivo, lleno de compañerismo y con oportunidades para ambos conjuntos. Y otra vez remontamos el gol inicial malagueño para ganar 2-1 y obtener el esperado doblete.
Así es nuestro fútbol
En el fútbol sala para ciegos o Fútbol 5 los equipos se componen de 8 jugadores de campo (ciegos totales), 2 porteros (videntes), un delegado de equipo y un entrenador. El reglamento es similar al de fútbol sala de videntes, aunque tiene varias adaptaciones para que sea más seguro y dinámico. Las más importantes son: el balón sonoro, las vallas laterales, el tener que decir la palabra 'VOY' a la hora de disputar el balón con un contrario, y el área más restringida a los porteros.
Te lo pueden contar, pero solo cuando lo veas alucinarás y te darás cuenta de lo que logran hacer personas con una discapacidad como la ceguera a base de tesón, trabajo, esfuerzo e ilusión.
¡Te esperamos en nuestros siguientes partidos!, estás invitad@
Miguel Ángel Becerra
Entrenador Madrid ONCE Moratalaz Fútbol 5