Eva, Fernando, Raúl, Néstor, David... son algunos de los estudiantes de la Escuela Universitaria de Fisioterapia de la ONCE que estos días realizan prácticas en el Hospital Nacional de Paraplégicos de Toledo, uno de los centros de referencia de lesión medular a nivel europeo.
Los alumnos de la Escuela desarrollan esta actividad desde el curso 1985-1986, una iniciativa que supone algo más que unas prácticas universitarias, y se convierte cada año en un beneficio suplementario para los pacientes del hospital, muchos de los cuales tienen una discapacidad severa sobrevenida por un accidente o alguna lesión similar.
Porque, además de recibir una atención específica y profesional, se sienten animados y reconfortados al ver el trabajo y el esfuerzo de un grupo de jóvenes con discapacidad que están cursando sus estudios universitarios con completa normalidad para labrarse un futuro mejor. Supone, en muchos casos, una inyección de fuerza y optimismo muy valorada y agradecida por los pacientes.
Los estudios de fisioterapia representan para muchos jóvenes ciegos o con discapacidad visual severa una valiosa fuente de futuro y empleo, al ocupar puestos de trabajo en centros públicos y privados, con un reconocido prestigio como profesionales de la fisioterapia.
Un pilar fundamental de la escuela es la formación práctica que reciben los alumnos desde el primer curso, intercambiando los roles fisioterapeuta-paciente entre ellos. En el tercer curso practican ya con pacientes en el Hospital Universitario La Paz, el Hospital de Parapléjicos de Toledo, el Colegio Público de Educación Especial Francisco del Pozo y la Residencia Asistida para Mayores de Manoteras, en todo momento tutorizados por profesionales de cada uno de los centros hasta completar las 380 horas de prácticas.
Y en cuarto curso dedican 480 horas de su formación a tratar en la propia clínica de la Escuela a pacientes con procesos traumatológicos, neurológicos, respiratorios, reumatológicos y con otro tipo de algias, completando sus prácticas con pacientes de la Fundación Jiménez Díaz y deportistas del Comité Paralímpico Español.
La escuela, en definitiva, abre el camino a los jóvenes afiliados para ejercer una profesión cada día más consolidada en nuestra sociedad.
Más de 50 años: de un hándicap a la excelencia
Desde su creación en 1964, un total de 447 personas ciegas se han titulado en la Escuela de Fisioterapia de la ONCE, de las que 185 son mujeres y 268 hombres. El índice posterior de ocupación laboral es del 100 por 100. En un principio, los estudiantes ciegos tuvieron que superar lo que algunos profesionales consideraban un hándicap, su ceguera, e incluso trataron de que no pudieran colegiarse para ejercer su profesión, algo que ha quedado superado por la excelencia en su formación y su desarrollo profesional.
En la Escuela de la ONCE, adscrita a la Universidad Autónoma de Madrid, se imparte el Grado Universitario en Fisioterapia, y se realizan cursos de Postgrado, un Máster oficial y dos títulos propios: Fisioterapia Cardiorrespiratoria y Fisioterapia Osteoarticular. El Grado se desarrolla en cuatro años académicos y el requisito para adquirir el título de fisioterapeuta es la obtención de 240 créditos ECTS. Son 34 las asignaturas de los cuatro cursos, como anatomía, fisiología, patología, etc., a las que hay que añadir las específicas de fisioterapia (termoterapia, electroterapia...) Además, se imparte formación complementaria como inglés, informática o metodología de investigación; y se realizan prácticas en la clínica de la Escuela y en centros públicos y privados, a las que se añaden jornadas y seminarios con la participación de los mejores especialistas nacionales e internacionales.
En esta misma línea de impulso al empleo, la ONCE creó en 1997 las clínicas Revitass, ahora ILUNION Fisioterapia y Salud, un referente en la inclusión de personas con discapacidad visual en este sector. La cadena cuenta con 34 profesionales y está formada por 10 clínicas, cinco propias (cuatro en Madrid y una en Barcelona) y cinco asociadas (Madrid, Barcelona, Las Palmas, A Coruña y Granada).
Repor de TV Castilla La Mancha sobre las prácticas que realizaron los estudiantes de la Escuela de Fisioterapia de la ONCE
El pasado 29 de diciembre nos dejaba, a los 99 años, Natalie Carter Barraga, precursora de los métodos de estimulación visual, mundialmente reconocida, y muy popular entre los profesionales de habla hispana desde que la ONCE publicara en 1985 una selección de su obra, con el título Textos reunidos de la doctora Barraga, reeditada en 1997. La doctora Barraga, como era conocida, pues era en efecto doctora en Educación, impartió generosamente su magisterio en más de veinte países, sobre todo a partir de su jubilación, en 1984, como catedrática de la Universidad de Texas (Estados Unidos).
Su influencia fue decisiva en España, donde fue invitada por la ONCE en 1985 para colaborar en la formación de los primeros especialistas en rehabilitación visual, en el entonces recién creado Centro de Rehabilitación de la ONCE (CERVO).
Entre los numerosos reconocimientos que recibió la Dra. Barraga a lo largo de su carrera destaca el premio a sus 50 años de dedicación profesional, en el marco de la 5ª Conferencia Internacional sobre Baja Visión, organizada por la ONCE en Madrid en 1996.
Natalie Carter nació en 1915 en la localidad de Troy (Texas, Estados Unidos), y dedicó todo su empeño a la investigación, para ayudar en la rehabilitación visual de su hija Karen. Completó su formación académica licenciándose en 1957 en la Universidad de Texas, donde empezó a trabajar como profesora en 1963, año en el que se doctoró en Educación por la prestigiosa Universidad de Vanderbilt, y ganó la cátedra de Educación Especial de la Universidad de Texas, en la que formó una importante escuela de expertos en estimulación visual, hasta su jubilación en 1984.
Como toda gran obra, la de Natalie Barraga ha sido también objeto de controversia: siendo su eje fundamental el de la estimulación visual, algunos autores han discutido la eficacia de estos y otros métodos similares. Pero lo cierto es que el denominado “método Barraga” sigue utilizándose ampliamente, no sólo en España, sino en todo el mundo.
La Dra. Barraga nos ha dejado un preciado legado. Un importante punto de partida para el desarrollo de la labor que ejerce actualmente la ONCE en el campo de la rehabilitación visual. Cada año se afilian a la Organización cerca de 4.000 personas, de las cuales el 80% recibe, de acuerdo a sus necesidades y circunstancias personales, una atención individualizada por parte de un equipo de especialistas de la ONCE, para optimizar su resto visual y hacer su vida diaria más facil.
¡Gracias, Dra Barraga! D.E.P.
España ha atravesado y, probablemente todavía atraviesa -algunas buenas cifras macro aún no llegan a la ciudanía-, una de las mayores crisis económicas de los últimos decenios, que ha generado muchas situaciones de dificultad para los ciudadanos y una insostenible cifra de personas en paro (aunque parece que los últimos datos apunten a un futuro mejor). A esto hay que añadir una política de recortes que ha afectado especialmente a los más desfavorecidos y ha adelgazado el llamado estado de Bienestar que, precisamente, está pensado para quienes lo tienen más difícil.
En esta tesitura, la ONCE arranca una nueva etapa de cuatro años, que nace de las elecciones democráticas del pasado 4 de marzo, con un compromiso rotundo por el esfuerzo y la cercanía a la sociedad. Esa cercanía y confianza harán posible que trabajemos más y mejor para seguir dando oportunidades de vida a las personas ciegas y con discapacidad. Porque, a pesar de la crisis, los hombres y mujeres de la ONCE han seguido enfocando su esfuerzo en lo que mejor saben hacer: educación, formación, empleo y accesibilidad como palancas de inclusión social real para las personas con discapacidad, y los datos son tremendamente elocuentes.
La ONCE y su Fundación impulsaron en el periodo 2008-2014, en plena situación de crisis, un total de 47.863 empleos, el 97% para personas con discapacidad. Es decir, más de 46.000 personas con discapacidad tuvieron la oportunidad que supone acceder a un empleo y la capacidad de integración real que eso significa. Pero es que, además, la Organización no descuidó la inversión social, la inversión en las personas, y destinó más de 1.780 millones de euros durante estos ocho duros años de crisis a este efecto: educación, formación, acceso a las tecnologías, cultura, ocio, deporte y empleo, empleo y siempre empleo. Y empleo de calidad, como, por ejemplo, los 4.901 vendedores del cupón que lograron un contrato indefinido en esos años.
Sin dejar de lado la accesibilidad y la inversión empresarial, con datos que tampoco dejan lugar a la duda: la Fundación ONCE ha impulsado 850 convenios de accesibilidad con ayuntamientos y otras entidades; y ha colaborado en la puesta en marcha de 292 eurotaxis, para impulsar la autonomía de las personas con discapacidad. Y desde ILUNION, la nueva marca que agrupa las empresas sociales de la ONCE y su Fundación, está prevista una inversión este año 2015 de un total de 26,4 millones de euros para consolidar líneas de trabajo que conduzcan hacia el empleo de personas con discapacidad.
El objetivo de la ONCE ha quedado fijado en una plan de acción cuatrienal con 142 compromisos, para llevar a la Organización a una mayor fortaleza institucional, solvencia económica y dimensión social, con un objetivo: impulsar los proyectos de vida independiente y plena ciudadanía de las personas ciegas y la solidaridad con el resto de personas con discapacidad.
El presidente de la ONCE y su Fundación, Miguel Carballeda, se lo ha trasladado así al Ministro de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Alfonso Alonso, a quien ha exigido que los más desfavorecidos –como las personas con discapacidad- estén ahora en primera línea cuando llegue la recuperación. El ministro ha recogido el guante y, tras reconocer que los “paganos” de la crisis han sido los más débiles, se ha comprometido a que ahora sean los primeros beneficiados. La ONCE y su Fundación estarán ahí para recordarlo y exigirlo.
Recuerdo de Natalie C. Barraga (1915-2014)
El pasado 29 de diciembre de 2014 falleció, a los 99 años de edad, Natalie Carter Barraga, precursora de los métodos de estimulación visual, mundialmente reconocida, y muy popular entre los profesionales de habla hispana desde que la ONCE publicó en 1985 una selección de su obra, con el título Textos reunidos de la doctora Barraga. La doctora Barraga, como generalmente era conocida, pues, en efecto, era doctora en Educación, impartió generosamente su magisterio en más de veinte países, sobre todo a partir de su jubilación, en 1984, como catedrática de la Universidad de Texas (Estados Unidos).
Su influencia fue decisiva en España, donde fue invitada por la ONCE en 1985 para colaborar en la formación de los primeros especialistas en rehabilitación visual, en el entonces recién creado Centro de Rehabilitación de la ONCE (CERVO).
Entre los numerosos reconocimientos que recibió a lo largo de su carrera destaca el premio a sus 50 años de dedicación profesional, que recibió en el marco de la 5ª Conferencia Internacional sobre Baja Visión, organizada por la ONCE en Madrid en 1996.
En 1997 la ONCE publicó una nueva edición de los Textos de la doctora Barraga.
Nacida Natalie Carter en la localidad de Troy, en el estado de Texas (Estados Unidos), en 1915, se empeñó en investigar para ayudar en la rehabilitación visual de su hija Karen. Completó su formación académica licenciándose en 1957 en la Universidad de Texas, donde empezó a trabajar como profesora en 1963, año en el que se doctoró en Educación por la prestigiosa Universidad de Vanderbilt, y ganó la cátedra de Educación Especial de la Universidad de Texas, en la que formó una importante escuela de expertos en estimulación visual, hasta su jubilación en 1984.
Como toda gran obra, la de Natalie Barraga ha sido también objeto de controversia: siendo su eje fundamental el de la estimulación visual, algunos autores han discutido la eficacia de estos y otros métodos similares. Pero lo cierto es que el denominado “método Barraga” sigue utilizándose ampliamente, no sólo en España, sino en todo el mundo.