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Tengo perro desde los 19 años. Estudié psicología porque me quería dedicar a trabajar en el mundo de la psicología canina, ya que mi perro me lo había dado todo. Por aquel entonces yo iba todos los días al campus de Somosaguas (Madrid) y debíamos ser 50 personas en toda España con perro guía. Tuvimos que luchar mucho al principio para que la sociedad nos admitiera.

Además estuve trabajando como director de la Fundación ONCE del Perro Guía desde 1994 hasta 2003. Para mí fue un proyecto muy feliz teniendo en cuenta que el mundo del perro guía es muy complicado pero a la vez muy satisfactorio cuando trabajas con ellos. De hecho, he trabajado con personas que no sabían nada de este mundo y que se han emocionado cuando han visto cómo desarollan su labor estos animales.

Ahora estoy con el sexto perro guía, Aritz. Se me acaba de morir Dikens, mi perro anterior, que para mí ha sido el mejor de todos. Y creo que hay mucho que decir sobre este mundo, hay que saber que, como usuarios de perros guía, debemos comportarnos de una forma correcta ante la sociedad pero también es verdad que los perros tienen un nivel increible.

Durante todos estos años he tenido que corregir a muchas personas que no saben de este tema y se piensan que es el animal  el que elige si ir a la izquierda o la derecha. Pero no, el perro te lleva donde el usuario le dirije.

Ahora se cumplen 30 años del nacimiento de la Fundación ONCE del Perro Guía y creo que hemos llegado a un nivel muy alto de lo que la sociedad espera de estos animales. Debemos confiar en que con esta forma de trabajo, con un perro educado que sabe comportarse perfectamente, las personas ciegas podemos estar incluidas en la sociedad sin ningún problema. Para mí, el perro guía lo ha sido todo en mi vida.

¡¡¡Felicidades!!!

Pedro Pablo Martín Lopesino

Categorias: Perro Guía

 

Por Miguel Carballeda 
Presidente del Grupo Social ONCE

Hemos aprovechado los últimos días de julio y los primeros de este extraño agosto para presentar por todos los rincones de España el Informe de Valor Compartido 2019 del Grupo Social ONCE, que tiene un componente muy especial, pues refleja el buen comportamiento de un año en el que fuimos capaces de hacer grandes cosas, pero se presenta en otro, este 2020, marcado por una dura pandemia no conocida en nuestras generaciones, pero que será difícil de olvidar.

El impacto del coronavirus es una realidad a la que el Grupo Social ONCE, individual y colectivamente, se ha enfrentado y se enfrenta con nuestra mayor palanca de acción en 82 años de existencia: con la rotunda ilusión y la creencia firme de que esto lo superamos como hemos hecho siempre ante la adversidad, unidos, trabajando, sumando y siendo solidarios con quienes más lo necesitan.

En estas líneas se refleja la solidez social y económica con la que el Grupo Social ONCE cerró el ejercicio 2019. Visto ahora, son solo datos y realidades cotidianas pero, sin duda, muestran una situación que nos ha permitido afrontar la pandemia y sus efectos para nuestro entorno con algunas garantías y poder extender nuestra solidaridad a la ciudadanía desde todas las áreas: desde ONCE, ofreciendo cobertura a más de 72.000 personas ciegas afiliadas a la Organización, especialmente a los 14.000 mayores de 60 años que viven solos, o a los 7.500 estudiantes ciegos que lograron finalizar sus cursos y esperan ya conocer qué ocurrirá este nuevo ejercicio; desde Fundación ONCE, impulsando voluntariado social esencial en esos días y manteniendo el empleo y la formación como claves; o desde Ilunion, con mil compañeros, muchos con discapacidad, trabajando duro para lavar la ropa de los hospitales o residencias de mayores, realizando la limpieza de los mismos, o cediendo nuestros hoteles y otros centros para enfermos y sanitarios.

Ante la dureza con la que el Coronavirus ha golpeado a nuestra sociedad, a nuestras familias, a nuestros amigos y conocidos (para quienes queremos hacer llegar nuestro más solidario y cariñoso recuerdo), y ante el riesgo que perdura, os presentamos unos datos que son solo eso, datos, cifras y realidades que, sin embargo, nos han permitido llegar hasta aquí y afrontar con más garantías como Institución nuestros retos de presente (y este del Covid-19 ha sido de los grandes), y también de futuro.

De ahí nuestra insistencia en un concepto que, aún sin saberlo hace más de 80 años, nuestros mayores convirtieron también en una razón de ser de nuestra Institución y de nuestra tarea diaria: Iguales, para hoy, para mañana, en el empleo, en la educación, en la formación, en el ocio, en la cultura, en el deporte y en todos los ámbitos de la vida. Iguales como objetivo para, desde la diferencia de cada uno y el máximo respeto a las personas, ser iguales en derechos.

En un país que se enfrenta al paro como el más grave de nuestros problemas, nuestra mayor satisfacción es haber logrado siquiera paliar en parte sus efectos, arrancando de la inactividad en el año 2019 a un total de 11.340 personas, de las que 10.784 tienen discapacidad, mientras que 4.918 de estos puestos han sido ocupados por mujeres. Y, además, sumamos 935 contratos indefinidos que hemos hecho a agentes vendedores de la ONCE, todos ellos personas con discapacidad.

Dejen que eche un poco la vista atrás para contarles además que, en el periodo 2010-2019, el Grupo Social ONCE ha impulsado un total de 78.903 puestos de trabajo para quienes lo tienen más difícil, 78.903 historias de vida e inclusión real. Más rotundo, si me permiten: hemos sido capaces de crear 22 empleos diarios para personas con discapacidad en los últimos 10 años, algo que nos hace sentirnos razonablemente satisfechos.

Y lo hemos hecho con nuestro esfuerzo directo de generación de empleo pero, sobre todo, con la formación y educación y con la colaboración de muchas empresas e instituciones que han visto en las personas con discapacidad unos ciudadanos más a quienes valorar por su talento y su capacidad para trabajar. Sin ellos no habría sido posible.   

Nosotros tratamos de dar ejemplo y, en 2019, el Grupo Social ONCE concluyó con 72.693 trabajadores, de los que un 58% tenemos alguna discapacidad; y más de un 42% son mujeres. Somos el cuarto mayor empleador estatal no público y, en personas con discapacidad, el primero en España y en el mundo. De cada 277 personas que tienen la suerte de tener un empleo en nuestro país, una trabaja con nosotros.

Y todo ello, como ya conocen, lo hacemos con el mejor modelo de gestión de juego responsable que se conoce, que nos permite lograr unos ingresos que se destinan íntegramente a acción social. En 2019, los ingresos por las ventas de cupones y el resto de loterías de la Organización crecieron un 4,4%, mientras que las ventas de nuestras empresas sociales Ilunion lo hicieron un 5,8%, dos datos muy esperanzadores, de los que en el informe pueden ver más información.

Esto nos permitió que el Grupo Social ONCE destinara en 2019 un total de 265,1 millones de euros directos a inversión social dirigida a personas ciegas o con otras discapacidades.

Desde ONCE, hemos dado acogida a 3.202 personas que perdieron la vista en 2019 y les hemos facilitado una atención personalizada, a su medida; hemos entregado 131 perros guía; o incluido en las aulas a 7.495 alumnos ciegos o con discapacidad visual grave; Fundación ONCE ha aprobado 2.116 proyectos de formación, accesibilidad y empleo para personas con discapacidad y distribuido como lluvia fina 104 millones de euros para hacerlo posible; y desde Ilunion hemos realizado una inversión de 63,8 millones de euros para seguir creciendo.

Después de tres meses de inactividad de nuestra área de ventas -entre el 15 de marzo y el 15 de junio pasado-, hemos vuelto a las calles con nuestros 19.000 centinelas de la ilusión que, poco a poco, van retomando el pulso de la ciudadanía, siempre a su lado; y nuestras empresas y Fundación ONCE recuperan igualmente su imprescindible tarea.

La incertidumbre de futuro permanece y es grande, pero el compromiso del Grupo Social ONCE y de sus gentes es aún mayor. Volveremos a reconquistar entre todos y todas las calles y a ganarnos el futuro como hemos hecho siempre, para compartirlo con toda la sociedad. No tengan ninguna duda de que lo lograremos porque #LaIlusiónPuedeConTodo.

 

IGUALES. Para hoy. Para mañana. Grupo Social ONCE

 

Categorias: Actualidad institucional

Las actividades del Museo Tiflológico de la ONCE han expandido el conocimiento y la cultura de una parte significativa de la sociedad, y en particular, de las personas con discapacidad visual, muchas de las cuales interaccionan con las obras mediante el sentido del tacto, pues, a través de las yemas de los dedos, pueden identificarse las uniones de la Torre Eiffel o las columnas del Coliseo Romano. Asimismo, puede reconocerse la fisionomía de la Dama de Elche o comprenderse espacialmente el Acueducto de Segovia. Estos son sólo algunos de los ejemplos de las joyas del Patrimonio Universal que el Museo Tiflológico pone a disposición de sus visitantes en sus salas de reproducciones de monumentos.

A su vez, gracias a su colección de obras artísticas, el museo permite que las personas ciegas se aproximen al arte a partir de la exploración táctil de piezas originales. No obstante, como consecuencia de la crisis sanitaria, las personas ciegas y con discapacidad visual grave estamos muy preocupadas por recuperar la situación anterior, en la que las colecciones táctiles de los museos estaban disponibles para ser tocadas sin restricciones.

Desde el Museo Tiflológico, cuyo lema es: “Museo para ver y tocar”, en el marco del Día Internacional de los Museos, el pasado 18 de mayo, celebramos una mesa redonda bajo el título: “En lo tocante a tocar” (vídeo de abajo). Ahora, con motivo de la reapertura del museo, el 7 de julio, queremos profundizar en lo que significa tocar para reconocer, percibir y acceder a la información visual de una obra artística tridimensional.

Para comprender la percepción táctil de una obra de arte, es preciso señalar que el sentido del tacto es complejo, dado que abarca numerosos procesos y mecanismos fisiológicos y psicológicos. Concretamente, el tacto funciona de un modo analítico, y precisa un contexto explicativo que permita integrar la información parcial captada, de modo que sea posible la creación de una imagen táctil. En este sentido, es necesario matizar que la imagen táctil del objeto físico concreto es de diferente naturaleza comparada con la imagen visual.

El canal de información táctil, o de forma más general, la percepción háptica, integra las sensaciones del tacto activo, tales como la presión, la vibración, o la temperatura, así como la información procedente del sistema cinestésico, relativo a la posición y movimiento del propio cuerpo. Por ello, pueden apreciarse dos dimensiones de la exploración táctil: la identificación de las cualidades de un objeto tridimensional y el reconocimiento de la forma espacial; y, por tanto, mediante el movimiento de los dedos, es decir, a partir del tacto activo, la manipulación y las referencias internas con respecto a las posiciones del cuerpo, pueden comprenderse los objetos táctilmente y así formar el juicio personal sobre la estética de las piezas. Sería de ese modo como podrían percibirse la superficie pulida de aluminio y la curvatura de los párpados del bebé de la escultura Baby Silver, de Kay Woo, o cualquiera de las reproducciones arquitectónicas realizadas a escala, por citar obras pertenecientes a los fondos del Museo Tiflológico.

Equipo del Museo Tiflológico

Categorias: Ocio y cultura

¡Enhorabuena a los alumnos de sexto de Primaria y a su tutora!. Habéis conseguido, con vuestro trabajo y bandera, que el nombre de nuestro colegio resuene en la final nacional del 36 Concurso Escolar del Grupo Social ONCE, siendo campeones de España en la categoría B.

Cuando uno de los jurados nombró a nuestro centro, todos los que estábamos escuchando la retransmisión en directo, saltamos de emoción, alegría, y felicidad, como os ocurrió a vosotros, y pensamos que era una pena que la situación nos haya impedido estar juntos en el cole; pero aun así debemos considerarnos afortunados.

Nosotros ya nos sentíamos agradecidos con el premio autonómico de Madrid; esa sensación de gratificación se eleva más cuando es el resultado de un trabajo hecho en equipo y con cariño. El formar parte de un grupo donde cada uno aporta un valor, una huella y recoge un aprendizaje, una experiencia vivencial y social de los demás, es estimulante.

Pensar, sentir, y saber que el “todo es mayor que la suma de las partes”, como decía la Escuela de la Gestalt alemana. Ir todos en una misma dirección, remar e ilusionarse durante el viaje, el proceso y la realización de un trabajo, y vivir este reconocimiento por parte de la ONCE es el mejor premio. Ellos trabajan desde hace muchos años para que la sociedad amplíe su mirada y valore la importancia de la INCLUSIÓN de las personas con alguna discapacidad.

Somos un colegio pequeño de Galapagar (Madrid), familiar, independiente, privado, laico, y con una línea desde Educación Infantil hasta Bachillerato. Este acontecimiento y premio nos inspira a creer que los pequeños pueden a veces ser grandes y realizar enormes cambios en las personas y en su comunidad.

Decidimos nuestra suerte por nosotros mismos y los obstáculos y dificultades del camino nos animan a llegar más lejos, teniendo por bandera la inclusión y la diversidad. En estos días de cierre del centro educativo hemos sentido también la gratitud, la alegría, y la generosidad de muchas familias con sus palabras y cartas cargadas de cariño, compromiso y empatía con todos los que trabajamos en este proyecto tan vital.

Muchos de nosotros hemos sentido la ‘Unidad del Todo’, la fuerza que da trabajar mirando en la misma dirección. Nos gustaría poder seguir participando en estos concursos, como el de la ONCE, que favorecen la inclusión y defienden la diversidad, que consideramos que son valores muy importantes para el futuro de nuestra sociedad. En los tiempos que corren es importante defender estas causas, así como el arte, la filosofía, la ciencia, la cultura o la educación, como vacunas contra la intolerancia, el pesimismo o la deshumanización.

Del 21 al 26 de mayo del 2021 se celebrará en Madrid la “World Blindness Summit” donde acudirán delegaciones de 190 países. Allí esperamos poder asistir con nuestra bandera inclusiva, junto al resto de colegios ganadores de otras categorías.

Javier Rodríguez Toro
Director del Colegio Gondomar – Galapagar (Madrid).

Categorias: Educación y empleo
Habitualmente, las personas con discapacidad no pueden disfrutar en igualdad de condiciones de los videojuegos. En su mayoría, éstos requieren agudeza visual para solventar situaciones emocionantes, ponen a prueba el intelecto del jugador en sus rompecabezas o búsquedas, o basan sus pruebas a los reflejos en percibir sonidos y responder rápidamente, todo ello haciendo que el usuario pulse botones o teclas con prácticamente todos los dedos de sus dos manos. El perfil de jugador con discapacidad, sea del tipo que sea, a menudo se queda fuera, no es incluido ni tenido en cuenta, es considerado un nicho por el que no vale la pena preocuparse en un tipo de ocio masivo que no tiene por qué ser tan excluyente.
 
Los videojuegos hoy son un arte, como la literatura o el cine, y ninguna persona debería quedarse fuera de ellos por una barrera salvable; ningùn creador de videojuegos debería dar de lado a la inclusión y la democratización en sus obras, pues estos productos de entretenimiento y cultura interactivos no son tan difíciles de adaptar a la discapacidad.
 
Opciones de accesibilidad y ayudas visuales y de zoom de The Last of Us Parte IILo ha demostrado estos días The Last of Us: Parte II, el videojuego más accesible de la historia y que más tiende la mano a las personas con discapacidad, sea del tipo que sea: visual, intelectual, auditiva, motora... En este título para adultos, que narra el visceral viaje de una chica llamada Ellie en un mundo distópico tomado por una pandemia y que busca satisfacer una violenta venganza, personal, obsesiva y enfermiza, existen todos los retos habituales del medio: acción con armas y disparos en momentos límite, peleas cuerpo a cuerpo, situaciones de infiltración que requieren sigilo, carreras y momentos de máxima adrenalina, exploración por parajes vírgenes y preciosistas... Ahora, una persona con muy baja visión, una persona sorda, una persona a la que le falten dedos en una mano o una persona con discapacidad inelectual pueden disfrutar en absoluta igualdad de este The Last of Us: Parte II. que, por cierto, es uno de los mejores videojuegos de los últimos años y un título imprescindible si tienes una videoconsola PlayStation 4. Y estas opciones de personalización de partida, por desgracia, no son lo habitual, nunca se ha hecho un videojuego pensando en la accesibilidad a este nivel. Y, como crítico y jugador, quiero que este sea el nuevo estándar para los juegos del futuro, el nuevo referente que todos los demás videojuegos, al menos, igualen en opciones y configuraciones personalizadas según necesidades de cada usuario.
 
Lo comentaba en el podcast de videojuegos Reconectados, otras veces que se han adaptado videojuegos a las características de la discapacidad, se han centrado en una de las discapacidades únicamente. Existen juegos con textos grandes para que personas con baja visión puedan leerlos y jugar, también con modo de colores para daltónicos; existen juegos que no hacen uso del sonido y todos los avisos e información son visuales; existen iniciativas de inclusión física en el mundo de los periféricos gaming, como el lanzamiento del mando Xbox Adaptive Controller de Microsoft, que pone un mando de gran tamaño y botones distintos a personas que juegan sin manos e interactúan con la pantalla con otras extremidades o medios, como órdenes de voz, por ejemplo; y existen juegos creados específicamente por y para personas con discapacidad intelectual. Pero nunca se había integrado todo ello en un mismo videojuego, dando a cada jugador más de 60 configuraciones posibles para que adapte la partida a sus necesidades, desde el principio. Gears 5, Life is Strange, Destiny 2, o los videojuegos desarrollados por Nintendo han incorporado algunas funcionalidades de textos en tamaño grande o activación de avisos sonoros mediante viñeta visual, pero todos esos ejemplos son un simple experimento al lado de lo que hablamos hoy.
 
Configuración de tamaño de textos, subtítulos e interfazEn The Last of Us: Parte II se puede navegar por los menús y por el mundo post-apocalíptico que refleja el juego solo mediante el audio, existe la posibilidad de contrastar todos los colores en pantalla y jugarlo entero con colores sólidos marcados, se pueden configurar los tamaños de los iconos, la interfaz y la visibilidad de objetos a recoger hasta ponerlos súper grandes, hay modo Lupa o Zoom que abrir y mover en cualquier momento sin pausar o pausando la partida, existen opciones de desactivación de retos de decisión rápida o facilitador de mecánicas de pensar en perspectiva para personas con discapacidad intelectual, existe una alta gama de colores para los textos y subtítulos, y fondo de éstos con contraste, todo el texto de pantalla puede ser pasado a voz con lectura y audiodescripción, todo el juego puede ser recorrido mediante comandos sencillos, existe modo lectura fácil, la sonorización cuenta con la posibilidad de ajustar pormenorizadamente la música, las voces, los efectos, las direcciones... para personas con problemas auditivos, se incorporan ajustes avanzados de dificultad donde se puede nivelar la Inteligencia Artificial, la puntería del personaje protagonista, el movimiento de los enemigos y peligros, la navegación en el mundo del juego... Y muchísimo más. Es increíble, como muestra este vídeo:
 
 
 
Los que nos dedicamos al mundo de los videojuegos, a hacerlos, a distribuirlos, a hacer las críticas y reseñas como es mi caso, o, simplemente, a disfrutarlos como consumidores, venimos persiguiendo una accesibilidad universal a este nivel que ya podemos conformar como récord en esta industria. Aplicaciones y páginas webs están demostrando que el acceso a la información es posible para todas las personas, sin importar su grado de visión, oído o capacidades, y el mundo del videojuego comercial no podía quedarse atrás.
 
Ya no basta con hacer juegos para niños ciegos, sino hacer el que va a ser el juego de moda, el juego del verano, y desarrollarlo teniendo en cuenta y en buen trato todos estos requisitos y configuraciones, incorporando en el equipo de diseño y programación a personas con discapacidades diversas que den feedback y estén plenamente integradas en el proceso de creación y decisiones, apostando, de paso, por la inclusión de este y otros colectivos en la propia narración sobre diversidad que muestra el juego, también hito histórico en ello. Un juego que, como decía, es muy crudo y violento, solo para mayores de 18 años, maduro y que demuestra que la industria de las videoconsolas ya no es cosa solo de niños ni cosa solo de gente que ve, oye, etc. perfectamente.
 
Javi Andrés
Crítico de videojuegos
 
Categorias: Ocio y cultura

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Contenido - Acerca de la ONCE

Acerca de la ONCE

El compromiso de la ONCE es hacer realidad las ilusiones de miles de personas con discapacidad y de sus familias. Y todo ello (educación, empleo, accesibilidad, nuevas tecnologías, ocio, deporte...) lo logramos gracias a la solidaridad de la sociedad española que, día a día, año tras año, confía en nosotros, acercándose a los vendedores de la Organización y al resto de establecimientos autorizados para la venta de nuestros productos, conocedores de nuestra labor, sabiendo que, si nos necesita, en la ONCE y su Fundación, estaremos a su lado.

Y todo ello lo hacemos con la garantía de ser la única marca en España con el sello de Juego Responsable, con las certificaciones nacionales e internacionales más severas, y que sólo la ONCE ha alcanzado en el ámbito del juego, un aval más de la integridad de nuestra gestión.

Para más información: www.once.es