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En estos días de ilusión por la llegada del nuevo curso, muchos profesionales de la ONCE estamos especialmente satisfechos por la llegada a las aulas de “Braitico”, el nuevo método braille para la alfabetización y competencia lectoescritora de los estudiantes ciegos.
Pero tenemos que remontarnos unos años atrás, con el nacimiento del grupo de trabajo sobre la Didáctica del Braille, creado por mediación de la Comisión Braille Española (CBE), con el objetivo de elaborar una nueva metodología que aunase el conocimiento y la práctica de tantos años de experiencia profesional por parte de los técnicos de la ONCE con los nuevos avances en la didáctica en general y en las tecnologías.
Más de veinte profesionales de diferentes centros y equipos iniciamos entonces un recorrido emocionante: escribiendo las bases teóricas de la nueva didáctica; diseñando y desarrollando el modelo; ultimando los materiales físicos y tecnológicos; realizando las primeras pruebas con alumnos; la formación de profesores; y hasta eligiendo el nombre, que finalmente fue Braitico, un término que aúna el Braille –origen de todo- y las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación), claves en el proceso.
Porque Braitico va mucho más allá de la enseñanza del código braille. Se trata de un método de alfabetización braille inclusivo, preparado para poder ser utilizado tanto por niños con ceguera o discapacidad visual como por cualquier niño con visión, basándose en una seria de principios:
- La enseñanza del braille va más allá de la enseñanza de un código; es una completa alfabetización, el aprendizaje de todos los procesos que llevan a poder leer y escribir para el intercambio de experiencias, conocimientos y sentimientos a lo largo de la vida.
- La base del aprendizaje son la motivación, el respeto al ritmo individual de cada niño y el disfrute de la tarea, evitando el estrés.
- La eficacia en el braille dependerá no solo de estos factores, sino de todos aquellos relacionados con la habilidad para hablar y escuchar, las experiencias vitales y el vocabulario significativo del niño, y sobre todo, del deseo de comunicarse.
- El manejo de las TIC favorece la autoestima, la motivación y la inclusión en el conocimiento del braille, lo que hace recomendable su utilización desde los inicios del aprendizaje.
- Por todo esto, Braitico consta de cuatro módulos, que encajan casi a la perfección con las etapas de alfabetización de los menores, desde el nacimiento hasta la madurez lectoescritora:
Manitas
Los “peques” tienen entre 0 y 2 años y necesitan contar con habilidades previas al braille. Con este módulo tratamos de despertar el deseo por el mundo y proporcionar experiencias vitales al bebé, a través del tacto y la identificación.
A punto
Con edades de entre 2 y 4-5 años arranca la prelectura y preescritura en braille. Ahora iniciamos el aprendizaje intencional, con un mayor protagonismo del niño y el trabajo en el plano donde se desarrolla la actividad.
Brailleo
?De verdad estoy ya aprendiendo a leer, con menores de entre 4-5 y 7-8 años. Aprenden las letras y los números en braille y, a partir de ahí, las palabras, la frases, los signos. Es el módulo de la lectoescritura como tal. Leen y escriben.
Súper braille 4.0.
Con más de 7-8 años y menos de 12-13 ya se sabe leer y escribir braille. Ahora, el ordenador ayuda cada vez más. Se maneja un programa didáctico de eficacia y agilidad lectoescritora. La tecnología hace más divertida la lectura y la escritura y abre la puerta a otras mil facetas de la vida.
Cada uno de los módulos consta de materiales manipulativos, en relieve, en braille y tinta y una aplicación informática para maestros y alumnos (la informática está presente en todas las etapas). Se trata de un material didáctico pensado y diseñado por profesionales de la educación de personas con discapacidad visual, si bien su contenido se presenta de forma lúdica para favorecer la motivación y la inclusión del alumno. Por tanto, para optimizar su potencial, es importante el conocimiento de los planteamientos psicopedagógicos establecidos en las guías didácticas disponibles en la aplicación informática.
Está a la disposición de todos los profesionales que tengan alumnos ciegos en las aulas y de aquellos que tengan la inquietud por conocer nuevos territorios educativos y hacer de la inclusión una máxima en nuestras escuelas. Los profesionales de la ONCE estaremos siempre a su lado, y al de los alumnos ciegos, para que sean unos alumnos más y lleguen donde sus capacidades les permitan.
Elena Gastón López
Maestra. Técnico de la ONCE
ONCE Braitico
Al grito de “Conocemos Europa”, un grupo de 45 alumnos y alumnas ciegos de nueve a doce años de distintas localidades de Andalucía, Extremadura y Ceuta, junto a sus maestros y profesionales de la ONCE, han emprendido un viaje por el viejo continente sin salir de Sevilla. Y, qué mejor forma de simular un viaje que haciéndolo a través de su cultura, sus costumbres, su música y su gastronomía. Y es que estos chavales venían con ganas de ¡comerse el mundo! y, al mismo tiempo, aprender las habilidades necesarias para que el viaje concluyera con final feliz.
Para ello, los alumnos se dividieron en 6 grupos repartidos en los distintos apartamentos del Centro de Recursos Educativos (CRE) de la ONCE en Sevilla, donde elaboraron distintas recetas sencillas de distintos países: croissants franceses, pastelitos de Belén de Portugal, paninis italianos y la tarta Sacher de Austria. Además, pudieron hacer una degustación de distintos tipos de pasta, reconociendo y tocando su forma en crudo, y saboreándolas junto a distintas salsas ya cocinadas.
Y claro, llegó el momento cumbre de la cena, donde poder probar y compartir todas las recetas que habían elaborado. Todo muy rico, aunque algunas caras parecían decir lo contrario...
Al día siguiente, en cuanto se despertaron, todos los alumnos saltaron corriendo de sus camas, pues no querían llegar tarde al aeropuerto y perder su avión. En cuanto desayunaron, cogieron un autobús que les llevaría al aeropuerto de Sevilla. ¡Qué nervios! Y qué divertido puede resultar pasar el control de seguridad, que hay que quitarse de todo para que no piten los detectores; identificar los lugares de embarque y demás actividades. Tras una agradable visita por el aeropuerto, donde les mostraron y explicaron las distintas estancias y actividades que allí se realizan, los alumnos volvieron al CRE para comer, y disfrutar de un rato de tiempo libre, en el que los futbolines no pararon de girar y girar.
Haciendo las maletas
Por la tarde, se dividieron los alumnos en cuatro grupos que, a través de cuatro talleres rotativos, irían viajando por algunas ciudades europeas. Antes de comenzar su viaje, el primero de los talleres les ayudaría a conocer algunas de las principales capitales europeas, y descubrir sus costumbres, arquitectura más famosa, comida, idioma, etc. Porque, si no lo tenían claro, podían acabar viajando a Francia en busca de una pizza carbonara, o llegar a Londres buscando la torre Eiffel.
Uno de los talleres era además muy completo y consistía en aprender a preparar su viaje: la maleta, los billetes, la documentación, las reservas..... ¡Cuántas cosas hacen falta para viajar!
El siguiente taller les condujo a Reino Unido, donde pusieron a prueba sus conocimientos y habilidades lingüísticas con el inglés, practicando algunas de las frases más importantes y básicas para comunicarse, desde pedir una habitación o gestionar una reserva, sacar un billete o preguntar por un lugar u objeto perdido, sin olvidar las frases de cordialidad para saludar a alguien y hacerse entender.
Después, prosiguieron el viaje de una forma muy especial y divertida, a través de la música típica y característica de cada país. Así, recorrieron entre otros, Francia, Italia, Alemania, Escocia, Irlanda y, como no, Portugal y España. Pero antes de abandonar este viaje musical, todos se unieron en un gran círculo, para bailar una conocida danza griega, el Sirtaki, en la que el paso cruzadito hizo que más de un grupo acabara por el suelo muerto de risa.
Después de este intenso viaje, llegó la hora de cenar y recuperar fuerzas, para disfrutar del último rato de tiempo libre. Al día siguiente, su viaje acabó regresando en tren, o en barco, a sus distintas ciudades y pueblos de origen, con mucha pena de que el viaje europeo hubiera durado tan poco, pero convencidos de que pronto tendrían otra ocasión de volver a encontrarse para seguir superando fronteras, ahora, con muchas más capacidades para hacerlo.
Equipo de Especialistas y Educadores del CRE de Sevilla
Me llamo Sergio, soy una persona sordociega y he perdido la movilidad de mi cuerpo casi en su totalidad. Me considero una persona afable, sensible y cariñosa; recuerdo que, cuando tenía 5 años, perdí la audición y me volví un niño muy tímido. A los 33 años perdí la movilidad de casi todo mi cuerpo y también la visión, y con ella la vergüenza.
Me llamo Cristina, soy mediadora en la Fundación ONCE para la Atención de Personas con Sordoceguera (FOAPS). Recuerdo que cuando tenía 5 años me gustaba sentarme delante de la televisión e imitar a la intérprete de lengua de signos que salía junto a la presentadora de las noticias, a mi manera, claro está. A los 23 años empecé a estudiar lengua de signos y, un año más tarde, decidí que quería trabajar con personas sordociegas.
“Existe un lenguaje que va más allá de las palabras”, Paulo Coelho
Tengo un recuerdo agradable de una tarde soleada de noviembre: estaba en la puerta de mi casa sentado en mi silla de ruedas y el viento me acariciaba la cara; en ese momento, vi venir a Carmen, trabajadora social de la ONCE de Murcia y, aunque mi resto visual es mínimo, pude percibir que no venía sola. Era Cristina, mi mediadora. Al presentarnos, me pareció que la conocía de toda la vida; en ese momento no sabía que era cierto, y que nuestros caminos se juntaron ya hacía 17 años en un campamento de verano en los Pirineos, algo que hemos descubierto hace muy poco. Tenía miedo de no entenderme con la que iba a ser mi mediadora, me parecía algo importante y estaba nervioso; luego resultó que ella veía bien mis ideas y yo las suyas y todo empezó a fluir. “Ese fue el principio de una bonita amistad” ...
Y por fin llegó el día, llevaba varios meses escuchando la historia de un usuario nuevo con el que seguramente empezaría a trabajar en noviembre. Había oído tanto hablar de él y de su situación que, en mi cabeza, sin ser muy consciente, ya le daba vueltas al tema. Recuerdo el sol tan agradable en mi cara; ya es noviembre y empieza a hacer frio pero el sol aún calienta. Giré en una calle, acompañada por Carmen, y al fondo vi a un chico joven en una silla de ruedas y a una mujer que le escribía en la frente con el dedo índice. Comencé a ponerme nerviosa mientras me acercaba; me dio miedo que no me entendiese; no sabía si iba a ser capaz de comunicarme con él. Este miedo lo tiene cada mediador que empieza con un usuario nuevo y, aunque ese día eran unos nervios mezclados con emoción, en el fondo sabía que algo bueno estaba por venir, y como me dijo Sergio cuando nos despedimos “ese iba a ser el principio de una bonita amistad”.
“La verdadera comunicación se da cuando las partes no tienen miedo”, Ken Blanchard
Recuerdo las ganas que tenía que llegaran los miércoles y los jueves para estar con Cristina porque, después de mucho tiempo, me sentía útil, que hacía algo, me sentía realizado. Decidimos mezclar signos de la lengua de signos española adaptados con el deletreo de letras mayúsculas en la frente;al poco nos dimos cuenta de que necesitábamos más y empezamos a crear signos nuevos. Hacíamos pruebas en mi cara y pecho hasta que nos cuadraba todo, hasta que yo lo percibía bien y no se parecía a ninguno de los que ya teníamos, algo que se volvió más difícil cada vez que crecía nuestro diccionario.
Recuerdo los miércoles y jueves por la tarde, llegaba a casa de Sergio después de estar trabajando todo el día y llegaba muy cansada pero, en cuanto le ponía la mano encima, desaparecía el cansancio y me llenaba de emociones nuevas; conocerle ha sido un regalo para mí. Nunca he tenido un trabajo tan creativo y lo mejor es compartirlo con una persona que también lo es. Las ideas empezaban a surgir, la comunicación iba tan lenta al principio que no nos daba tiempo a comentarlas todas, queríamos decir tanto que sin tener las herramientas adecuadas era difícil, aunque fue cuestión de semanas que la cosa cambiase.
“Una vida feliz no consiste en la ausencia, sino en el dominio de las dificultades”, Helen keller.
Después de unas semanas trabajando, Carmen volvió a mi casa, esta vez con dos personas: una de ellas era una voluntaria; recuerdo que iluminó toda la habitación con su cabello rubio. Fue otro maremoto en mi vida y un pilar fuerte dentro de toda esta historia. Cuando llegaron las vacaciones de Navidad no podía dejar de crear palabras con mis manos, de inventar signos. A los dos meses de empezar a trabajar teníamos ya 200 palabras y después de vacaciones vino la explosión, y al subirse al carro Ana, fue un no parar, un sinfín de palabras saliendo de nuestras manos directas a mi cara como fuegos artificiales.
Ya me parece difícil conectar de la manera que Sergio y yo hemos conectado pero, que entre en juego una tercera persona que también lo haga, creo que solo pasa una vez en la vida. Ana aprendió el sistema de comunicación que utilizábamos para comunicarnos mejor con Sergio y comenzó a aportar ideas maravillosas y a practicar con él los sábados todo lo aprendido durante la semana. No imaginaba la suerte que iba a tener por aquel entonces de que esa chica acabase haciendo las prácticas de mediación comunicativa conmigo.
En mitad de todo esto se nos ocurrió el nombre de SERCRI para el nuevo sistema de comunicación que estábamos creando; por si no os habéis dado cuenta, es la mezcla de nuestros nombres, Sergio y Cristina. Os lo explico porque mi madre se dio cuenta hace dos días, igual que un chiste que no pillas en el momento y te ríes dos semanas después.
Recuerdo el día en que se nos ocurrió el nombre para nuestro sistema de comunicación, lo que más nos costó fue encontrar un signo para SERCRI. Pero hace unos meses Sergio encontró el signo perfecto después de muchas pruebas e ideas. Me gustaría describirlo: el dedo índice de la mano derecha se desliza desde la frente hasta la sien derecha entre la nariz y el ojo formando un semicírculo. Fue un día muy importante.
“Un lenguaje diferente es una visión diferente de la vida”, Federico Fellini
¡Quién me iba a decir a mí cuando empecé mi voluntariado en la ONCE y me contaban la historia asombrosa e increíble de la persona con la que iba a realizar mi voluntariado que lo asombroso e increíble de todo esto iba a ser él! Nunca olvidaré la risa de Cris cuando me vio hablar SERCRI por primera vez. Nos dimos cuenta en ese momento que yo no hacía la configuración normal de los signos SERCRI. Al ser Sergio quien me había enseñado, la forma de mis manos era las de una persona con las manos espásticas, como Sergio, aunque mis movimientos, golpes y vibraciones sobraban para que Sergio me comprendiese. Claro que, como me decía Cris, no quedaba tan bonito. Gracias por dejarme formar parte de este proyecto y por no “ponerme barreras”, porque tener la suerte de empezar a lo grande te da alas en el mundo de la comunicación. Gracias Sergio y Cristina por dejarme ser la primera persona que aprendió SERCRI.
“La vida o es una aventura atrevida o no es nada”, Helen Keller
Pero, a pesar de todo, sentía que me faltaba algo, necesitaba más. Cristina tuvo la iniciativa de empezar con las redes sociales, y de ahí brotó la idea de crear la plataforma “Esquivando barreras” en Facebook, Youtube y Twitter, con la única finalidad de poder ayudar a gente que esté en mi misma situación o que simplemente lo necesite contando mi experiencia personal a quien me quiera escuchar y, por qué no, enseñando SERCRI a quién lo quiera aprender. Tengo muchos objetivos que cumplir y muchos retos que superar pero tengo que tener paciencia. Uno de ellos es poder estudiar en la universidad. Me gustaría hacer una reflexión, cuando no nos podemos comunicar nos quedamos aislados del mundo completamente, de ahí la importancia que tiene para mí la comunicación, y debemos darle el valor que se merece. Iremos escribiendo nuestra historia con las manos, hay mucho que contar y decir, muchos momentos mágicos y los afrontaremos con valentía.
Llegó un momento que me parecía tan mágico lo que estábamos viviendo que pensé que sería bueno compartirlo, aunque me daba mucho miedo al principio y recuerdo que pedí consejo a mucha gente ... después de ver el resultado, me hubiese gustado no haber dudado tanto tiempo. Gracias a las redes sociales, Sergio ha podido abrir un abanico inmenso de posibilidades y ha conocido mucha gente interesada en comunicarse con él. Al mismo tiempo, seguimos mejorando nuestro sistema con el objetivo de tener más velocidad y que llegue el día de poder interpretarle todo lo que pasa en tiempo real y conseguir que su comunicación sea fluida en igualdad de condiciones que el resto de personas, por ejemplo, poder seguir una clase en un aula de la universidad, ya que es su sueño. He aprendido a base de golpes que, en sordoceguera, todo va a otro ritmo, y tengo que tener paciencia, pero estoy deseando ver todo lo que Sergio es capaz de conseguir.
“La forma en que nos comunicamos con otros y con nosotros mismos, determina la calidad de nuestras vidas”, Anthony Robbins.
Sergio, Ana y Cristina
Una increible historia de superación (un repor de 7TV Murcia)
Estrenamos en nuestra web el Informe de Valor Compartido 2017 que, por primera vez, se publica bajo el sello de Grupo Social ONCE, un novedoso concepto que representa un paso más en la unidad de nuestra labor como uno de los agentes sociales y económicos más activos en materia de personas con discapacidad.
Damos este paso precisamente cuando estamos de celebración -que queremos que compartas con nosotros-, porque la ONCE cumple 80 años. Ocho décadas que son reflejo de nuestra historia, siempre al lado de la ciudadanía, aportando lo mejor de todos nosotros pero, sobre todo, con la mirada siempre hacia adelante, en un futuro que quiere seguir innovando para afianzar nuestro modelo social.
Hemos transitado por el ejercicio 2017 con fuerzas renovadas, manteniendo nuestro espíritu para avanzar hacia sociedades mejores donde, como sabes, ponemos el foco en las personas, impulsando espacios donde los ciudadanos sean considerados sujetos de derecho, tengan o no discapacidad, estén o no en riesgo de exclusión social.
Por eso quiero destacar un logro nunca soñado por los ciegos españoles, aquellos que iniciaron esta aventura hace 80 años: el 31 de diciembre de 2017, el Grupo Social ONCE, que no es más que la suma y el compromiso de la ONCE, la Fundación ONCE y nuestras empresas sociales ILUNION, cerró con el pago de 70.625 nóminas a otros tantos trabajadores y trabajadoras. Todo un orgullo y también toda una responsabilidad, que no nos permite ni un segundo para la complacencia y nos obliga a centrar todos nuestros esfuerzos en una innovación constante en todos los ámbitos.
Somos la cuarta mayor empresa u organización por empleo en España y superamos los puestos de trabajo del sector de las telecomunicaciones o del sector de la energía, por ejemplo. Y además, de esos 70.000 empleos, 40.655 están ocupados por personas con discapacidad, nuestra razón de ser y de nuevo todo un orgullo.
Pero estos datos solo representan un medio para lograr un fin: seguir creciendo en inversión social, especialmente, educación y empleo para personas con discapacidad, conocedores que no hay nada que integre más que la oportunidad de las personas de contar con un salario digno y un empleo estable que les permita abordar su futuro con garantías.
En ese objetivo, durante 2017, desde la ONCE, su Fundación e ILUNION hemos impulsado globalmente 11.449 puestos de trabajo, de los cuales cerca de 2.000 son internos y más de 9.500 han sido creados a través de terceras entidades –especialmente empresas-, con el apoyo del Grupo Social ONCE. Permíteme aquí que destaque nuestro esfuerzo por demostrar cada día que la inclusión laboral de la discapacidad es rentable económica y socialmente –como son los 1.000 contratos indefinidos que hemos realizado a nuestros vendedores este año- pero, sobre todo, permíteme que aplauda a las empresas que se están sumando a la contratación de grandes profesionales sin tener en cuenta su discapacidad y sí sus capacidades y su talento. Gracias.
En 2017 destinamos 212,7 millones de euros a inversión en los fines sociales de la Organización, especialmente centrada en cobertura de personas ciegas y con discapacidad; a través de Fundación ONCE hemos distribuido 63,1 millones de euros en proyectos destinados a la discapacidad, en colaboración con 800 asociaciones de la discapacidad de toda España; y desde ILUNION seguimos generando empleo y, además, hemos saltado a Colombia, con la apertura de una lavandería que da trabajo a 100 personas con discapacidad del país hermano.
Todo ello no hubiera sido posible sin tu colaboración y la de cada uno de los ciudadanos a los que siempre sentimos cerca. Sin vosotros no hubiéramos llegado a cumplir los 80 años que celebraremos el próximo 13 de diciembre. Por eso, esta Organización mantiene siempre las puertas abiertas de par en par. Son puertas verdes, color esperanza, color ONCE. Pasa y súmate a nuestra acción social. Te esperamos
Miguel Carballeda Piñeiro
Presidente del Grupo Social ONCE
Dibujo y pinto desde que me alcanza la memoria. Pero es ahora, tras un tiempo de obligado paréntesis, cuando he empezado a tener la sensación de que, al fin, mi obra funciona. Y funciona porque se me escapa.
Mis primeras obras a nivel profesional no eran sino imágenes reflejo de imágenes inventadas o puro ”Neogeo”, meras construcciones mentales, en definitiva. Y, paralelamente, copias exactas de modelos humanos mediante retratos casi hiperrealistas. Retratos donde me esforzaba por imaginar cómo eran las personas para representarlas tal y como las veían los demás, ya que yo nunca pude ver lo suficiente. Debido al desgaste que esto me suponía, y llegando al límite de rozar la esquizofrenia creativa, eliminé los retratos de mi catálogo de producción pasando a disfrutar con plenitud de la abstracción más absoluta.
Con el tiempo caí en la cuenta de la importancia del modelo dentro de mi obra hasta convertirlo en algo fundamental de la misma. Pero ahora no trato de pintar a la gente tal y como la ven los demás, sino tal y como yo la veo. O quizá sería más correcto decir tal y como yo NO la veo ya que, tras una serie de desafortunados accidentes, adquirí la condición de ceguera.
El efecto es lo que hace, ha hecho y hará del Arte una parte esencial del ser humano. Mi trabajo es el resultado de la búsqueda de ese efecto. Los cambios de textura y color son los que componen el espacio e interaccionan con el modelo o directamente lo construyen, para que la imaginación participe y se inmiscuya más en la obra: ¿Qué es lo que representa? ¿A quién representa? Y ¿Cómo se representa? son preguntas ora implícitas ora explícitas que vibran junto al color. El efecto resultante no sólo es un desafío que me propongo como artista, sino que también lo traslado al espectador, ya que he tenido que llegar a no ver para atreverme a representar el mundo y las personas que se mueven en él tal y como yo los veo.
Cuando pintaba retratos al uso realizaba las obras de manera secuencial. Primero ordenaba y limpiaba el estudio hasta no dejar huella visible del último trabajo, me enfrentaba al lienzo en blanco y atacaba cada nueva pintura de manera diferente. A veces, como quien escribe una novela, surgía el momento extraordinario en el que la propia obra decidía por sí misma el camino a seguir cuan personaje de una trama de ficción, pero siempre, sin excepción, era yo quien ponía el punto final y decía “hasta aquí, ésta se acabó”. Luego volvía a empezar todo el proceso haciendo de nuevo tabla rasa.
Ahora no tan sólo he cambiado de estilo, sino que también mi proceso de trabajo es diferente: Siempre emprendo varias obras a la vez. Empiezo trabajando los fondos sin saber bien quién irá con quién. En este punto puede decirse que aún mando yo pero, a medida que van tomando forma, cada retrato va ocupando su lugar y a partir de ahí… pierdo todo control.
En principio parece haber una especie de simbiosis entre mis pinceles y cada una de las obras, hasta que parecen tomar vida propia, se comunican entre ellas y una a una van pidiendo lo que necesitan, en ocasiones quitándoselo unas a otras, intercambiando colores, formas e incluso composición… Es entonces, cuan personajes de novela, cuando toman las riendas y yo paso a ser un mero espectador de sus caprichos y derroteros. Hasta el punto de ni siquiera soy yo quien decide cuándo un retrato está acabado. Son ellos quienes concluyen cuando no tienen nada más que decir, “aquí me apeo” mientras otros pueden seguir hablando y hablando sin cesar. Es un proceso curioso, en su mayoría divertido, pero, sobre todo, mágico, muy MÁGICO.
Kelly Arrontes. Pintora
Autora del mural de 125m del Parc Científic de Barcelona
El agua es vida, mural de 125 metros en el Parc Científic de Barcelona
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Contenido - Acerca de la ONCE
Acerca de la ONCE
El compromiso de la ONCE es hacer realidad las ilusiones de miles de personas con discapacidad y de sus familias. Y todo ello (educación, empleo, accesibilidad, nuevas tecnologías, ocio, deporte...) lo logramos gracias a la solidaridad de la sociedad española que, día a día, año tras año, confía en nosotros, acercándose a los vendedores de la Organización y al resto de establecimientos autorizados para la venta de nuestros productos, conocedores de nuestra labor, sabiendo que, si nos necesita, en la ONCE y su Fundación, estaremos a su lado.
Y todo ello lo hacemos con la garantía de ser la única marca en España con el sello de Juego Responsable, con las certificaciones nacionales e internacionales más severas, y que sólo la ONCE ha alcanzado en el ámbito del juego, un aval más de la integridad de nuestra gestión.
Para más información: www.once.es