“La responsabilidad es una obligación legal, una necesidad social, una demanda creciente, una oportunidad empresarial y un valor de futuro para las empresas” asegura José María San Segundo Encinar, consejero delegado de Merco, el más prestigioso monitor que mide la calidad de las empresas que operan en España.
Son sus palabras en la presentación del monitor Merco 2015, que ha otorgado a la ONCE y su Fundación el número uno en el ránking entre las 100 empresas más responsables y con mejor gobierno corporativo de España, tras lograr ascender seis puestos en el último año.
La ONCE y su Fundación, Mercadona e Inditex son las empresas mejor valoradas en este capítulo, seguidas de marcas de tanta reputación, fortaleza y reconocimiento como CaixaBank, Iberdrola, Repsol, La Fageda, Telefónica, Ikea, y el BBVA.
Se trata de un destacado logro y un reconocimiento que demuestra el buen hacer de las gentes de la ONCE, Fundación ONCE e ILUNION, de todos y cada uno de los casi 70.000 trabajadores que cada día dan lo mejor de sí mismos para hacer de esta gran familia de la ONCE un ejemplo de actuación social, compatible con el resultado empresarial.
En los últimos años, ‘globalización’, ‘deslocalización’, ‘crisis’ o ‘cierres’ han sido términos demasiado utilizados en el entorno empresarial y han afectado gravemente a muchos trabajadores y a la sociedad en general. La pérdida de valores y principios éticos ha generado situaciones muy injustas, precisamente en esos difíciles momentos en los que más necesarios se hacían. Esos valores son los que deben primar en la empresa, como apunta San Segundo, para hacer de la debilidad una fortaleza y la respuesta a una demanda social.
Por todo ello, este reconocimiento de Merco no es sólo lograr un primer puesto en un monitor destacado y con un elevado prestigio; supone también el reconocimento de toda la sociedad a la ONCE y su Fundación, representada en quienes, con su participación, hacen posible este ránking: 1.260 miembros del comité de dirección de grandes empresas; 52 expertos en RSC; 132 miembros de ONG; 111 miembros de sindicatos; 111 miembros de asociaciones de consumidores; 100 periodistas de información económica; 160 analistas financieros; 145 ‘influentials’ y ‘Social Media Managers’; y más de 2.476 ciudadanos, así como una evaluación de la gestión en el ámbito de RSC y Gobierno Corporativo.
Más allá de una ‘puntuación’, permite dar una visión más integral de un concepto tan importante como es la responsabilidad empresarial. Como cuenta el propio San Segundo para explicar que el monitor ha ampliado de 3 a 10 el grupo de partícipes en la valoración de empresas y organizaciones, incorporando a más vertienes de la sociedad civil, algo que también beneficia a la ONCE y su Fundación, muy pegada a la ciudadanía.
La ética y la responsabilidad corporativa son los grandes retos de la empresa, coinciden todos los expertos de Merco. Para alcanzar estos fines, en la ONCE y su Fundación entendemos que el comportamiento de nuestros directivos, mandos intermedios y responsables de gestión debe orientarse por los más altos criterios de ética personal, excelencia profesional y responsabilidad organizativa, como recoge nuestro Comité de Ética y el Código Ético. Pero es que, además, hemos querido invitar a los trabajadores y trabajadoras que forman el equipo humano de la ONCE a compartir estos principios de excelencia, en la seguridad de que los valores que fomenta una organización son esenciales para su legitimidad, así como para su eficiencia y para la satisfacción de las personas que en ella trabajan.
Un año más hay que volver a la escuela y, como todos los cursos desde hace ya muchos años, los niños con discapacidad visual se preparan para ello, al igual que el resto de sus compañeros. Preparan sus mochilas -igual más grandes-, su material escolar -quizás ocupe más-, y alguno de ellos se lleva al cole sus “cacharros” -como ellos los llaman- que les ayudan a ver la pizarra o a acceder a la información del ordenador.
Estos alumnos no son diferentes por su discapacidad, tienen las mismas ilusiones y los mismos temores que el resto de sus compañeros al iniciar un nuevo curso escolar. Sin embargo, sí tienen otras inquietudes adicionales, sobre todo los que empiezan o cambian de centro: ‘¿me aceptarán mis compañeros?’, ‘¿podré jugar con ellos en el recreo?’, ‘¿mis nuevos profesores sabrán lo que es un niño ciego?’, ‘¿sabrán Braille?’, ‘¿me dejarán usar mis adaptaciones en clase?’, ‘¿les molestará mucho el ruido de la Perkins?’...
En la actualidad, más del 99% de los alumnos con discapacidad visual están escolarizados en aulas ordinarias, en su pueblo, barrio o ciudad. Para colaborar en su formación, la ONCE pone a su disposición una atención complementaria que responde a las necesidades educativas específicas derivadas de su situación visual. Para ello, cuentan con los recursos establecidos en los convenios de colaboración entre la ONCE y todas y cada una de las Administraciones Educativas de toda la geografía.
Lo más importante para la ONCE es conseguir la inclusión plena de los alumnos con discapacidad visual, no sólo en el aula, sino también en los espacios de ocio, para que tengan las mismas oportunidades que el resto de alumnos y para que, en un futuro, sean adultos plenamente incluidos en la sociedad y puedan desempeñar un trabajo y divertirse como todo el mundo.
Esta es la misión del área educativa de la ONCE, compuesta por casi 500 maestros de la Organización. Junto a las administraciones educativas y otros muchos profesionales, facilitan el día a día de los alumnos ciegos y trabajan coordinadamente con sus centros educativos y, muy importante, también con sus familias. Estos son los pilares imprescindibles de la intervención de la ONCE.
Buscamos una sonrisa en sus labios y les pedimos que se esfuercen cada día.
Por: Ana Isabel Ruiz López, Directora de Educación, Empleo y Promoción Cultural de la ONCE