“Muchísimas gracias a la ONCE y al jurado por concedernos este premio Tiflos. Estamos seguros de que ha sido una decisión difícil por la gran calidad de los trabajos presentados y, desde aquí, nuestro respeto a los compañeros de todos los medios. Es un honor para el programa Crónicas de RTVE recibir este premio porque reconoce la necesidad de dar voz a los más vulnerables y, por tanto, minoritarios. Con este premio se valora la propia esencia de TVE, que es dar voz a todos, sin ningún tipo de condición.
A Alejandro Fadón, uno de los protagonistas de “La vida en Down” le hemos pedido que nos acompañe hoy. Hay muchas cosas que podríamos destacar de él y de las personas que tienen síndrome de Down, y es que siempre están a las duras y a las maduras. Son incondicionales. Gracias a él, y a otros muchos protagonistas como él, hemos cambiado nuestra forma de mirar a las personas con Down porque, como ellos dicen, sin prejuicios y dando confianza, se genera autonomía.
La calidad es siempre la suma de todo un equipo. Aquí hay algunos miembros del equipo, otros no han podido venir porque están trabajando; pero quiero dar las gracias a todos. Y también a todos los que nos ayudaron a contar estas historias de “La vida en Down”: a Down Madrid; a Prodis; Motxila 21; Angela Bachiller, Pablo Pineda... , quien nos dijo algo muy importante: “Siento que tengo las mismas necesidades, los mismos miedos, las mismas preocupaciones, el mismo mundo interior...las formas nos cambian, pero tenemos los mismos derechos y los mismos deberes que los demás. Por eso, cuando se confía en una persona, se le enseña, se le estimula y se le dirige, esa persona puede llegar a donde sea, más alto o más bajo – depende-, no todos llegan a ser ministros”.
Por su parte, Cutxi Romero, el carismático cantante y compositor de Marea y colaborador de Motxila 21, nos recuerda en el reportaje que 'todos éramos así, éramos seres humanos con sentimientos puros y que ellos nos recuerdan lo que debe ser el ser humano: amor puro y sentimiento puro'.
Palabras pronunciadas como ganadores del Premio Tiflos 2014 (televisión) por su reportaje “La vida en Down”, emitido por Crónicas de TVE (Fátima Hernández, Mariano Rodrígo y María Tafur)
"Estoy muy emocionado por este premio, que es uno de los premios que más ilusión me ha hecho en mi carrera.
Es complicado hablar de Juanjo, que debería estar aquí. Yo lo quiero mucho, es una de las personas más increíbles que he conocido en mi vida. Ya lo contaron todo en el vídeo pero yo puedo añadir algunas cosas que sólo se pueden decir cuando ves el brillo de sus ojos y ves cómo ha aprendido a escribir en un móvil con la nariz y desplazarse en una piscina a unas velocidades únicas.
Es un chico ejemplar porque sigue soñando. Aunque a veces se deprime y es una de las razones por las que no está aquí, porque hay que tener mucha valentía para haber perdido prácticamente todo, y seguir luchando como lo hace él. Sus padres son extraordinarios porque ante la primera indemnización dijeron que no, ante la segunda dijeron que no también, porque estas ofertas eran bastante ridículas para lo que él había perdido y como responsabilidad de una empresa.
Eso es parte de lo que somos los humanos cuando queremos y somos soñadores, vibrantes, y además podemos creer en el destino.
Hay una parte que siempre recuerdo de la conversación con él: le pregunto si está triste, que si llora porque tiene derecho a hacerlo. Y me dice “no, lo que estoy es cansado”. Le pregunto: “¿qué significan los dos millones de euros?”, “Nada, no significan nada” responde él. “¿Sueñas, Juanjo?” le digo. “Claro, a veces sueño con correr”.
Y a mí me parece que eso representa lo que somos: gente que podemos, luchando, conseguirlo todo.
Le agradezco al suplemento Crónicas, para el cual trabajo, que nos permiten –a mí y a mis compañeros- hacer un periodismo diferente, único. Agradezco a las personas que todo este tiempo han creído en mi trabajo, a mi madre que falleció hace justo diez años y para mí es un homenaje justo a esto; también a Olga, que me aguantó todo este año loco; a Iñaqui, mi jefe; a Miguel Ángel, que fundó Crónica; a Idelfonso Olmedo, que soporta mis barbaridades y estos reportajes que a algunos les parecen locuras periodísticas pero que, finalmente, resultan aventuras casi literarias”
En primer lugar quería agradecer a la ONCE y a su Fundación por la convocatoria de un premio como este que reconoce el periodismo social. Un periodismo más necesario que nunca en una profesión herida por quienes la utilizan para ser cómplices del poder y satisfacer sus dudosas aspiraciones personales.
Contar historias humanas, ir más allá de la actualidad, dar voz a los que han sido acallados y, en mi caso, denunciar las graves violaciones a los derechos humanos que a diario se cometen en un país como Egipto, son tareas que no podría cumplir sin el respaldo de un periódico como El Mundo.
En 2011, recuerdo, llamé a su puerta y desde entonces me siento como en mi casa. En mitad de la grave crisis de identidad que padece nuestra profesión, es difícil encontrar un medio tan comprometido con el reporterismo y con las buenas historias.
Hace ya un año que conocí esta orquesta que ilumina la oscuridad. Me pareció admirable la fuerza con la que aquellas mujeres aprendían las partituras y los relatos de superación personales que guardaban. Las integrantes de la orquesta son madres, profesoras, universitarias... que han logrado una vida difícil de imaginar en un país donde las personas con discapacidad siguen habitando zona de sombras.
“Demostramos a diario que no somos discapacitadas, como algunos nos ven. Somos personas muy capaces”, me dijo Marwa, con la misma determinación que yo mismo había escuchado eso en casa, en boca de mi padre, la persona a la que dedico este premio: un pedagogo jubilado que ha dedicado buena parte de su vida a luchar por la integración de los discapacitados en las aulas, por hacer más habitables y menos injustos los pueblos de la Sevilla rural en los que trabajó. Un compromiso, una sensibilidad y un entusiasmo que contagió a mis hermanos y a mí.
Jamás lo olvido cuando en Egipto o Irak salgo a la calle en busca de las vidas que sufren y luchan; en busca de las voces que hacen que este oficio tenga sentido y que nos reconcilian con una profesión maltratada. Mil gracias.”
La entrega del Tiflos estaba marcada en rojo en mi calendario. Me gusta ir a Madrid una o dos veces al año. Nunca imaginé que tuviera que recoger un premio tan importante. Eso me estaba sucediendo a mí. Acudí sola, dispuesta a empaparme de las horas previas a la ceremonia.
Calor insufrible en una ciudad de vértigo. Me reconfortaba pensar que el viaje era de vuelta pero que en “el mientras” viviría algo emocionante. Soy intensa por naturaleza y vivo desde la emoción muchos de los acontecimientos en mi vida. Estos ingredientes venían aderezados por otra circunstancia: el 20 de mayo me despidieron de mi trabajo. Tras 14 años en la Cadena Ser en Vitoria, el portazo. Curiosamente iba a recoger un premio en mi nombre y en el de la empresa que 15 días después de conocer el fallo del premio no tembló a la hora de firmar mi finiquito.
Con mi vida patas arriba y las emociones a flor de piel, dudé de mi entereza. Me vi guapa en el espejo, y convencida me dije: disfrútalo. Es tuyo. Así que, con mi discurso en el bolso y tras escuchar al resto de compañeros premiados, inicié con paso firme esos metros hacia el atril. Me sentí por unos momentos como una “celebrity”. Me tembló la voz, tragué saliva y me dije que para sentirme en paz, debía reivindicar el respeto a una profesión maltratada por el desprecio de las propias empresas que quieren más por menos: reivindico un periodismo con periodistas.
De la emoción y del corazón fluyeron las palabras. A veces escribo tanto para mí que dudo del efecto que puede provocar en los demás. Las mismas dudas que tuve cuando, al realizar el reporte con Rafa, pensaba si el mensaje llegaría. Trasladar tanto lo personal a lo profesional e intentar una fusión equilibrada requiere de un trabajo extra. No sé hacerlo de otra manera.
En este reportaje, experimenté la sensación de ver, por encima de todo, desde el corazón. Rafa, el protagonista, nos guió por su vida de sombras hacia una maratón vital llena de obstáculos. La capacidad para superarlos aparca la discapacidad para afrontarlos. La mayor de las capacidades está en nosotros mismos.
Como periodista, abogo por encontrar en las pequeñas cosas, la esencia de las grandes. Esta vocación nos seguirá empujando a seguir mirando más allá. Quien solo ve, se pierde momentos irrepetibles. Estoy de acuerdo con lo que decía Saramago en su “Ensayo sobre la ceguera”: “Pienso que todos estamos ciegos. Somos ciegos que pueden ver, pero que no miran”.
Escribo estas líneas desde el dolor más calmado. Ahora estoy en paz. Ya pienso en otro reportaje, y en otro Tiflos. Espero vernos pronto. Aún tengo muchas historias que contar.
Olga Jiménez (Periodista)
Discurso como ganadora de los Premios Tiflos Periodismo 2014 (categoría radio) reportaje “Te doy mis ojos”, grabado mientras corría 10 km. junto a un atleta ciego. Emitido en la Cadena Ser Vitoria.
Un año más, la ONCE cumple su tradición de sorteos extraordinarios con el “Extra de Verano", que se celebrará el día 6 de agosto. Desde 2003, la música tiene un papel protagonista en las campañas de este sorteo extraordinario, y se ha convertido en todo un clásico con sus canciones del verano.
Las refrescantes imágenes veraniegas tienen como objetivo fomentar la participación en este nuevo sorteo para seguir logrando la confianza de los consumidores y los ingresos necesarios para cumplir los fines sociales de la Organización.
Una campaña cercana y sencilla, presente en televisión, radio, Internet, prensa y exteriores, que genera gran expectación y potencia la venta de cupones.
El nuevo ‘extra’ de verano de la ONCE se convierte así en referente de todas las loterías pasivas que existen en España, al ofrecer el mayor premio a un único cupón o a cualquier otro boleto de lotería de este tipo: 20 millones de euros.
Por ello, la campaña publicitaria reitera el mensaje de “El premio más grande de la ONCE jamás cantado”, con una música pegadiza que llama a convertirse en “multimillonario”, potenciando el tono emocional y el territorio de la marca, la ilusión.
Con esta versión adaptada en español la campaña rescata el mítico tema de Queen ”We will rock you”, cuyo ritmo sirve de hilo conductor para mostrar unas refrescantes imágenes veraniegas.
Una pegadiza letra que acompaña las típicas escenas estivales envueltas de alegría, juventud e ilusión; el espíritu de las vacaciones que puedes mantener si confías en nuestros vendedores:
“Llevas esperando
casi un año
y aquí está,
ya llegó,
es un gran pastón.
Te voy a decir,
está hecho para ti,
es un premio enorme
esto no tiene fin.
MULTIMILLONARIO”
Ya sabes: “Extra de verano de la ONCE: 20 millones de euros, el premio más grande de la ONCE jamás cantado”. ¿Tienes ya tu cupón?
El compromiso de la ONCE es hacer realidad las ilusiones de miles de personas con discapacidad y de sus familias. Y todo ello (educación, empleo, accesibilidad, nuevas tecnologías, ocio, deporte...) lo logramos gracias a la solidaridad de la sociedad española que, día a día, año tras año, confía en nosotros, acercándose a los vendedores de la Organización y al resto de establecimientos autorizados para la venta de nuestros productos, conocedores de nuestra labor, sabiendo que, si nos necesita, en la ONCE y su Fundación, estaremos a su lado.
Y todo ello lo hacemos con la garantía de ser la única marca en España con el sello de Juego Responsable, con las certificaciones nacionales e internacionales más severas, y que sólo la ONCE ha alcanzado en el ámbito del juego, un aval más de la integridad de nuestra gestión.