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El pasado seis de agosto, en la Feria del Libro de A Coruña, se nos presentó una oportunidad única para tender puentes y demostrar que la discapacidad visual no es un obstáculo insalvable, sino una condición que, con las herramientas adecuadas, permite llevar una vida plena y en igualdad de condiciones. Bajo este espíritu, organizamos "La vida del libro braille", un evento pensado para enseñar y sensibilizar sobre la importancia de este sistema de lectoescritura en la vida de las personas con discapacidad visual.
Desde el primer momento supe que este evento no sería una experiencia ordinaria. Como promotora braille en Galicia, he tenido la oportunidad de compartir el valor de este sistema con muchas personas, pero esta ocasión fue particularmente significativa. El taller no solo ilustró la historia y evolución del braille, sino que también buscó despertar en el público una mayor conciencia sobre su relevancia.
Nuestro taller tuvo lugar por la tarde, en un ambiente cargado de curiosidad y expectativa. Asistieron personas de todas las edades, desde niños hasta adultos mayores, todos deseosos de aprender algo nuevo. Para facilitar la comprensión y hacer el taller más didáctico, lo dividimos en dos partes, abordando tanto los aspectos históricos como los prácticos del braille.
En la primera parte, realizamos un viaje en el tiempo, mostrando cómo el libro braille ha evolucionado desde sus humildes orígenes hasta convertirse en una herramienta indispensable para la comunidad con discapacidad visual. Recordamos cómo, en épocas pasadas, leer un libro en braille significaba armarse de paciencia y destreza manual, ya que se utilizaban punzones para escribir punto a punto. También compartimos detalles que sorprendieron a los asistentes, como el hecho de que las personas ciegas cosían las páginas de sus propios libros. Fue emocionante ver las expresiones de asombro al mostrar auténticas reliquias braille, algunas de las cuales aún conservan ese característico olor a historia que solo los libros antiguos poseen.
A medida que avanzábamos, explicamos cómo la tecnología ha revolucionado el acceso al braille, permitiendo la impresión rápida y precisa de textos sin necesidad de los métodos manuales antiguos. Este recorrido histórico sirvió para contextualizar la importancia de las tiflotecas, bibliotecas especializadas que conservan y facilitan el acceso a estos valiosos materiales, los cuales la ONCE facilita a las personas ciegas que pertenecen a la organización.
La segunda parte del taller fue más interactiva. Nos acercamos al braille de manera práctica, explicando en qué consiste, cómo se lee y en qué ámbitos resulta vital para nosotros. Propusimos un juego en el que los asistentes, con los ojos vendados, debían adivinar frases escritas en braille. La experiencia fue reveladora para muchos, quienes comprendieron, aunque solo por un instante, el desafío que representa leer sin ver.
Durante el evento, conté con la valiosa colaboración de Ángel Vázquez, un profesional de la Unidad de Adaptación Documental de la Delegación Territorial de la ONCE en Galicia, así como con la de varias personas ciegas, afiliadas a la ONCE, que participan en el Club Braille de A Coruña. Juntos, logramos crear un espacio de aprendizaje y reflexión, donde las preguntas surgieron de manera natural y el diálogo fue fluido y enriquecedor.
El propósito de esta actividad fue claro: enseñar y sensibilizar. Queríamos que las personas sin discapacidad comprendieran no solo nuestro código de lectoescritura, sino también cómo hemos evolucionado para lograr una mayor inclusión. Queríamos demostrar que la tinta y el braille pueden convivir juntos, y que es esencial que así sea, para construir una sociedad más accesible y justa para todos.
Al finalizar el taller, sentí una profunda satisfacción. No solo porque habíamos cumplido con nuestro objetivo de educar y sensibilizar, sino porque pude ver cómo, en los rostros de los asistentes, se reflejaba una nueva comprensión y respeto hacia el braille y hacia las personas que lo utilizamos.
Corina Alfonso Mañá
Promotora Braille de Galicia
Recuerdo con cariño mi época como judoca. Con 13 años, me propuse sacar lo mejor de mí en el deporte a pesar de la Amaurosis Congénita de Leber que me diagnosticaron de pequeña. Tras entrenamientos y mucho empeño, logré una medalla de oro en un Campeonato de España de Judo Paralímpico, fue un día inolvidable que recordaré con mucho cariño. Desde que empecé a entrenar me di cuenta de todo lo que el deporte nos da y puede dar, porque no son solo los entrenamientos o las competiciones, para mí, fue un aprendizaje de vida y una forma de demostrarme que no había meta que no pudiera alcanzar, como, por ejemplo, convertirme en Fisioterapeuta. Con mi historia quiero mostrar que si nos lo proponemos, podremos conseguirlo.
Este año tuve el privilegio de poder participar en la celebración del Día de la Mujer en la Unidad Terapéutica de Topas, la Cárcel de Salamanca. Ese día fue único, impregnado de esperanza y motivación gracias al poder del deporte. Junto a María Perrino Peña, salmantina y miembro de Junta Directiva de la Federación Española de Boxeo, y Marta García Rincón, deportista también salmantina que compite en halterofilia, nos unimos para compartir nuestras experiencias y transmitir un mensaje de superación a quienes están en proceso de rehabilitación.
La invitación a participar en este evento tan especial, cortesía de Carmen Cabrera Benito, Presidenta de la Asociación Tierno Galván, nos llenó de gratitud y responsabilidad. Sabíamos que estábamos frente a una oportunidad única para impactar vidas, para sembrar esperanza en aquellos corazones que quizás habían perdido la fe en sí mismos.
Durante nuestra charla, destacamos algo que nos unía profundamente: ninguna de nosotras había experimentado discriminación en nuestro camino deportivo. Esto, más que un privilegio, era un testimonio del progreso que se está haciendo en términos de igualdad de género en el deporte. Somos conscientes de que aún hay desafíos por superar, como la conciliación deportiva. Pero seguimos avanzando, pues hace tan solo unos meses se anunciaba la equiparación de oportunidades entre el deporte olímpico y paralímpico.
A unos días de comenzar los Juegos Paralímpicos de París 2024, no puedo evitar recordar ese día, pues vimos como el deporte puede hacer tanto. Nos emocionó profundamente ver cómo nuestras historias resonaban con los presentes en la unidad terapéutica. En sus ojos encontramos la chispa de la esperanza, la certeza de que, sin importar cuán empinada sea la montaña, siempre hay una cima por alcanzar. Nuestros éxitos y nuestras caídas se convirtieron en un espejo en el que cada uno podía reflejarse, encontrando en ellos la fuerza para seguir adelante.
El clímax del evento llegó con una sorpresa inesperada: los reclusos nos obsequiaron con cuadros hechos a mano, representando nuestras disciplinas deportivas. Aquellas obras de arte no eran simplemente producto de habilidades artísticas, sino la materialización del agradecimiento y la admiración de quienes, desde la distancia, nos apoyaban en nuestro camino.
La celebración del Día de la Mujer en la Unidad Terapéutica de la Cárcel de Salamanca fue mucho más que una conmemoración; fue un recordatorio tangible del poder transformador del deporte y del papel crucial que las mujeres desempeñamos en este ámbito. Nos dimos cuenta de que, gracias al esfuerzo conjunto de instituciones, organizaciones y figuras destacadas del deporte femenino, estamos construyendo un futuro más inclusivo y equitativo para todas las personas, sin importar su género o circunstancias.
Cada palabra compartida, cada abrazo sincero, cada mirada llena de esperanza nos recordó que, juntos, podemos superar cualquier obstáculo. Que el deporte no solo fortalece el cuerpo, sino también el espíritu. Que, en la unión y la solidaridad, encontramos la fuerza para escribir nuevas historias, donde el pasado no define nuestro destino y el presente es solo el inicio de un camino lleno de posibilidades.
Gracias a cada persona que hizo posible este encuentro, a cada corazón que se abrió para recibir nuestras palabras, a cada mano que trabajó para pintar nuestros sueños en lienzo. Que este día sea solo el comienzo de una transformación profunda y duradera, donde el deporte y la igualdad de género se entrelacen para tejer un futuro más brillante para todos.
Tatiana Moreiro Peña
Responsable de Coordinación y Talento de la Escuela Universitaria de Fisioterapia de la ONCE
Exjudoca de la Federación Española de Deportes Para Ciegos
Cuando me pongo a escribir sobre nuestro viaje a Bruselas no sabría por dónde empezar; fueron dos días intensos en los que un grupo de unas 60 personas de la ONCE de muchos rincones de España viajábamos al Parlamento Europeo para mostrar algo que, puede parecer un pequeño detalle, pero para nosotros es un gran cambio, el código QR para hacer unas elecciones accesibles.
Mi viaje, nuestro viaje comenzaba en Asturias, desde donde íbamos un total 5 personas en representación de nuestra delegación. La primera parada fue Madrid, donde tuvimos una jornada en la Oficina del Parlamento Europeo en España. Allí conocimos a los miembros de las demás delegaciones que nos acompañarían en este viaje.
A la mañana siguiente, bien tempranito, pusimos rumbo a Bruselas con parada directa en el Comité Económico y Social, donde, además de tratar temas de mucho interés en una mesa redonda, se abordaron cuestiones como el voto accesible y la Tarjeta Europea de Discapacidad. También nos explicaron el funcionamiento interno y las funciones de cada uno de los órganos representativos en Bruselas, para poder hacernos un pequeño esquema en la cabeza.
Ese mismo día tuvimos la oportunidad de compartir la comida con nuestra paisana Remedios Bordiú Cienfuegos-Jovellanos, la directora de la Oficina Regional de Asturias en Bruselas. Con ella, pudimos tratar aspectos muy interesantes sobre el trabajo que se hace desde Bruselas para el impulso de medidas que beneficien a la discapacidad. También tuvimos ocasión de compartir nuestras inquietudes e intereses, así como hablarle un poco de las últimas acciones que estamos llevando a cabo desde el Grupo Social ONCE en Asturias. Fue un encuentro muy productivo en el que establecimos futuras líneas de colaboración y agendamos encuentros para seguir trabajando juntos.
Tras una intensa jornada de trabajo y viaje nos fuimos a descansar -previo paseo obligado por la Gran Place- pues el día siguiente era crucial, presentábamos el código QR para hacer unas elecciones accesibles para todos y todas. A la mañana siguiente nos desplazamos directamente al Parlamento Europeo; allí, nos llamó la atención un gran cartel que rodeaba la fachada del edificio del parlamento que ponía “#Useyourvote 6-9 June 2024. European Elections”. La verdad es que el motivo nos venía que ni pintado: veníamos a hablar de elecciones accesibles y ¿qué mejor momento para hacerlo?
Primero tuvimos una mesa redonda en una sala espectacular, en forma de semicírculo, donde te podías sentir importante solo por estar allí sentado. Tratamos con los eurodiputados que nos recibieron, de manera muy cercana, para interesarse por cómo ejercer nuestro derecho al voto en intimidad y con autonomía propia. Allí mismo, veríamos a Susana Solís Perez, eurodiputada asturiana que, además, tuvo la amabilidad de tomarse una foto y compartir un ratito con nosotros.
Tras la mesa redonda llegó el plato fuerte; vinieron 15 eurodiputados a compartir este momento con nosotros. A todos nos entregaron un sobre cerrado que indicaba que no lo podíamos abrir hasta que nos lo dijeran y, estaba acompañado por un antifaz. Llego el momento, Barbara Palau, consejera general del Grupo Social ONCE empezó a hablar y nos indicó que nos pusiéramos los antifaces, aunque a alguinos no nos hacía mucha falta, ja ja ja la verdad... Inmediatamente todos los hicimos, eurodiputados incluidos. Ahora, nos proponían un juego... sacar la papeleta amarilla, ¡sin ver! Los murmullos, las preocupaciones y las risas se apoderaron de la sala... elegimos nuestra papeleta y nos indicaron que nos quitáramos el antifaz. Lo cierto es que no hubo mucha sorpresa, casi nadie había sacado la papeleta amarilla, apenas 3 personas... ¡de unos 60!
Ese momento fue muy ilustrativo para los eurodiputados que allí había. Para nosotros, al fin y al cabo, es nuestra realidad. La reivindicación del voto accesible en el Parlamento Europeo supone un gran avance para visibilizar de una de las barreras que actualmente existe para las personas con discapacidad visual, como es el hecho de que no podamos ejercer nuestro derecho al voto con autonomía y privacidad.
Además, la manera en que se hizo permitió que, por un pequeño instante, los eurodiputados se pusieran en nuestro lugar y comprobaran que, lo que para ellos es una tarea sencilla, resulta imposible cuando estás privado de la visión. Espero que, en un futuro próximo, todos los esfuerzos que, como este, se están realizando para sensibilizar en materia de inclusión social, prosperen y lleguemos a tener una Europa más igualitaria y más justa para todas las personas, pero sobre todo para aquellos que lo tienen más difícil.
Tras esta exitosa demostración, nuestro viaje llegaba a su fin, no sin antes pasar por la REPER, Representación Permanente de España en Europa, donde nos recibieron con mucho cariño y pudimos seguir tratando los temas importantes que nos afectan a las personas con discapacidad en Europa.
En definitiva, ha sido un lujo de viaje, tanto a nivel personal como laboral. Ha sido una gran oportunidad de la que me siento muy agradecida.
Aurora de Lera Riesgo
Vocal del Consejo Territorial de la ONCE en Asturias
Hola, soy Verónica y, si bien soy profesional de educación en la ONCE, especializada en la intervención en alumnado con discapacidad visual y sordoceguera, hoy me asomo a este blog para contar las experiencias personales que han impulsado mi amor por los libros, así como mis emociones como autora novel de una novela, ahora que tenemos tan cercana la celebración de la Feria del Libro de Madrid.
Nací en París hace unos tantos años y allí viví muchos periodos vacacionales de mi vida con mi abuela materna. Desde pequeña he sentido pasión por la lectura y la escritura y, cuando el ritmo de vida y las obligaciones familiares me lo permiten, intento tener siempre un libro de lectura en mis manos. Según fui creciendo y, gracias al amor y al ejemplo que recibí de algunas personas cercanas, fui descubriendo que una de las cosas que más me llenaba era el contacto y servicio a los demás.
Tuve la suerte de entrar a trabajar en la ONCE y ejercer como pedagoga. Desde entonces he tenido la oportunidad de asumir distintos perfiles y, actualmente, compatibilizo mi trabajo como orientadora de alumnos con sordoceguera con la coordinación del servicio de Formación de profesionales del Centro de Recursos Educativos de la ONCE en Madrid.
Hace unos años sufrimos una pandemia que nos arrebató a todos muchas cosas. La más importante, la vida de muchos seres que, sin poder despedirse de sus familiares, fueron trasladados a un hospital para morir en el silencio. Esas imágenes tan duras, que ilustraban las noticias de cada día, hicieron que me pusiera en marcha y escribiera este libro, dedicado a mi abuela y, por ende, a todas esas personas cuyas vidas quedaron en el tintero.
“Lágrimas del amor” es mi primera novela y en ella se mezclan muchos sentimientos y hechos socioculturales del siglo XX. Albertine es su protagonista y nos cuenta cómo afrontaron la vida sus abuelos, sus padres -y la suya propia-, en un entorno marcado por dos Guerras Mundiales y sus efectos colaterales. Momentos agridulces pero contados desde el respeto y con el corazón.
Desde que lo publiqué, he tenido la suerte de poderlo presentar en muchos lugares de España. Pero si tuviera que calificar cómo han sido dichas experiencias, no podría dejar de poner en alto que lo más gratificante siempre ha sido y es los momentos en que lo he presentado en algunas sedes de la ONCE, como las ubicadas en los barrios madrileños de Ciudad Lineal, Carabanchel, Tetuán o en la localidad de Getafe; lugares en los que me siento como en casa y donde he podido unir mis dos pasiones, la lectura y el servicio a los demás.
Han sido encuentros con un grupo de lectores que, tras leer el texto en braille o en sonoro en los clubes de lectura para personas ciegas de la ONCE, escuchaban mi presentación con un espíritu gratuito, crítico y constructivo. Encuentros preciosos donde cada uno, desde sus vivencias, nos hacía al resto partícipes de sus opiniones y sus experiencias.
Y es que, sin duda, leer y nutrirse de lo que en los libros se cuenta, es una fuente de enriquecimiento personal que nos muestra la historia y nos permite aprender a ser mejores personas. Leyendo, compartiendo y disfrutando de y con los demás.
Verónica Soudant
Orientadora de alumnos con sordoceguera
Coordinadora del servicio de Formación de profesionales del CRE de Madrid
¿Imaginan un mundo donde no existiesen barreras para que todas las personas pudieran acceder en igualdad de oportunidades a servicios, bienes y productos, también en Internet? La accesibilidad permite lograrlo, por lo que es necesario el compromiso de todos los implicados y, en este Día de Internet, reivindicamos que es posible.
En el día a día las personas con discapacidad visual nos enfrentamos en multitud de ocasiones a problemas y barreras de accesibilidad a la hora de acceder a un bien, a un producto, a un servicio, en la parte más cotidiana y también en la parte profesional. Es cierto que se ha avanzado mucho, por supuesto, pero queda un largo camino para seguir avanzando.
Desde la ONCE, tenemos clara la importancia de seguir trabajando, tanto interna como externamente, para conseguir que los profesionales, los estudiantes, la sociedad en general, entienda qué significa un diseño universal para todos apoyado en la accesibilidad.
Un diseño que permita que las personas con discapacidad visual podamos acceder en igualdad de oportunidades al resto de la población. Es decir, que tengamos las mismas oportunidades de poder consultar una página web, acceder a una aplicación móvil o a manejar un dispositivo convencional.
¿Te has planteado cómo usa el móvil, el ordenador u otros dispositivos una persona con ceguera o deficiencia visual grave? Gracias a la tecnología accesible es posible, desde conocer detalladamente la descripción de la última foto de Instagram hasta poner la lavadora o leer el ticket de la cuenta de una cena con amigos.
La ONCE cuenta con un gran equipo de profesionales y con el Centro de Tiflotecnología e Innovación (CTI), que, entre otras, muchas tareas, trabaja para sensibilizar y asesorar a entidades públicas y privadas sobre cómo abordar la accesibilidad.
Desde el CTI, además de dar servicio a las personas ciegas, por ejemplo, con el desarrollo de aplicaciones específicas, intentamos fomentar el conocimiento sobre la accesibilidad con evaluaciones de aplicaciones móviles o de páginas web que ponemos a disposición a los encargados de esas aplicaciones. Aconsejamos y orientamos en el desarrollo accesible y también ofrecemos charlas formativas a institutos, centros de formación -algunos se acercan y en otros caso vamos nosotros-, e intentamos concienciar sobre la importancia del desarrollo accesible y de la utilización de los productos de apoyo por parte de las personas con discapacidad.
En este marco, y con motivo del Día Mundial de Internet, que se conmemora el 17 de mayo, vamos a celebrar el 21 de mayo a las 12:00 horas un webinar abierto a nivel nacional con el título ‘La tecnología rompe barreras’, en el que veremos cómo las personas con discapacidad podemos interactuar perfectamente con la tecnología siempre que esté diseñada de forma accesible desde el principio.
El objetivo del encuentro es sensibilizar a estudiantes y profesionales de los campos tecnológico y educativo sobre cómo la tecnología accesible ayuda a las personas con discapacidad visual a ser más autónomas.
Únete, te esperamos en este encuentro para demostrar que la tecnología accesible construye una sociedad mejor.
Carmen Millán
Directora de Autonomía Personal, Tecnología y Accesibilidad y del Centro de Tiflotecnología e Innovación (CTI) de la ONCE
Contenido - Acerca de la ONCE
Acerca de la ONCE
El compromiso de la ONCE es hacer realidad las ilusiones de miles de personas con discapacidad y de sus familias. Y todo ello (educación, empleo, accesibilidad, nuevas tecnologías, ocio, deporte...) lo logramos gracias a la solidaridad de la sociedad española que, día a día, año tras año, confía en nosotros, acercándose a los vendedores de la Organización y al resto de establecimientos autorizados para la venta de nuestros productos, conocedores de nuestra labor, sabiendo que, si nos necesita, en la ONCE y su Fundación, estaremos a su lado.
Y todo ello lo hacemos con la garantía de ser la única marca en España con el sello de Juego Responsable, con las certificaciones nacionales e internacionales más severas, y que sólo la ONCE ha alcanzado en el ámbito del juego, un aval más de la integridad de nuestra gestión.
Para más información: www.once.es