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Han pasado dos días. Cómo la echo de menos. La sigo buscando por casa porque ella me seguía por todos los rincones. Me ha seguido durante dos meses por aquellas casualidades que la vida te pone por delante y te ponen a prueba. Y así me siento, con una prueba superada, una misión cumplida ahora que se ha marchado.

Porque desde el principio sabía que la perra tenía que marchar. Estoy muy contenta de que esté encaminada de nuevo, porque había un riesgo muy importante de perderla. La semana del confinamiento coincidió que yo tenía dos días libres pero se convirtieron en colaborar en poner en marcha la atención desde casa a las personas ciegas y organizar el trabajo desde casa como toda la ONCE.

Recuerdo aquellos días con lluvia y muy nublado en Alicante. El lunes 23 de marzo estaba enloquecida con llamadas, conexiones, ordenadores, coordinando a mi equipo y, de repente, recibí la llamada de María Jesús, nuestra directora de la Fundación ONCE del Perro Guía (FOPG). Ella me explicó que teníamos una situación de urgencia con un cachorro en la zona de Alicante, porque la familia de acogida no podía seguir teniendo a la perra por una situación inesperada de salud. No sabíamos si buscar una protectora, otra familia o qué hacer. No me podía creer lo que me estaba contando, mientras estábamos confinados. Lo primero que pensé es que me la trajeran a casa y ya veríamos lo que podíamos hacer.

Bina tumbada en el suelo mirando a cámaraCreía que era un cachorrito labrador de cuatro meses y medio, que me esperaba un osito de peluche; pero cuando me la trajeron desde la protectora me encontré una perra grande, negra y asustada. El propio chico de la protectora, Raúl, me observó tan desbordada que se ofreció a ayudarme en lo que necesitara. Nunca había tenido un perro, y menos un futuro perro guía.   

Con toda la responsabilidad del mundo empezó nuestro camino juntas y a mi me tocaba darle de comer, cepillarla, sacarla a pasear, cuidarla, darle las pastillas de desparasitación... Todo ello fue posible gracias a Ana, la supervisora de cachorros de la FOPG, y a Mario, el veterinario más profesional que me he podido encontrar.

Y así fueron pasando los días, en los que yo recibía todo el cariño que Bina me daba. Lo he hecho lo mejor que he sabido, con entrega, con pasión, y con un agradecimiento que ahora lo veo incalculable porque llegó en un momento muy difícil. Hasta me percaté que a las 7 de la mañana cuando la sacaba a pasear, yo era la persona más feliz del mundo incluso con el barrio vacío y triste por el confinamiento.  

Me interrumpía mis momentos duros de trabajo y me hacía que saliera una sonrisa, una caricia, un breve momento de juego. Recuerdo que tuvimos unos días de estrés cuando ella se puso malita de la tripa y me tocó darle medicación. Me preocupé tanto que prefería que me pasara algo a mí antes que a ella. Ha imperado mi generosidad, incluso por las noches que no se encontraba bien.

Bina revolcada por el suelo patas arribaHa sido una experiencia irrepetible, que volvería a hacer. Esto es como el primer amor. Creo que nada sería igual con otro perro, pero no puedo decir de este agua no beberé, porque ahora que lo he vivido y sentido, entiendo la situación de las personas que tienen a su mascota en casa durante años y la pierden.

He descubierto de lo que soy capaz y me ha servido de terapia y compañía. Ahora pienso que estos dos meses hubieran sido mucho más duros para mi sin ella, porque me ha ayudado hasta en los momentos en los que yo estaba más triste.

Me ha hecho ser mucho más sociable con cualquier ciudadano. Ahora que se ha marchado a Madrid todo el mundo me saluda y me pregunta por ella. Pero me queda su recuerdo y se me ilumina la cara cuando hablo de esta experiencia. Espero que seas una perra feliz y cuides a esa persona ciega a la que guíes, como me has cuidado a mi. Te echaré de menos Bina.

Belén

Categorias: Perro Guía

Arrancar de la noche a la mañana, con toda la ilusión por comenzar de nuevo no es fácil; de hecho, es como salir de una hibernación con un larguísimo desperezamiento capaz de remover las articulaciones y los tendones más insospechados, para soportar el nuevo y gran esfuerzo al que se van a someter.

Así es arrancar el centro de la envergadura del Centro Logístico y de Producción de Productos de Juego de la ONCE tras casi dos meses y medio de parada, esta imprenta del cupón a la que muchos llaman la fábrica de la ilusión. No es tarea fácil, pero sí apasionante.

Y empezamos por la fotomecánica, procesando los millones de bits que compondrán las imágenes de los siete sorteos semanales, del 15 al 21 de junio, con los que los vendedores de la ONCE devolverán la Ilusión a todos los rincones de la geografía española. Será una ardua tarea, que casi fundirá el prisma láser que, girando a 45.000 rpm (revoluciones por minuto) formará la imagen de las planchas “offset” a introducir después en las rotativas.

Mientras, estas dos grandes máquinas de prensa comenzarán a desplazar sus más de 170 rodillos movidos a su vez por millares de engranajes, correas y árboles de transmisión, todos conjuntados  para engullir 200 kg de tinta y 300 kilómetros de banda de papel, eso sí, papel respetuoso para el medio ambiente procedente de bosques certificados y tintas base agua o sin alcohol. Porque, aunque iniciemos una nueva normalidad, lo normal será que no abandonemos las buenas costumbres.

Desperezar a las seis líneas de acabado, donde la banda de papel -ya impresa en rotativas- se convertirá en los “topes” o paquetes asignados a los vendedores de la ONCE y puntos de venta autorizados será y es, igualmente, una ardua tarea. En cierta forma, estas líneas de acabado parecen reproducir el acuerdo y la concordia tan necesaria en estos momentos. Cada línea de acabado se alarga 25 metros de longitud y se compone de diversas máquinas alemanas, suizas, italianas y japonesas, a las cuales allá por el año 2000 les enseñamos un idioma común para entenderse a la perfección.

En este proceso será cuando la banda de papel se revise, inspeccionando que cada código y número impreso en el cupón concuerda con el complejo fichero de numeración, analizando cerca de 2.500 dígitos por segundo. Revisada la numeración,  las cuchillas de la cortadora seccionarán la banda de papel con suma precisión cada 20 cupones, enviando cada pliego cortado al acumulador hasta componer el paquete o “tope” correspondiente a un vendedor.

Una vez formado el paquete, centenares de ruedas de transporte y el viento lo girarán y transportarán encaminándole a la zona de etiquetado y comprobación para, justo después, envolverlo y acumularlo en la salida, donde uno de los oficiales que gestionan la línea de acabado realizará un muestreo o última revisión, asegurando que el tope es correcto.

Ese tope, correspondiente a uno de los sorteos de la semana del 15 al 21 de junio, se ubicará en una jaula junto al resto de sorteos de la semana, dispuesto para que, en la fase posterior del preparado del paquete de vendedor, sea embolsado con los demás productos correspondientes a un único vendedor, tales como el resto de sorteos pasivos de la semana, libros de lotería instantánea, publicidad y diversos productos higienizantes a fin de que el vendedor realice su tarea con total seguridad.

A partir de ahí, la logística se encargará de hacer llegar cada paquete al punto de la geografía española donde esté el vendedor, en cualquier rincón de nuestro país, con un detallado diseño de reparto.

Como no podía ser de otra forma la “deshibernación” de toda la maquinaria del Centro Logístico y de Producción de Productos de Juego de la ONCE, de nuestra “Fábrica de la Ilusión” ha sido y es posible a gracias a la reincorporación de los más de 100 trabajadores que asisten con gran profesionalidad a estos procesos de producción. En estos días no podremos observar sus sonrisas pero, seguro que tras las mascarillas que cubren sus rostros, la ilusión será la emoción más radiante que ocultan.

 

Jesús Rodríguez Ibáñez
Director Técnico Imprenta de la ONCE
“La fábrica de la Ilusión”

Categorias: Juegos ONCE

Extraños. Raros. DIFERENTES. Así es como se les define a aquellos que han sufrido acoso o ciberacoso escolar, la excusa que venden para justificar que les hayan puesto una diana en la espalda ¿Pero por qué? ¿Qué es aquello que los hace tan “diferentes”?

Esta pregunta ha resonado en la cabeza de las víctimas al menos una vez en su vida; yo misma me lo he planteado en cientos de ocasiones, pero la respuesta a la que llego siempre es la misma: — “Cualquier cosa”.

Es cierto que la tasa de acoso entre la población ciega, sorda, o con otras discapacidades físicas y cognitivas de cualquier tipo sigue siendo muy elevada, pero también el físico, la personalidad, los gustos, las aficiones, la familia, lo que haces, lo que dices o lo que escuchas, son motivos suficientes para que detone la bomba; y en la mayoría de los casos nunca se sabrá por cuál de ellas fue.

...Al menos en mi caso aun es una incógnita...

Pero no nos equivoquemos, porque si lo pensamos ¿Acaso somos clones? ¿Seres artificiales programados para tener los mismos patrones de comportamiento? ¡Cada persona es un mundo! Puede que la diferencia sea el detonante, pero si cavamos mucho más hondo, descubriremos que la raíz del problema no se encuentra en ella, sino en el concepto que tenemos de “lo normal”. Los niños son como esponjas, a través de la observación, aprenden a enfrentarse al mundo, pero si no tenemos cuidado, podemos generar en ellos una idea equivocada de cómo deben actuar ante lo que no comprenden.

 

Porque lo desconocido despierta en nuestro interior una inseguridad que nos incomoda, y para poder quitarnos esa sensación del cuerpo, muchas veces optamos por hacer lo que nos resulta más sencillo: evitarlo. Y esto es un error. Al final la clave se encuentra en la educación. Desde que son pequeños debemos enseñarles a aceptar y no a discriminar; porque un niño que entienda lo que es la discapacidad, podrá respetar a un compañero ciego y convivir con él con total normalidad.

Los niños merecen sentirse protegidos, encontrarse a ellos mismos y crecer sin miedo a ser juzgados ¡Podemos ofrecerles un mundo así! Pero no es solo cuestión de los padres y de los profesores. La única manera de conseguir un cambio, es con la ayuda de todos.

Nidia Represa @nidiaenlared
Escritora, autora de “Bajo mi piel”, un relato en primera persona del acoso escolar.

 

Categorias: Educación

Hola soy Vincent. Desde octubre pasado, hace apenas medio año, soy los ojos de David.

Desde ese momento no hemos parado de ir de aquí para allá hasta que un tal Covid-19 o coronavirus ha hecho que nos encerremos en casa. Y fijaos, lo que parecía un periodo vacacional, está provocando momentos preciosos. Os preguntaréis ¿Qué estoy haciendo estos días?... y como me lo preguntan muchas personas, pues os lo cuento aquí.

Todos los días, a excepción de domingos, hacemos obediencia, ¿Cómo es esto? Muy sencillo colegas y humanos, son esas órdenes de sienta, échate, tumba, ven aquí … porque todavía soy un perro joven y sigo aprendiendo. Eso sí, después de hacerlo bien, me da muchas rascadas detrás de las orejas, una caricia en el lomo pero, como apenas hacemos grandes movimientos, pues no caen tantas chuches.

Además de estas obediencias hacemos prácticas por la casa y especialmente en las escaleras; entre nosotros, a David le viene bien porque ha cogido algo de peso con esa comida que huele tan bien, pero que no me dan nunca. Hace unos días se estaban zampando algo que llaman torrijas¡¡¡


También salimos a hacer mis necesidades a la calle y yo, que soy muy curioso, me he fijado que la mayoría de humanos llevan bozal. Siempre me acerco a una zona con hierba y tierra que me gusta. Además, aprovechando esos momentos vamos a comprar las medicinas, al supermercado, al quiosco o a la panadería a por el pan ya que, por culpa de ese tal coronavirus, no se puede estar mucho en la calle. El resto del día lo paso jugando con mis mordedores o mi tía Lassy, sin duda una buena compañía y compañera de juego.

Otro de los buenos momentos es el juego del escondite ¿Sabéis jugar? Yo me quedo tumbado en mi cama y David se esconde. Luego me llama para que comience su búsqueda pero, con mi buen olfato, no se me escapa por mucho tiempo. Es muy divertido.

Y tengo que deciros algo importante. Aunque soy muy listo y me he entrenado muy bien para ser el mejor perro guía del mundo, todavía no sé cuánto son dos metros, la distancia que he oído que se tiene que guardar durante dure este confinamiento así que, si nos ves, hazme un favor y distánciate un poquito, y así haremos las cosas bien vosotros y yo.

Como dice David, el esfuerzo de cada día es un paso para la victoria y para que el dichoso virus pase a la historia.

 

Hasta otro día,

Vincent, perro guía.

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Categorias: Perro Guía

Fue el escritor ciego, Jorge Luis Borges quién dijo aquello de somos lo que leemos, y es indudable que, en buena medida, así es. La lectura, con todos los beneficios que aporta al ser humano, se constituye en elemento esencial de desarrollo personal y social. Leer en las distintas etapas de la existencia conforma todo un plus de recursos y estrategias, útiles sin ninguna duda, para una mejor disposición a la hora de afrontar las dificultades, cualesquiera sean, también las derivadas de la pérdida acusada de visión.

Por eso, en estos tiempos inciertos, tal vez imaginados en distopías y relatos de ciencia ficción, pero poco previsibles, la compañía de los libros se hace especialmente necesaria incluso, diríamos, afortunada.

A lo largo de la historia, la lectura ha sido practicada también en situaciones extremas, siendo conocidos los esfuerzos por no dejar de leer ni siquiera en lugares como pudieron ser los campos nazis de exterminio, y es que leer acompaña frente a la soledad o el aislamiento. Disponer de un libro en el Ártico o en algún desierto, ya sea para leerlo, o para recoger en él la crónica de lo ocurrido en forma de diario, son claros ejemplos de esta certeza.

Más aún, leer se alínea con el ansia del ser humano por la libertad. De otra manera, ¿Qué sentido tendrían tantos esfuerzos de los tiranos por quemarlos? Conocida es la profética frase que dijera, en el siglo XVIII, el poeta alemán Heinrich Heine: ”Allí donde se queman libros, se termina quemando a los hombres “.

Así pues, convencidos de que la lectura se constituye en fuente de acompañamiento y libertad, la ONCE se reafirma en facilitar a las personas ciegas o con discapacidad visual grave, ese camino que conduzca hacia la meta de la lectura, bien para afrontar el currículo educativo, los requerimientos de acceso al empleo o para el disfrute y el entretenimiento. Y lo hacemos, siendo conscientes de las circunstancias extraordinarias en las que nos encontramos, pero sin cejar en nuestro empeño.

Por tanto, y a pesar de las dificultades, ahora que nuestros compañeros no pueden vender la ilusión en las calles; que nuestras impresoras 3D que habitualmente realizan relieves para que sepamos cómo son ciertas figuras, están fabricando máscaras para proteger a los profesionales de hospitales, residencias; o que todo lo estamos haciendo con menos medios y desde casa… nos hemos adaptado y continuamos actualizando nuestra Biblioteca Digital ONCE (BDO) con nuevos títulos, tanto en braille como en sonido; atendemos de forma prioritaria, como siempre hemos hecho, las demandas de nuestros estudiantes, que necesitan sus libros al ritmo que marcan las clases a distancia; a través de la página web de la Fundación ONCE de Ayuda a América Latina (FOAL), hemos puesto a disposición de las personas ciegas de allí algunos títulos de la literatura clásica que han pasado ya a formar parte del dominio público, en formato sonoro; y lo mismo hemos hecho en la página web de la ONCE, para el disfrute de todo el mundo, publicando dos obras cada día, de lunes a domingo, con motivo de la semana del libro. Queremos compartir nuestra forma de leer.

Somos conscientes de la enorme compañía que puede hacer un libro, cada párrafo, cada palabra nos traslada a un sinfín de escenarios, a mundos imaginarios o experiencias vitales, que son la ventana por la cual, podemos encontrar esos espacios de libertad y de evasión, tan necesarios en el escenario actual. Por ello, para acercarles su lectura también a nuestros mayores, que tienen dificultades para acceder a la tecnología y que ahora están más solos, vamos a arbitrar alguna fórmula para ayudarles a que se puedan sentir un poco más acompañados porque, qué mejor compañía hay que la de un buen libro...

En definitiva, apostamos por la lectura de manera decidida y reivindicamos una mayor accesibilidad a los libros, y mucho más si son de texto o forman parte de plataformas educativas. Para que cada vez más personas se sientan libres en la posibilidad de un acúmulo infinito de cultura, y acompañadas por todas esas maravillosas aventuras y sensaciones que aporta la lectura.

Sintámonos más libres practicando la lectura, pudiendo volar con alas hechas de palabras hacia mágicos universos. Y hagámoslo también ahora, más que nunca y sin salir de casa; porque yo me quedo en casa, pero, ¡mejor si me acompaña un LIBRO!

Equipo del Servicio Bibliográfico de la ONCE 

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Categorias: Cultura

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Acerca de la ONCE

El compromiso de la ONCE es hacer realidad las ilusiones de miles de personas con discapacidad y de sus familias. Y todo ello (educación, empleo, accesibilidad, nuevas tecnologías, ocio, deporte...) lo logramos gracias a la solidaridad de la sociedad española que, día a día, año tras año, confía en nosotros, acercándose a los vendedores de la Organización y al resto de establecimientos autorizados para la venta de nuestros productos, conocedores de nuestra labor, sabiendo que, si nos necesita, en la ONCE y su Fundación, estaremos a su lado.

Y todo ello lo hacemos con la garantía de ser la única marca en España con el sello de Juego Responsable, con las certificaciones nacionales e internacionales más severas, y que sólo la ONCE ha alcanzado en el ámbito del juego, un aval más de la integridad de nuestra gestión.

Para más información: www.once.es