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Estamos en plena Semana Santa y muchos tenemos la emoción a flor de piel. Pasión, fervor... son fechas que muchas personas vivimos con intensidad. Si de algo es característica la Semana Santa es de lo visual que es, apreciar los detalles de las imágenes, los tronos, los mantos de las vírgenes... hay tantos detalles.

Hay quien puede pensar que las personas ciegas no podemos disfrutar de ellos pero, siempre hay un modo y los sentidos pueden ir más allá. Desde el año 2017, desde la ONCE en Aragón y de la mano de la Asociación de Estudios para la Semana Santa, podemos sentir y tocar la Semana Santa de otro modo. Una colaboración que es posible gracias a la magnífica disposición de Ricardo Navarro, el presidente de la Asociación que, cada año, nos sorprende más. Este año volvíamos a descubrir con nuestros dedos unas de las imágenes de la Semana Santa zaragozana: la talla e imagen titular del “Cristo del Amor Fraterno”, de la “Cofradía de la Institución de la Sagrada Eucaristía”.

Éramos un grupo numeroso y el día comenzó en la parroquia del Perpetuo Socorro de Zaragoza, donde nos recibió el Hermano Mayor de la cofradía. Él nos explicó con todo detalle la historia de la cofradía y de la imagen que íbamos a ver; fue una descripción tan minuciosa y detallada que algunos ya nos podíamos hacer una idea de lo que estábamos a punto de tocar y descubrir con nuestras manos.

Imágenes de la actividad. Una foto se ve a una persona tocando el trono del paso. Las otras dos, personas tocando los detalles del "Cristo del Amor Fraterno”, de la “Cofradía de la Institución de la Sagrada Eucaristía”En concreto, la imagen del “Cristo del Amor Fraterno” es un Cristo sentado, en actitud de iniciar la bendición con su mano derecha y con la izquierda sujetando un trozo de pan, es decir la Consagración o institución de la Sagrada Eucaristía. El Hermano Mayor nos explicó que es una obra del escultor murciano Antonio Labaña, de la escuela de Salzillo, tallada en 1991 y restaurada, por el mismo escultor, en 2001 pasando a ser una imagen para vestir.

Posteriormente, uno de los cofrades, junto a una técnico de nuestra territorial de la ONCE, hicieron un recorrido de la figura con descripciones que ayudaron a las personas que palpaban a reconocer todos los detalles más destacados. Unos se detenían en la suavidad de la cara; a otros les llamó la atención el recorrido por el pelo o la túnica de lana bajo una camisa de algodón y la capelina de terciopelo; la musculatura y la tensión de las piernas o las manos también llamaron la atención de los participantes... Pudimos incluso recordar las imágenes de otros años y comparar la dulzura de este “Cristo de la Fraternidad” con las tallas de otras ocasiones en las que se reflejaba la Pasión con las heridas o marcadas gotas de sangre. Sin duda, se podían notar los contrastes y lo que intentaban transmitir entre unas y otras.

Posteriormente, pasaríamos a conocer el Paso de la Santa Cena, de estilo barroco, siendo el primero en ser llevado a costal en la Semana Santa zaragozana, con un peso en torno a los 1000 kilos. Aunque no pudimos tocarlo, ya que estaba a casi 2 metros de altura, sí pudimos ver los elementos de protección que lleva un costalero. Sin duda, una experiencia totalmente inmersiva.

La visita fue corta pero muy ilustrativa, y más, con la Semana Santa a la vuelta de la esquina. Además, de esta forma, ponemos todos nuestros sentidos cuando salimos a ver las procesiones y recordamos con cariño esos momentos. Cuando sabemos que las imágenes que hemos tocado están pasando por delante de nosotros, las sensaciones, sin duda, son indescriptibles pero, el ambiente, el olor, la música, los aplausos de la gente y, gracias a este tipo de experiencias que nos permiten crean una imagen con nuestros dedos, nos hacen vivir con mucha intensidad la Semana Santa zaragozana.

Raquel Pérez Valcárcel
Delegada de la ONCE Aragón

Categorias: Accesibilidad Cultura

Hace apenas un mes se marcó el cierre de la Tercera Edición del Reto Interno ONCE Innova 2023, un evento que concluyó meses de arduo trabajo y desarrollo de propuestas innovadoras presentadas por afiliados y empleados de la ONCE. En esta edición se presentaron más de 270 propuestas a las categorías de mejora de la calidad de vida de las personas ciegas; trasnformación y mejora del puesto de trabajo; y creación de nuevos productos y servicios de la ONCE, y como cabía esperar, esta edición no decepcionó, ofreciendo sorpresas y novedades emocionantes.

 

La jornada fue reveladora, permitiéndonos presenciar de primera mano el espíritu innovador de la ONCE. Durante el evento, los asistentes tuvieron la posibilidad de explorar los stands que presentaban los proyectos finalistas de esta edición, junto con prototipos de soluciones ganadoras anteriores, como la cerradura inteligente de Quiosco sin llave y la App de Conectando Caminos. Además, se exhibieron algunos de los proyectos más recientes desarrollados por el Centro de Tiflotecnología e Innovación y el Servicio Bibliográfico de la ONCE.

 

Una de las charlas de la gala final del reto ONCE Innova

Durante el evento también se llevaron a cabo dos charlas sobre innovación inclusiva en la que contamos con la participación de referentes en innovación de la ONCE y de organizaciones externas y en las que se puso de manifiesto la necesidad de trabajar de forma colaborativa entre los distintos actores e impulsar la innovación inclusiva y generar nuevas oportunidades. Las sesiones estuvieron moderadas por Jorge Íniguez, director general adjunto de Organización, Talento e Innovación. La primera mesa, dedicada al ecosistema y alianzas para la innovación participaron Imelda Fernández (vicepresidenta de la ONCE), Ana Dubois (Ashoka), Casimiro Juanes (IE University), Jesús Hernández (Fundación ONCE) y Julián Andújar (Fundación Tecsos). Y en la segunda, que estaba dedicada a la evolución de la innovación en la ONCE y cómo las necesidades de innovación pueden convertirse en oportunidades de negocio, debatieron Patricia Sanz (vicepresidenta de la ONCE), Marcos Saavedra (DesignThinking.gal), Belén Jiménez (Asesoría de Juego), Javier Merino (Dirección de Sistemas) y Carmen Millán (Centro de Tiflotecnología e Innovación).

 

Tras ello, por fin se daba paso a la gran final, que fue el culmen de un gran trabajo previo. Durante los meses de junio y julio se llevó a cabo un proceso de evaluación transversal y minucioso, fruto del cual se seleccionaron las 9 propuestas finalistas que se presentaban en la jornada del 27 de octubre. Cabe destacar que en esta edición algunas de las propuestas finalistas fueron el resultado de la unión de equipos que presentaron proyectos con temáticas relacionadas. Una evolución de este programa de innovación que supuso un gran reto de coordinación pero enriqueció más aún el ejercicio, aportando disintas perspectivas a una misma temática.

 

Mesa expositora de la Gala Final del Reto Interno ONCE InnovaEntre las finalistas, había soluciones para generar conciencia sobre discapacidad visual a través del uso de nuevas tecnologías como la realidad virtual, un expositor para agentes de ventas, una comunidad de Inteligencia Artificial o un juego de mesa orientado a concienciar sobre la inclusión de forma pedagógica... Una diversidad de propuestas que abordaban temas de acceso al entretenimiento, mejora del proceso de orientación profesionales a  jóvenes con discapacidad visual o la mejora de la comunicación con nuestros afiliados, entre otros temas. Puedes conocerlas todas en la Web del Reto Interno ONCE Innova 2023.

 

¡Y llegó el momento! Los equipos finalistas tuvieron tres minutos para presentar sus propuestas para la deliberación por parte del jurado. Durante las presentaciones se puso de manifiesto el gran trabajo hecho por los equipos y mentores del Reto, que trabajaron conjuntamente durante semanas en la conceptualización, desarrollo y protipado de las propuestas. Además, el público disfrutó de una visita inesperada en forma de avatar durante la presentación del proyecto AICON sobre inteligencia artificial. Tras las presentaciones, el jurado del Reto, compuesto por el Comité ONCE Innova, tuvo la difícil tarea de seleccionar a los ganadores de esta edición.

 

En la categoría de mejora de la calidad de vida, ONCE Game Club fue la solución ganadora. AICON se llevó el premio en la categoría de mejora del puesto de trabajo, y se otorgó un reconocimiento especial al proyecto expositor de ventas para vendedores ambulantes. En la categoría de creación de nuevos productos y servicios, la propuesta ganadora fue Visión inclusiva: creando conciencia a través de la experiencia. Las soluciones ganadoras del reto tendrán la oportunidad de ser implantadas como pilotos de innovación en la ONCE y todas las soluciones presentadas a esta edición contribuirán al estudio de necesidades de innovación de la ONCE, a las que buscamos dar respuesta también de forma colaborativa con nuestro ecosistema de empresas, startups y resto de aliados estratégicos para la innovación.

 

Y así finalizaba otro año más, poniendo una vez más de manifiesto que el Reto Interno ONCE Innova demuestra el compromiso continuo de la ONCE con la innovación, al fomentar espacios para la presentación e implementación de propuestas que mejoren la vida de las personas con ceguera o contribuyan a mejorar el entorno laboral en la organización. ¿Quieres formar parte de nuestro ecosistema o tienes una solución que pueda aportar a mejorar la vida de las personas ciegas o mejorar los procesos y servicios de la ONCE? No dudes en contactarnos en nuestro formulario ecosistema de innovación inclusiva ONCE. ¡También puedes escribirnos al buzón onceinnova@once.es

 

Ana Ortega 
Unidad de Innovación en ONCE

Categorias: Tiflotecnología Accesibilidad Investigación

Cuando hablamos con lectores o con personas usuarias de bibliotecas, rara vez imaginan que exista una biblioteca como la nuestra. Una biblioteca digital de acceso para personas ciegas. El formato BRA, el Daisy... son palabras que no les dicen nada y producen sorpresa y curiosidad. Y les sorprende más aún cuando contamos que tenemos casi 80 mil obras incorporadas…y subiendo.

 

Pero también produce sorpresa cuando contamos que, aun produciendo miles de obras cada año, hasta hace muy poco apenas teníamos obras en lenguas extranjeras. O que no podíamos compartir esas obras que producimos con considerable esfuerzo técnico y económico con otras personas de países terceros, que no podían acceder, debido a ese esfuerzo que requiere la adaptación para personas ciegas, a la lectura del mismo modo que se hace en España.

 

Para paliar esa necesidad, hace diez años se desarrolló el Tratado de Marrakech, siendo ratificado por la Unión Europea hace cinco, tras implementar las excepciones legales correspondientes para garantizar los derechos de autor. Desde hace cuatro, las personas con ceguera o deficiencia visual grave afiliadas a la ONCE, ya pueden beneficiarse también de este intercambio, del mismo modo que las personas con discapacidad visual de otros países pueden leer las obras adaptadas que la ONCE produce.

 

Muchas cosas han pasado en estos cuatro años. Al principio, tras mucho correr, para tenerlo todo preparado legal y técnicamente, nos dimos cuenta de que, en este sentido, prácticamente ningún país estaba listo, y muchos siguen sin estarlo. También nos dimos cuenta de que los formatos y los tipos de archivos que utilizaban en otros países no eran los mismos que utilizábamos nosotros, así que, aunque podíamos compartir los libros, no podíamos leerlos.

 

Captura de pantalla de la página del Tratado de MarrakechNo obstante ahora, una vez superadas estas dificultades, más del 80% de los libros en lengua extranjera que se descargan de la Biblioteca Digital, son libros recibidos al amparo del Tratado de Marrakech. El primer libro que compartimos fue “Lirio rojo” de Nora Roberts, que fue enviado a la Federación Braille del Uruguay. Desde entonces hemos enviado algo más de 3.000 libros a 30 entidades diferentes de 24 países de todos los rincones del mundo. Los últimos que se han incorporado a esta lista son Eslovaquia, Croacia y Bulgaria. Y ya hemos enviado libros a todos los continentes .

 

Como ya hemos visto, el destino de nuestras obras es muy diverso. De esas 3.000 obras que hemos enviado, cerca de la mitad han ido a Estados Unidos y un tercio a Argentina. ¿Y cuál fue el primer libro que recibimos? “September”, de Rosamunde Pilcher, enviado desde EEUU, pero resulta que el formato no era compatible así que el primero que subió a la Biblioteca Digital fue “Northanger Abbey” de Jane Austen, que nos lo enviaron desde Australia. Desde entonces, hemos subido a la Biblioteca de la ONCE más de 450 obras procedentes de 17 países, con la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos a la cabeza de los envíos.

Si quieres hacer alguna consulta o saber la disponibilidad de algún libro editado en otro país o en otro idioma extranjero, puedes contactar con la Oficina de Marrakech del Servicio Bibliográfico de la ONCE en el correo marrakech.sbo@once.es o en el teléfono 915894255.

Alejandro Santiago 
Técnico del Dpto. de Atención al Usuario, Calidad e Infraestructuras
Servicio Bibliográfico de la ONCE

Categorias: Internacional Accesibilidad Cultura

La riqueza de Potosí -ciudad del suroeste de Bolivia- es tan legendaria que, a la palabra que la designa, le ha valido para trascender de mero topónimo hasta aparecer en el Diccionario de la Lengua Española con voz propia, equivalente a “riqueza extraordinaria”. De ahí la expresión “valer un potosí”, que quizá usted le haya dedicado a alguien o haya escuchado en alguna ocasión.  La causa de esta opulencia se erige, robusta y evidente, en el horizonte de Potosí: la montaña perteneciente a la Cordillera de los Andes y que se eleva 4.800 metros sobre el nivel del mar llamada Cerro Rico (nótese que no se abandona el campo semántico de la abundancia). Su color rojizo revela la gran variedad de metales preciosos que se han arrancado de sus entrañas desde hace siglos. De hecho, se calcula que el 80% de la plata mundial ha salido de Potosí. Y sigue saliendo. 

 

Manualidad PotosíPese a que ya han transcurrido 500 años desde que en el siglo XVI los españoles descubrieron que aquella montaña era, literalmente, una mina, hoy en día se continúan descubriendo nuevas vetas. Camiones rebosantes de plata, estaño y zinc salen diariamente de las faldas de la montaña.  Su destino resulta, en términos metafóricos, incierto, pues esa fertilidad de la piedra no se traduce en una rica Potosí, ni siquiera en una rica Bolivia. De hecho, el departamento (división administrativa del país) de Potosí es el más pobre del país, mientras que el Estado Plurinacional es el territorio con el Índice de Desarrollo Humano más bajo del Cono Sur de América. 

 

La causa de este tremendo contraste parece radicar en el bajo porcentaje de regalías (ingresos que se queda el Estado a cambio de la explotación minera) que establece la ley minera: sólo un 3%. El resto de los beneficios van a las cooperativas de mineros, para quienes la seguridad de sus trabajadores y la explotación sostenible de los recursos quedan eclipsados por el brillo de la plata que día a día recogen. Así, los estudios geológicos brillan por su ausencia y las detonaciones casi sin control en busca de la próxima veta son práctica habitual. Esto está cambiando incluso la fisionomía de la propia montaña, que ha sufrido ya varios derrumbes y se está hundiendo a razón de 0,3 milímetros por segundo, según un estudio del Instituto Geográfico Militar.

 

No solo Cerro Rico se muere; con él, decenas y decenas de mineros (al menos 60 personas en 2022, según fuentes oficiosas) pierden la vida en sus ahuecadas paredes. Derrumbes, caídas, accidentes con la dinamita e intoxicaciones por el monóxido de carbono producido por las explosiones son las causas principales de estos percances.   Con tan duras condiciones laborales y ante semejante riesgo, toda ayuda es poca. Por eso, todos los mineros sin excepción mascan hojas de coca -o pijchar, como se dice localmente-. El jugo que extraen de la planta les permite estar alerta, ignorar los rigores del sueño o el hambre y enfrentarse a maratonianas jornadas laborales. Para esto último tienen otro verbo que no hace falta explicar: venticuatrear.

 

Se calcula que unos 20.000 trabajadores suben a Cerro Rico para adentrarse en la mina. Si se consideran a las familias que dependen de ellos y a toda la actividad económica que gira en torno a la mina (de hecho, hay un mercado minero en el que los operarios pueden adquirir todo tipo de herramientas), no es descabellado afirmar que la mitad de los 250.000 habitantes de la ciudad de Potosí dependen, directa o indirectamente, de la montaña. 

 

Alberto, beneficiario del programa ÁgoraLa mina es tan omnipresente en Potosí que también es una causa de discapacidad visual. Las ya mencionadas precarias condiciones de seguridad sin duda conducen a ello. Durante la última visita a Potosí de la Fundación ONCE América Latina (FOAL) en su trabajo de cooperación con las personas ciegas de América Latina, conocemos a Alberto, que perdió la vista en la mina. “Estaba con el taladro y, sin darme cuenta, perforé un cartucho de dinamita que alguien del turno anterior se había dejado olvidado. El cartucho me explotó en la cara y salí despedido hacia arriba”, relata. 

 

Siete años después, Alberto ha cambiado el polvo de la montaña por la harina, y el aire irrespirable de la montaña por el olor a pan recién hecho. Después de su paso formativo por el Programa ÁGORA de inclusión laboral de FOAL, ejecutado en Potosí por la Pastoral Social Cáritas Potosí y cofinanciado por Cáritas Española, Alberto se formó en panadería y pastelería. Ahora está en proceso de abrir su propia panadería.

 

Al llegar a la ciudad, Alberto nos cuenta con emoción este nuevo proyecto vital mientras nos enseña el horno y la amasadora con los que, en el garaje de su casa, da forma a su futuro y al de su familia. Por suerte, llegamos en buen momento para probar su pan recién salido del horno. Estas vetas de harina y levadura no son plata, pero también valen un potosí y garantizan el futuro a otra persona con discapacidad visual. Es sólo uno de los múltiples ejemplos recientes de la labor de FOAL estos últimos 25 años en América Latina. 

 

Carlos Quirós
Técnico de proyectos de cooperación 
en la Fundación ONCE América Latina (FOAL)

Categorias: Internacional Discapacidad Accesibilidad Servicios sociales Educación y empleo

El 27 de junio de 2013, en la ciudad de Marrakech (Marruecos), la Conferencia Diplomática convocada al efecto por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) aprobó el texto definitivo del Tratado de Marrakech para facilitar el acceso a las obras publicadas a las personas ciegas, con discapacidad visual o con otras dificultades para acceder al texto impreso.

Se convirtió así en el primer tratado internacional aprobado por la OMPI que, en lugar de limitarse a defender los derechos de propiedad intelectual de escritores, editores, ilustradores, etc., se comprometía a defender el derecho de las personas ciegas y del resto de posibles beneficiarios a acceder a su lectura en aquel formato que mejor se adecúe a sus necesidades.

Parafraseando al que era el propio director general de la OMPI cuando se aprobó el texto, este es “el primer tratado en defensa de los derechos de los usuarios” (Francis Gurry).

Para su entrada en vigor se exigió que 20 Partes Contratantes ratificaran o se adhirieran al tratado. A pesar de ser un número algo más alto del exigido a otros tratados de la OMPI, estas ratificaciones se consiguieron en el tiempo récord, según los baremos de la OMPI, de tres años y tres meses: el 30 de septiembre de 2016, tres meses después de que Canadá se convirtiera en el vigésimo país en adherirse a él. El primer país en ratificarlo fue la India en junio de 2014. En nuestro caso, España lo hizo el 1 de octubre de 2018 como miembro de la Unión Europea (UE). Sin embargo, en nuestro país no se pudo disfrutar de sus beneficios hasta el 1 de enero de 2019, fecha en la que entró en vigor en toda la UE.

Persona con discapacidad visual leyendo en braille junto a otra leyendo un libro de texto

Este tratado supone principalmente ayudar a minorar la “hambruna de libros” que padecen los aproximadamente 300 millones de personas ciegas o con discapacidad visual en el mundo a través de dos objetivos fundamentales:

- El permiso expreso para producir, en formatos accesibles, cualquier obra publicada sin necesidad del permiso expreso de los poseedores de sus derechos de propiedad intelectual, derecho con el que España ya contaba en su legislación.

- La posibilidad de poder intercambiar estos documentos adaptados entre entidades y usuarios de todos los países que ratifiquen el tratado y lo implementen en sus normas nacionales sobre propiedad intelectual.

Persona escuchando audiolibro y utilizando una línea brailleEl 8 de octubre de ese mismo 2019, la ONCE puso en marcha su servicio de intercambio de obras adaptadas con aquellas entidades que cumplieran los requisitos solicitados, de modo que pudieran incorporarlas a su biblioteca y ofrecérselas a sus usuarios. El servicio que creó la ONCE al efecto permite a entidades debidamente autorizadas a acceder a nuestros fondos de manera telemática y descargarse directamente de nuestra Biblioteca Digital de la ONCE (BDO) aquellos títulos que son de su interés. A punto de llegar a la descarga número 3.000, actualmente servimos directamente a 26 entidades de 17 países.

Siendo la biblioteca accesible en español más extensa y con mayor calidad del mundo, era lógico que empezáramos cuanto antes a ofrecer nuestros fondos a los millones de beneficiarios potenciales interesados en libros en audio o en braille en nuestro idioma. Sin embargo, la ONCE no pretendía convertirse únicamente en el mayor donante de obras de este tipo en español, sino que desde el inicio se sabía del interés de nuestros usuarios por acceder a obras en otros idiomas.

Para facilitar esa labor de intercambio en dos direcciones, la OMPI creó el ABC (Accessible Books Consortium), de donde surgió una plataforma informática que nos ha permitido, a fecha de hoy, incorporar a nuestros fondos 415 obras de 17 países. Si bien la gran mayoría está en inglés o francés, tenemos ahora también títulos en alemán, italiano y portugués.

El ahorro en tiempos y costes que a la ONCE le ha supuesto no tener que producir estos libros en otros idiomas en sus centros de producción, o el que le ha supuesto a la casi treintena de entidades con acceso a nuestra colección, no es comparable al hecho de que, antes de la llegada del Tratado de Marrakech, ni unos ni otros podíamos pensar en la posibilidad de acceder a alguno de esos libros, y menos aún poner bibliotecas enteras, en el nuestro o en otro idioma, a la disposición de los usuarios casi de un día para otro. Las nuevas e ingentes posibilidades que abre este «tratado de derechos humanos», como ha sido calificado en numerosas ocasiones, eran, hasta hace diez años, casi nada, difícilmente imaginables.

Francisco Martínez Calvo
Técnico Superior del Servicio Bibliográfico de la ONCE

Categorias: Accesibilidad Cultura Ocio y cultura

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Acerca de la ONCE

El compromiso de la ONCE es hacer realidad las ilusiones de miles de personas con discapacidad y de sus familias. Y todo ello (educación, empleo, accesibilidad, nuevas tecnologías, ocio, deporte...) lo logramos gracias a la solidaridad de la sociedad española que, día a día, año tras año, confía en nosotros, acercándose a los vendedores de la Organización y al resto de establecimientos autorizados para la venta de nuestros productos, conocedores de nuestra labor, sabiendo que, si nos necesita, en la ONCE y su Fundación, estaremos a su lado.

Y todo ello lo hacemos con la garantía de ser la única marca en España con el sello de Juego Responsable, con las certificaciones nacionales e internacionales más severas, y que sólo la ONCE ha alcanzado en el ámbito del juego, un aval más de la integridad de nuestra gestión.

Para más información: www.once.es