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Entradas con Categorias Deporte paralímpico .

Recuerdo con cariño mi época como judoca. Con 13 años, me propuse sacar lo mejor de mí en el deporte a pesar de la Amaurosis Congénita de Leber que me diagnosticaron de pequeña. Tras entrenamientos y mucho empeño, logré una medalla de oro en un Campeonato de España de Judo Paralímpico, fue un día inolvidable que recordaré con mucho cariño. Desde que empecé a entrenar me di cuenta de todo lo que el deporte nos da y puede dar, porque no son solo los entrenamientos o las competiciones, para mí, fue un aprendizaje de vida y una forma de demostrarme que no había meta que no pudiera alcanzar, como, por ejemplo, convertirme en Fisioterapeuta. Con mi historia quiero mostrar que si nos lo proponemos, podremos conseguirlo.

Este año tuve el privilegio de poder participar en la celebración del Día de la Mujer en la Unidad Terapéutica de Topas, la Cárcel de Salamanca. Ese día fue único, impregnado de esperanza y motivación gracias al poder del deporte. Junto a María Perrino Peña, salmantina y miembro de Junta Directiva de la Federación Española de Boxeo, y Marta García Rincón, deportista también salmantina que compite en halterofilia, nos unimos para compartir nuestras experiencias y transmitir un mensaje de superación a quienes están en proceso de rehabilitación.

La invitación a participar en este evento tan especial, cortesía de Carmen Cabrera Benito, Presidenta de la Asociación Tierno Galván, nos llenó de gratitud y responsabilidad. Sabíamos que estábamos frente a una oportunidad única para impactar vidas, para sembrar esperanza en aquellos corazones que quizás habían perdido la fe en sí mismos.

Durante nuestra charla, destacamos algo que nos unía profundamente: ninguna de nosotras había experimentado discriminación en nuestro camino deportivo. Esto, más que un privilegio, era un testimonio del progreso que se está haciendo en términos de igualdad de género en el deporte. Somos conscientes de que aún hay desafíos por superar, como la conciliación deportiva. Pero seguimos avanzando, pues hace tan solo unos meses se anunciaba la equiparación de oportunidades entre el deporte olímpico y paralímpico.

A unos días de comenzar los Juegos Paralímpicos de París 2024, no puedo evitar recordar ese día, pues vimos como el deporte puede hacer tanto. Nos emocionó profundamente ver cómo nuestras historias resonaban con los presentes en la unidad terapéutica. En sus ojos encontramos la chispa de la esperanza, la certeza de que, sin importar cuán empinada sea la montaña, siempre hay una cima por alcanzar. Nuestros éxitos y nuestras caídas se convirtieron en un espejo en el que cada uno podía reflejarse, encontrando en ellos la fuerza para seguir adelante.

Tatiana Moreiro recibiendo el obsequio hecho a mano. La imagen un dibujo de ella en relieve practicando judo.El clímax del evento llegó con una sorpresa inesperada: los reclusos nos obsequiaron con cuadros hechos a mano, representando nuestras disciplinas deportivas. Aquellas obras de arte no eran simplemente producto de habilidades artísticas, sino la materialización del agradecimiento y la admiración de quienes, desde la distancia, nos apoyaban en nuestro camino.

La celebración del Día de la Mujer en la Unidad Terapéutica de la Cárcel de Salamanca fue mucho más que una conmemoración; fue un recordatorio tangible del poder transformador del deporte y del papel crucial que las mujeres desempeñamos en este ámbito. Nos dimos cuenta de que, gracias al esfuerzo conjunto de instituciones, organizaciones y figuras destacadas del deporte femenino, estamos construyendo un futuro más inclusivo y equitativo para todas las personas, sin importar su género o circunstancias.

Cada palabra compartida, cada abrazo sincero, cada mirada llena de esperanza nos recordó que, juntos, podemos superar cualquier obstáculo. Que el deporte no solo fortalece el cuerpo, sino también el espíritu. Que, en la unión y la solidaridad, encontramos la fuerza para escribir nuevas historias, donde el pasado no define nuestro destino y el presente es solo el inicio de un camino lleno de posibilidades.

Gracias a cada persona que hizo posible este encuentro, a cada corazón que se abrió para recibir nuestras palabras, a cada mano que trabajó para pintar nuestros sueños en lienzo. Que este día sea solo el comienzo de una transformación profunda y duradera, donde el deporte y la igualdad de género se entrelacen para tejer un futuro más brillante para todos.

Tatiana Moreiro Peña
Responsable de Coordinación y Talento de la Escuela Universitaria de Fisioterapia de la ONCE
Exjudoca de la Federación Española de Deportes Para Ciegos

Categorias: Discapacidad Deporte paralímpico Deporte
Hace poco más de una semana que se apagó la llama paralímpica en Tokio. Finalizaban así unos Juegos muy exitosos para el Equipo Paralímpico Español, pero muy diferentes para cualquiera de los deportistas o periodistas que estábamos presentes en el Estadio Olímpico de la capital nipona. 
 
Era uno de los pocos privilegiados que pude acceder a ver la ceremonia de clausura donde desfiló portando la bandera española Marta Fernández, una de las grandes estrellas del Equipo Paralímpico Español al conseguir tres medallas (oro, plata y bronce) en natación. Terminaban así veinte días de emociones: de alegrías y tristezas, de risas y lágrimas, de victorias y derrotas, de calor y frío. Todo con enorme intensidad, como cuando te subes a una montaña rusa. 
 
A la emoción de poder viajar a cubrir el evento más importante del deporte paralímpico a nivel mundial se unía la incertidumbre y el nerviosismo en los días previos a coger el avión hasta Japón. Y es que la pandemia y la situación sanitaria obligaba a realizar tantas gestiones que a uno le acababan entrando dudas de si tenía todo correcto: dos PCR con resultado negativo; certificado de vacunación; plan de actividad diario aprobado con sedes a las que podía acceder; descarga de una aplicación para informar de tu estado de salud; y otra aplicación para informarte de si tienes algún contacto cercano que fuera positivo. 
 
Ah, y lo más importante que casi pasa desapercibido: pasaporte, pre acreditación de los Juegos, dinero (yenes en este caso) y el ordenador con sus adaptadores para poder trabajar. Con todo ello y tras 20 horas de viaje más otras tres en el aeropuerto de Haneda (con test de saliva incluido), logré coger la maleta y,  junto al resto de periodistas españoles que íbamos a informar en Tokio, llegar al hotel (primero en bus y luego en taxi individual) con éxito. 
 
Allí comenzaron tres días de cuarentena en los que sólo podíamos salir 30 minutos para comprar comida o entregar el test de saliva diario, no sin antes apuntar en recepción la hora de salida-llegada y nuestro número de habitación. Un desayuno a base de lechuga y un trozo de salmón bastante plastificado, yogur y fruta en almíbar me esperaba en una caja de cartón todos los días al despertar, algo que no invitaba mucho a abrir el ojo. 
 
Pronto llegó la inauguración de los Juegos. Empezaba lo bueno, aquello que ya había hecho en Turín ´06, Pekín ´08 o Londres ´12 (Río 2016 y Pyeongchang 2018 los cubrí en TVE): desplazarte a ver a nuestros deportistas españoles en todas las disciplinas en las que participaron; coger declaraciones después de la competición y darle a la tecla (creo que el ordenador ha hecho bastantes horas extra). Y como algunas sedes estaban relativamente cerca andando pues tocaba echarse la mochila a la espalda y patear parte de la ciudad, hasta el punto de que la primera semana anduve una media de 19 kilómetros diarios. 
 
Las horas de soledad desayunando y cenando en la habitación se contrarrestaban viendo la capacidad de superación y esfuerzo de cualquiera de nuestros deportistas de élite. Sólo pensar en los 33º C y 85% de humedad que tuvieron que soportar los triatletas bien merecía un madrugón a las 5:30 horas para estar a su lado. Y escuchar el himno de tu país a 10.700 kilómetros de tu casa porque Susana Rodríguez y Sara Loehr habían conseguido la medalla de oro, compensaba la incomodidad de llevar la ropa calada toda la mañana (luego vino la ducha y un refresco con frutos secos para compensar la bajada de tensión). 
 
Así fueron transcurriendo los días entre el judo, el tenis, el fútbol para ciegos, el tenis de mesa, atletismo, basket en silla o natación. Días en los que siempre caía una medalla y se sucedía la rapidez por informar a la sociedad española a través de las redes sociales, la web del Comité Paralímpico Español o la de la ONCE. Los grupos de WhatsApp echaban humo con fotos, videos, sonidos, textos... todos conocíamos la mecánica de trabajo y gracias al buen elenco de profesionales que conformábamos el operativo de información en www.paralimpicos.es logramos hacer una labor exquisita, más bien perfecta. 
 
En mi retina se quedarán la medalla de plata de Sergio Ibáñez en judo, después de una decisión arbitral discutible que le hizo salir llorando del tatami; la medalla de bronce de Alejandro Sánchez Palomero en triatlón (fue el primer deportista paralímpico que conocí en el año 2004); o la medalla de plata de Miriam Martínez, un descubrimiento de persona, por encima de deportista, para mi: todo corazón, sonrisas, cariño y esfuerzo. Con ella me salté un poco el protocolo (llevaba más de catorce días en Tokio) para hacernos una foto tras recibir la medalla y entrevistarla: la ocasión lo merecía. 
 
Tampoco olvidaré los pequeños sinsabores de la selección española de fútbol ciegos que por un gol no alcanzó las semifinales; el combate de Marta Arce en su lucha por la medalla de bronce; o la cara de tristeza de Álvaro Valera tras caer derrotado ante Gran Bretaña en un partido de tenis de mesa más que disputado y que le impidió alcanzar la final junto a su compañero inseparable, Jordi Morales. Al fin y al cabo, esto es deporte, pero elevado a la enésima potencia. 
 
Pero por encima de todo me quedo con la experiencia vivida junto a un grupo de periodistas inigualable (faltaba Almudena que dio positivo dos días antes de viajar a Tokio y a la que eché de menos), sin rivalidades, donde las ganas de ayudar y generar buen rollo estaban muy por delante de todo lo demás. Así da gusto vivir unos Juegos Paralímpicos y disfrutar de esta montaña rusa llena de emociones que espero poder volver a experimentar dentro de tres años en París 2024
 
 
Jaime Mulas Granados
Periodista. Gabinete Prensa ONCE
6 Juegos Paralímpicos en la mochila
Categorias: Deporte paralímpico
Hoy arrancan los Juegos Paralímpicos de Tokio. Para mí supone cumplir una ilusión y hacer realidad las muchas ganas que tenia de verme en Japón. 
 
Fue una sorpresa y algo inesperado que yo pudiera participar, y por eso estoy viviendo cada segundo de forma tan intensa. 
 
Entrenar en Tokio está siendo algo duro porque como hay tanta humedad enseguida rompes a sudar, algo que es bastante tedioso porque tienes que estar todo el día secándote. Sin embargo, me ha llamado la atención que no hace tanto calor en cuanto a temperatura. 
 
Justo ayer hemos podido pisar la pista por primera vez y es increíble porque hay muchísima gente de todos los países, de todos los colores y culturas. 
 
Es “superbonito” ver a tanta gente diferente con discapacidad haciendo lo mismo, comprobando que hay algo único que nos une, que es el deporte. 
 
Entrenar en la pista ha sido un poco locura por la cantidad de gente que hay, y más con mi resto visual. Tenemos que buscar espacios para dos, porque yo voy acompañada de mi guía Jonathan Orozco, y eso a veces es difícil. 
 
Otra de las cosas que me ha llamado la atención son los pisos donde estamos alojados y las camas de cartón que son bastante curiosas aunque, si tengo que destacar algo por encima de lo demás es el comedor: el primer día que entré me quedé alucinada porque parece una nave industrial ya que tiene dos plantas y, al margen de la cantidad de deportistas que nos cruzamos, hay todo tipo de comida. 
 
También hay que destacar la amabilidad de los japoneses porque siempre están con una sonrisa, te saludan incluso en español y son enormemente serviciales. Seguramente va en su cultura pero es muy llamativo cómo nos están tratando. 
 
En el piso donde estoy somos siete deportistas y la verdad es que nos organizamos genial. Tenemos la suerte de llevarnos muy bien, algo que facilita nuestra convivencia, lo que considero que es muy importante porque pasamos muchas horas aquí. 
 
Respecto al ambiente en la Villa todos los que ya han disfrutado de unos Juegos dicen que es diferente por el tema de la pandemia. No nos permiten juntarnos tanto, debemos llevar siempre la mascarilla y hay que tener especial cuidado. En cualquier caso conoces mucha gente y hablas con todo el mundo, lo que hace que se respire un ambiente deportivo precioso.
 
También es verdad que yo estoy aquí gracias a la pandemia, que me permitió tener un añito más de preparación y ser más madura a nivel competitivo, lo que ha permitido que me llegue antes el momento de debutar en unos Juegos Paralímpicos.
 
Ahora pondremos todo nuestro esfuerzo e ilusión en lograr competir al máximo y, con un poco de suerte, alcanzar buenos resultados. Las sensaciones son muy buenas y notamos detrás a toda España y a toda nuestra familia Paralímpica .
 
Atleta Paralímpica de la FEDC

 

Categorias: Deporte paralímpico

Desde los primeros Juegos Paralímpicos de Roma en 1960 hasta la fecha, hemos sido testigos y parte implicada en la importante evolución que ha sufrido el deporte para personas con discapacidad, y en concreto el deporte para personas con discapacidad visual.

Desde la creación en 1980 de la Federación Internacional de Deportes de Ciegos (IBSA), pasando por la creación del Comité Paralímpico Internacional, la celebración de los Juegos de Barcelona ´92 (ejemplo de organización y el punto de inflexión para la visibilidad y el impulso del deporte de discapacidad), la materialización de la Federación Española de Deportes para Ciegos y el Comité Paralímpico Español, se ha generado un entramado de entidades que trabaja activamente para alcanzar nuevas metas y logros en el tándem formado por el deporte de élite y discapacidad, y cuyo objetivo máximo sea conseguir la inclusión total.

Foto retrato de Ángel Luis GómezDel mismo modo destacaría el importante papel que la ONCE desarrolla en el ámbito del deporte de personas con discapacidad visual, favoreciendo y financiando la práctica deportiva desde la base hasta la élite; contando entre sus afiliados y afiliadas con grandes figuras del deporte con destacado palmarés; y contribuyendo de manera importante al incremento del medallero paralímpico español.

En la actualidad la Federación Española de Deportes para Ciegos (FEDC) se ha consolidado como un referente nacional e internacional del deporte practicado por personas con discapacidad visual. Cuenta con un gran número de deportistas de alto nivel entre sus federados, estando presentes de manera destacada en la mayoría de las disciplinas deportivas paralímpicas (atletismo, natación, judo, esquí, goalball y fútbol 5). Y como entidad viva que es, evoluciona, paralelamente, con los avances que se producen en el deporte, afrontando los retos que se presentan, y todo ello sin olvidar la tecnificación y el incremento de la presencia de la mujer en el deporte paralímpico.

La Selección Española con la Copa de Campeones y celebrando su victoria ante una bandera de España.

Gracias a todo esto y con el aumento de visibilidad que nos aportan los medios, hemos conseguido abrir los ojos al mundo para demostrar que el deporte y la discapacidad cuando se unen, impulsan el crecimiento personal, favorecen la inclusión social, provocan un incremento de la autoestima, despiertan el afán de superación... y si a todo esto, le unimos llegar al más alto nivel, no hay mayor satisfacción personal que el reconocimiento nacional e internacional y el orgullo de representar a la gran potencia paralímpica que es España.

Ángel Luis Gómez Blázquez
Presidente de la Federación Española de Deportes para ciegos (FEDC)
Vicepresidente 1º del Comité Paralímpico Español (CPE)

Categorias: Deporte paralímpico

Entre utensilios de cocina y olor a buen café me muevo por la cocina rápido, porque el metro siguiente está a punto de pasar y es al que quiero subirme… (en mi cabeza pienso “A Farala le tocará correr”). Es que no puede ser, me tengo que levantar más temprano, siempre me pasa lo mismo; un buen trago de café y la vida se ve de otro color ¿verdad David? Otro color pienso yo … pues estamos apañados.

El desayuno marca la diferencia en un gran entreno, es lo que nos espera hoy, mañana, pasado y al otro, rápidamente chequeo mi glucemia matinal que me indica que la cena y la noche fueron estupendas, noto cómo Farala me sigue con sus movimientos, estoy seguro de que debe pensar algo así… ‘¡este hombre qué narices hace, no nos iremos ya!’

Rápidamente visto a mi pequeña Cayetana a la moda, claro, vestir a los peques sin ver es una proeza, os lo aseguro. El caso es que, cuando voy por la calle con ella, nos dicen lo guapa que está, eso me dice que “acerté” ese día.

Durante el trayecto hacia el cole, hablamos mucho, blue, red, green repite conmigo Cayetana, así es como aprendemos los colores en inglés, son los colores de mi camiseta Luanvi. ¿Papá, esa camiseta que llevas, para qué es? Papá irá con ella a aquel gran estadio que te dije en el cuento de ayer ¿te acuerdas?

Dejo a Cayetana a la hora prevista…. ‘¡Farala, eres una artista!’ le digo, qué suerte tengo por tener a este ángel  que me custodia. De repente, oigo a la suerte detrás de la esquina, un vendedor de cupones está tentándome, la suerte no cae del cielo, se busca… pero hoy se compra y más en viernes. ¡A por él!, me digo, ‘casi ya no me acuerdo de lo que era venderlos, amigo’ - le digo – ‘ venga, sin rodeos, quiero el gordo’.

Nos dirigimos hacia el metro. En la misma parada toco mi teléfono donde mi amada voz de voice over me anuncia la hora, está a punto de llegar el mío. Tal y como llega el metro, le digo a Farala ‘busca puerta’. Entramos en el metro y Farala busca el asiento para acomodarnos. De repente, una voz me dice:

-¿Cuándo sales hacia Río de Janeiro?

-Ahh, hola – contesto – sí, muy pronto, el día 7 de septiembre comienzan los Juegos Paralímpicos

-He oído que serán tus quintos JJPP

-Así es

- ¿Qué día compites?

- El 12 de septiembre a las 17:30h de Río, serán las 22:30h en España, una buena hora para que lo siga toda la familia, están super emocionados en casa (suena la voz en el vagón anunciando mi parada). Bueno, tengo que dejarle, amigo

- ¡No vuelvas sin medalla!  -me suelta-

- ¡Caray! - digo, sin presión -

Saliendo a la luz de la calle pienso en voz alta… ‘cuánto he recibido durante estos últimos cuatro años: una medalla de Oro en Londres 2012, sostener a mi hija Cayetana en el quirófano convirtiéndome en padre y hacerme así la persona más feliz del mundo, tocar a mi nueva perra guía... Ahora, toca pensar en Río 2016, y ya veremos qué me deparan los próximos 4 años, seguro que muchas sorpresas’

Así entrena David Casinos

 

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El compromiso de la ONCE es hacer realidad las ilusiones de miles de personas con discapacidad y de sus familias. Y todo ello (educación, empleo, accesibilidad, nuevas tecnologías, ocio, deporte...) lo logramos gracias a la solidaridad de la sociedad española que, día a día, año tras año, confía en nosotros, acercándose a los vendedores de la Organización y al resto de establecimientos autorizados para la venta de nuestros productos, conocedores de nuestra labor, sabiendo que, si nos necesita, en la ONCE y su Fundación, estaremos a su lado.

Y todo ello lo hacemos con la garantía de ser la única marca en España con el sello de Juego Responsable, con las certificaciones nacionales e internacionales más severas, y que sólo la ONCE ha alcanzado en el ámbito del juego, un aval más de la integridad de nuestra gestión.

Para más información: www.once.es