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¿Quién me diría a mí que una de mis partituras se transcribiría a braille? Y, sobre todo, qué mi partitura fuera la primera partitura en braille de castañuelas… Me hace muchísima ilusión, no sólo por ser la primera sino por ampliar los horizontes que pueden alcanzar las Castañuelas de Concierto, siendo en este caso accesibles a las personas ciegas. Gracias al Tratado de Marrakech, contribuye con ello, no sólo a su inclusión, sino a la difusión de la cultura e instrumento tan español en cualquier lugar del mundo.
Desde que mi alumna Bárbara Martín, con discapacidad visual, me propuso la idea de ceder una partitura compuesta por mí a la ONCE para que su Servicio Bibliográfico la transcribiera al braille, han pasado más de dos años hasta que por fin se ha podido materializar. En este tiempo me congratulo de haberme acercado a una institución como la ONCE y conocer en profundidad su labor tan encomiable, así como a la Fundación ONCE para la Atención de Personas con Sordoceguera (FOAPS), con la que posteriormente pude colaborar y conocer a fondo su importante tarea en nuestra sociedad. Trabajo que, si uno no tiene cerca a alguien con discapacidad, pasa por alto. Por ello estoy muy agradecida de haber podido ahondar mi conocimiento de dichos organismos.
Cuando compuse la partitura de castañuelas ORCHESTRAL SUITE Nº 2 IN B MINOR, BWV 1067: VII Badinerie de Bach en el año 2014, nunca imaginé el recorrido tan particular que tendría.
Se trata de una composición relativamente sencilla, aunque hay que saber leerla e interpretar sus diferentes partes y componentes para poder tocarla con las castañuelas, porque aunque tiene negras, corcheas, semicorcheas y silencios fácilmente reconocibles, también tiene posticeos y carretillas, toques exclusivos de las castañuelas no tan conocidos por los ajenos a este instrumento. Mi intención al escribirla fue aunar y concentrar en una sola partitura toques y ritmos desde un nivel inicial al nivel elemental, con una música bonita y animada ideal para cursillos intensivos. Me pareció la más adecuada para donar a la ONCE en primera instancia porque abarca un gran espectro de cuestiones rítmicas y técnicas, a la vez que resulta muy motivadora para el estudio y disfrute al tocarla.
Colaboré con FOAPS ofreciendo un concierto llamado “Senti2”, celebrado el 8 de abril de 2024 en el Teatro Marquina de Madrid, a cargo de la Compañía Española de Canto y Palillos, formada por Marta Casas y yo misma. Al final de dicho concierto anunciamos y presentamos la obra transcrita al braille, tocándola para el público asistente.
Se dice que la música es un lenguaje universal. Y es verdad, da igual en la parte del mundo en la que uno se encuentre que la música, sea del tipo que sea, se reconoce, se siente, se disfruta y se interpreta según el estado de ánimo, el entorno y la compañía. Bárbara me comentó que el braille no es igual en todos los idiomas, pero sí lo es cuando de la música se trata, es decir, que si la música es un lenguaje universal, el braille en la música, también. A mí esto me llamó muchísimo la atención porque fue cuando me di cuenta de cómo las personas ciegas leen la música y cuán difícil es para ellas, no sólo componer, sino también aprenderse la obra de memoria, ya que necesitan las manos para leer la partitura y para tocarla. No es como lo hacemos quienes vemos, que simultaneamos la lectura de la partitura mientras la tocamos. Es un proceso mucho más lento, pero no por ello de menor calidad, y si no, que se lo digan a Joaquín Rodrigo, Ray Charles, Ignasi Terrasa (a quien tengo el gusto de conocer personalmente), Steve Wonder o ¡al propio Luis Braille, quien lo diseñó hace ya casi 200 años!
Nunca se sabe, quizás esta partitura sea la primera de muchas por ceder a la ONCE.
Teresa Laiz
Compositora y concertista de castañuelas
El pasado seis de agosto, en la Feria del Libro de A Coruña, se nos presentó una oportunidad única para tender puentes y demostrar que la discapacidad visual no es un obstáculo insalvable, sino una condición que, con las herramientas adecuadas, permite llevar una vida plena y en igualdad de condiciones. Bajo este espíritu, organizamos "La vida del libro braille", un evento pensado para enseñar y sensibilizar sobre la importancia de este sistema de lectoescritura en la vida de las personas con discapacidad visual.
Desde el primer momento supe que este evento no sería una experiencia ordinaria. Como promotora braille en Galicia, he tenido la oportunidad de compartir el valor de este sistema con muchas personas, pero esta ocasión fue particularmente significativa. El taller no solo ilustró la historia y evolución del braille, sino que también buscó despertar en el público una mayor conciencia sobre su relevancia.
Nuestro taller tuvo lugar por la tarde, en un ambiente cargado de curiosidad y expectativa. Asistieron personas de todas las edades, desde niños hasta adultos mayores, todos deseosos de aprender algo nuevo. Para facilitar la comprensión y hacer el taller más didáctico, lo dividimos en dos partes, abordando tanto los aspectos históricos como los prácticos del braille.
En la primera parte, realizamos un viaje en el tiempo, mostrando cómo el libro braille ha evolucionado desde sus humildes orígenes hasta convertirse en una herramienta indispensable para la comunidad con discapacidad visual. Recordamos cómo, en épocas pasadas, leer un libro en braille significaba armarse de paciencia y destreza manual, ya que se utilizaban punzones para escribir punto a punto. También compartimos detalles que sorprendieron a los asistentes, como el hecho de que las personas ciegas cosían las páginas de sus propios libros. Fue emocionante ver las expresiones de asombro al mostrar auténticas reliquias braille, algunas de las cuales aún conservan ese característico olor a historia que solo los libros antiguos poseen.
A medida que avanzábamos, explicamos cómo la tecnología ha revolucionado el acceso al braille, permitiendo la impresión rápida y precisa de textos sin necesidad de los métodos manuales antiguos. Este recorrido histórico sirvió para contextualizar la importancia de las tiflotecas, bibliotecas especializadas que conservan y facilitan el acceso a estos valiosos materiales, los cuales la ONCE facilita a las personas ciegas que pertenecen a la organización.
La segunda parte del taller fue más interactiva. Nos acercamos al braille de manera práctica, explicando en qué consiste, cómo se lee y en qué ámbitos resulta vital para nosotros. Propusimos un juego en el que los asistentes, con los ojos vendados, debían adivinar frases escritas en braille. La experiencia fue reveladora para muchos, quienes comprendieron, aunque solo por un instante, el desafío que representa leer sin ver.
Durante el evento, conté con la valiosa colaboración de Ángel Vázquez, un profesional de la Unidad de Adaptación Documental de la Delegación Territorial de la ONCE en Galicia, así como con la de varias personas ciegas, afiliadas a la ONCE, que participan en el Club Braille de A Coruña. Juntos, logramos crear un espacio de aprendizaje y reflexión, donde las preguntas surgieron de manera natural y el diálogo fue fluido y enriquecedor.
El propósito de esta actividad fue claro: enseñar y sensibilizar. Queríamos que las personas sin discapacidad comprendieran no solo nuestro código de lectoescritura, sino también cómo hemos evolucionado para lograr una mayor inclusión. Queríamos demostrar que la tinta y el braille pueden convivir juntos, y que es esencial que así sea, para construir una sociedad más accesible y justa para todos.
Al finalizar el taller, sentí una profunda satisfacción. No solo porque habíamos cumplido con nuestro objetivo de educar y sensibilizar, sino porque pude ver cómo, en los rostros de los asistentes, se reflejaba una nueva comprensión y respeto hacia el braille y hacia las personas que lo utilizamos.
Corina Alfonso Mañá
Promotora Braille de Galicia
Cuando me pongo a escribir sobre nuestro viaje a Bruselas no sabría por dónde empezar; fueron dos días intensos en los que un grupo de unas 60 personas de la ONCE de muchos rincones de España viajábamos al Parlamento Europeo para mostrar algo que, puede parecer un pequeño detalle, pero para nosotros es un gran cambio, el código QR para hacer unas elecciones accesibles.
Mi viaje, nuestro viaje comenzaba en Asturias, desde donde íbamos un total 5 personas en representación de nuestra delegación. La primera parada fue Madrid, donde tuvimos una jornada en la Oficina del Parlamento Europeo en España. Allí conocimos a los miembros de las demás delegaciones que nos acompañarían en este viaje.
A la mañana siguiente, bien tempranito, pusimos rumbo a Bruselas con parada directa en el Comité Económico y Social, donde, además de tratar temas de mucho interés en una mesa redonda, se abordaron cuestiones como el voto accesible y la Tarjeta Europea de Discapacidad. También nos explicaron el funcionamiento interno y las funciones de cada uno de los órganos representativos en Bruselas, para poder hacernos un pequeño esquema en la cabeza.
Ese mismo día tuvimos la oportunidad de compartir la comida con nuestra paisana Remedios Bordiú Cienfuegos-Jovellanos, la directora de la Oficina Regional de Asturias en Bruselas. Con ella, pudimos tratar aspectos muy interesantes sobre el trabajo que se hace desde Bruselas para el impulso de medidas que beneficien a la discapacidad. También tuvimos ocasión de compartir nuestras inquietudes e intereses, así como hablarle un poco de las últimas acciones que estamos llevando a cabo desde el Grupo Social ONCE en Asturias. Fue un encuentro muy productivo en el que establecimos futuras líneas de colaboración y agendamos encuentros para seguir trabajando juntos.
Tras una intensa jornada de trabajo y viaje nos fuimos a descansar -previo paseo obligado por la Gran Place- pues el día siguiente era crucial, presentábamos el código QR para hacer unas elecciones accesibles para todos y todas. A la mañana siguiente nos desplazamos directamente al Parlamento Europeo; allí, nos llamó la atención un gran cartel que rodeaba la fachada del edificio del parlamento que ponía “#Useyourvote 6-9 June 2024. European Elections”. La verdad es que el motivo nos venía que ni pintado: veníamos a hablar de elecciones accesibles y ¿qué mejor momento para hacerlo?
Primero tuvimos una mesa redonda en una sala espectacular, en forma de semicírculo, donde te podías sentir importante solo por estar allí sentado. Tratamos con los eurodiputados que nos recibieron, de manera muy cercana, para interesarse por cómo ejercer nuestro derecho al voto en intimidad y con autonomía propia. Allí mismo, veríamos a Susana Solís Perez, eurodiputada asturiana que, además, tuvo la amabilidad de tomarse una foto y compartir un ratito con nosotros.
Tras la mesa redonda llegó el plato fuerte; vinieron 15 eurodiputados a compartir este momento con nosotros. A todos nos entregaron un sobre cerrado que indicaba que no lo podíamos abrir hasta que nos lo dijeran y, estaba acompañado por un antifaz. Llego el momento, Barbara Palau, consejera general del Grupo Social ONCE empezó a hablar y nos indicó que nos pusiéramos los antifaces, aunque a alguinos no nos hacía mucha falta, ja ja ja la verdad... Inmediatamente todos los hicimos, eurodiputados incluidos. Ahora, nos proponían un juego... sacar la papeleta amarilla, ¡sin ver! Los murmullos, las preocupaciones y las risas se apoderaron de la sala... elegimos nuestra papeleta y nos indicaron que nos quitáramos el antifaz. Lo cierto es que no hubo mucha sorpresa, casi nadie había sacado la papeleta amarilla, apenas 3 personas... ¡de unos 60!
Ese momento fue muy ilustrativo para los eurodiputados que allí había. Para nosotros, al fin y al cabo, es nuestra realidad. La reivindicación del voto accesible en el Parlamento Europeo supone un gran avance para visibilizar de una de las barreras que actualmente existe para las personas con discapacidad visual, como es el hecho de que no podamos ejercer nuestro derecho al voto con autonomía y privacidad.
Además, la manera en que se hizo permitió que, por un pequeño instante, los eurodiputados se pusieran en nuestro lugar y comprobaran que, lo que para ellos es una tarea sencilla, resulta imposible cuando estás privado de la visión. Espero que, en un futuro próximo, todos los esfuerzos que, como este, se están realizando para sensibilizar en materia de inclusión social, prosperen y lleguemos a tener una Europa más igualitaria y más justa para todas las personas, pero sobre todo para aquellos que lo tienen más difícil.
Tras esta exitosa demostración, nuestro viaje llegaba a su fin, no sin antes pasar por la REPER, Representación Permanente de España en Europa, donde nos recibieron con mucho cariño y pudimos seguir tratando los temas importantes que nos afectan a las personas con discapacidad en Europa.
En definitiva, ha sido un lujo de viaje, tanto a nivel personal como laboral. Ha sido una gran oportunidad de la que me siento muy agradecida.
Aurora de Lera Riesgo
Vocal del Consejo Territorial de la ONCE en Asturias
Personas con sordoceguera. ¿Aprender un nuevo lenguaje?
Si, es posible
¿Os imagináis tener que aprender un nuevo lenguaje para comunicaros? ¿Una nueva forma de dirigirte a los demás? ¿Os imagináis que existiera un sistema por el que podríais comunicaros más rápido y de forma más eficaz? Todas estas preguntas nos las hacíamos muchos de nosotros cuando conocimos Dactyls, un nuevo sistema de comunicación que llegaba como una gran novedad a la hora de comunicarnos con las personas con sordoceguera. Pero seguramente os preguntaréis… ¿qué es esto de Dactyls? Pues bien… os voy a contar como fue mi primera clase:
Miércoles por la tarde: Estamos varias personas en el aula, muchos nervios porque nadie sabe qué es ni cómo funciona este nuevo sistema de comunicación para personas con sordoceguera. Hoy tenemos tres alumnos: dos de ellos son personas sordociegas signantes, es decir, se comunican mediante el uso de la Lengua de Signos Española, dado que tienen un pequeño resto visual; el tercero es una persona sorda. En el aula, además de los asistentes, estábamos la responsable del programa y yo, que soy la mediadora de Fundación ONCE para la atención de personas con sordoceguera (FOAPS). En juego tenemos a la maravillosa comunicación.
Ellos se comunican en Lengua de Signos Española (LSE) y nosotras en la habitual lengua oral. Ahora tenemos que, entre todos, aprender a comunicarnos en otro sistema nuevo cuya base es la lengua oral y que combina signos de la Lengua de Signos con palabras deletreadas en el sistema dactilológico en palma. De ahí su nombre: Dactyls, que es una mezcla de letras del lenguaje dactilológico (Dact) y la Lengua de Signos (ls): Dact + y + LS = DACTYLS. El reto está servido.
Puede parecer complicado, pero, en realidad, este sistema de comunicación es más sencillo de lo que parece. Se basa en una comunicación táctil de carácter mixto, y, al igual que nosotros al principio, pensaréis, ¿mixto? ¿eso que quiere decir? Para que os hagáis una idea, generalmente las personas con sordoceguera se comunican a través del tacto, recibiendo la información en la palma de la mano con la ayuda de un guía intérprete o un mediador, en este caso, yo misma. Este sistema se llama sistema dactilológico, por el que cada letra tiene un signo que se deletrea en la palma de la mano para completar las palabras. Es un sistema un poco lento, y, en cierto modo, por eso llegó Dactyls, que, se puede decir, que fusiona el uso alfabético dactilológico táctil con la lengua oral y la lengua de signos, todo ello apoyado en la mano.
Y bueno, con esta pequeña instrucción, volvemos a nuestra primera experiencia con este sistema: arranca la clase con mucha expectación ¿seré capaz de aprender a comunicarme de otra manera distinta a la que llevo haciendo toda mi vida? ¿Entenderé a través del tacto y en la palma de mi mano lo que otra persona me quiera decir en este nuevo sistema?
Con todas estas inquietudes nos ponemos a enseñar y a aprender el vocabulario de los temas iniciales, los más fáciles, para no agobiarnos, y lo hacemos mediante pequeños juegos: yo te lo enseño a ti, tú al compañero y así va pasando la palabra en dactyls “de mano en mano” hasta que llega al último de la cadena, y el último lanza otra nueva palabra hasta que llega al primero de la anterior ronda; y así, entre dime cómo se ponen los dedos, si la mano gira para la derecha o para la izquierda, que si tú mírame a ver si lo hago bien y el otro lo entiende, vamos enterándonos de cómo pasa la palabra, de si al compañero le cuesta hacerla o le es fácil, de si dime otra vez a ver si la saben los demás, de si me río porque la has hecho al revés, que es con la otra mano, que si esto es muy divertido y no es tan difícil como yo creía, de sí que ya he aprendido a decir: “buenos días, mi nombre es….soy una persona sordociega”, ahí es nada.
Poco a poco, nos fuimos dando cuenta que esta forma de comunicación es mucho más fluida y ágil. La clave está en que, a diferencia del dactilológico, Dactyls es capaz de traducir palabras completas, grupos de palabras y expresiones, permitiendo que la persona con sordoceguera reciba la información lo más simultáneamente posible que se recibe en la lengua oral, vamos, una especie de taquigrafía de comunicación en mano.
Lo más gratificante de esa primera clase fue ver los rostros de cada uno de ellos; era fascinante ver las expresiones de cada uno, observar cómo, conforme íbamos aprendiendo, rompíamos la barrera de los miedos; y la sensación de cogerte la mano para charlar. Una estupenda experiencia de cómo mola aprender DACTYLS.
Juana Álvarez Cotillas
Mediadora de FOAPS
“Nuestros cuentos se tienen que tocar”
La adaptación de los cuentos infantiles para el alumnado ciego
Hoy, con motivo del Día Internacional del libro infantil y juvenil, me reafirmo en el convencimiento de que “Nuestros cuentos se tienen que tocar” … es la frase que más utilizo cuando hacemos alguna exposición de los cuentos multiformato, que adaptamos en el Servicio Bibliográfico de la ONCE.
Recuerdo en especial un Día de Sant Jordi en las Ramblas de Barcelona, donde cada año ponemos nuestro stand, en el que vino un grupo de niños de quinto de primaria. Todos se acercaban con las manos entrecruzadas en la espalda y estirando el cuello para poder ver los cuentos, pues les llamaba mucho la atención el colorido y las diferentes texturas que utilizamos. Entonces, yo les pregunté:
- ¿No queréis tocar los cuentos?
Me respondieron:
- No podemos, nuestra profesora nos ha dicho que podemos mirar, pero no tocar.
- Aquí SI, -les dije- es el único stand donde estáis obligados a tocar, así podréis apreciar todos los materiales: suaves, ásperos, fríos...
Les encantó la experiencia, lo primero que hicieron fue cerrar los ojos e investigar las formas y las diferentes texturas. Estaban entusiasmados con esta nueva forma de leer un cuento.
En mi trabajo, en el área de relieves del Servicio Bibliográfico de la ONCE, me dedico sobre todo a la adaptación de cuentos infantiles. Cada obra para mí es un reto; no hay dos iguales; cada una tiene un tono, una personalidad. Cuando cae un cuento en mis manos, lo primero que hago es leerlo 4 ó 5 veces hasta que saco toda la esencia; me fijo en el más mínimo detalle que, seguro, aporta información indispensable para captar el mensaje del autor.
En los cuentos infantiles, como sabéis, tiene tanta importancia el texto como la ilustración, y nosotros tenemos que ser capaces de transmitir todo el contenido adaptando las ilustraciones lo máximo posible para completar el mensaje del texto que transcribimos al sistema braille y en letra con macrotipo, esto es, con letras gigantes para quienes ven poquito.
Una de las obras que me resultó más difícil de adaptar fue “El principito para los más pequeños”, una adaptación infantil de “El principito”, de Antoine de Saint-Exupéry. Esta obra, como todos conoceréis, habla de sentimientos, de estados de ánimo… creo que no hay nada más difícil que intentar plasmar un sentimiento o una característica de un ser humano: dictador, aburrido, guapo, etc… Pero creo que al final lo logramos.
Para conseguir mi objetivo, lo primero que busco son las ilustraciones que podemos plasmar de una forma sencilla; y digo sencilla no tanto por la elaboración, sino porque tenemos que reducir la cantidad de información que transmite cualquier ilustrador y quedarnos con lo más importante y relevante para captar la esencia. Una vez tenemos claro qué queremos adaptar, busco los materiales: utilizamos pieles, madera, telas, plásticos, cintas, lanas, botones, rafia, silicona y, como no, caucho eva (goma EVA). Con este último material en concreto tenemos que ir con mucho cuidado, ya que es muy fácil de trabajar y podemos caer en la trampa de utilizarlo en exceso, perdiendo las texturas de los demás.
Para representar algunas ilustraciones, tenemos algunos materiales que habitualmente salen en todos los cuentos: madera para troncos de árboles; aironfix o fieltro de color verde para las copas de los árboles o césped; PVC de color azul para el agua, tanto del mar con olas como lisa de estanques; el pelo característico de los animales (osos, perros, conejos, caballos) o de su piel: serpientes, elefantes, tortugas, etc.
La imaginación tiene que ser desbordante para llegar a plasmar lo que necesitamos. Por ejemplo, en una ocasión, en el cuento “BUBO”, nos valimos de un neceser transparente para crear una pecera; y en una de las últimas obras de la colección “Mis pequeños héroes”, utilizamos unos botones chinos para hacer los pendientes de Frida Kahlo; o en el cuento “El abuelo Ramón y la ONCE”, en el que, con palos de globos, montamos un bastón con un botón cogido a una goma.
Creo que los cuentos multiformato cumplen una doble función: acercar la lectura a nuestros usuarios al mismo tiempo que muestra a todos los compañeros de clase que el niño con discapacidad visual también puede tener materiales atractivos y que pueden ser compartidos con todos. Además, el hecho de imprimirlos en tinta y braille permite que puedan ser leídos a la vez tanto con los dedos como con los ojos, con lo que cualquier padre puede también leérselos a sus hijos, con independencia de que unos y otros tengan o no una discapacidad visual.
Recientemente, hemos lanzado la colección “Mis pequeños héroes”, que está indicada para los mayores de 8 años. Estos libros tienen como mucho una o dos ilustraciones, pero lo compensamos añadiendo algún elemento de cada uno de los personajes, con la intención de ser más interactivo. Por ejemplo, la lupa y el bigote de Poirot, en el de Agatha Christie; la batuta y las notas musicales, en el de Beethoven; un diario mini, en el de Ana Frank; o un caballete con pincel y pintura, en el de Frida Kahlo…
Pero, como habréis podido observar, este no es el trabajo de una persona sola, es el fruto de un equipo. Quizás yo tenga la primera idea, pero mis compañeros siempre me ayudan a mejorarla. Sin este trabajo común, animoso e ilusionado, hubiera sido imposible alcanzar los resultados obtenidos hasta ahora. El ámbito de la adaptación, además, está en constante evolución, siempre tenemos un reto nuevo; y seguiremos trabajando para que estos cuentos cada día lleguen a más público y sean más atractivos, con la idea principal de potenciar la lectura entre nuestros niños.
Teresa Robles
Técnica de Materiales en Relieve
Servicio Bibliográfico de la ONCE en Barcelona
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El compromiso de la ONCE es hacer realidad las ilusiones de miles de personas con discapacidad y de sus familias. Y todo ello (educación, empleo, accesibilidad, nuevas tecnologías, ocio, deporte...) lo logramos gracias a la solidaridad de la sociedad española que, día a día, año tras año, confía en nosotros, acercándose a los vendedores de la Organización y al resto de establecimientos autorizados para la venta de nuestros productos, conocedores de nuestra labor, sabiendo que, si nos necesita, en la ONCE y su Fundación, estaremos a su lado.
Y todo ello lo hacemos con la garantía de ser la única marca en España con el sello de Juego Responsable, con las certificaciones nacionales e internacionales más severas, y que sólo la ONCE ha alcanzado en el ámbito del juego, un aval más de la integridad de nuestra gestión.
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