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Internet accesible, una necesidad

¿Cómo explicar que algo que se ha convertido en imprescindible para el desarrollo de las actividades cotidianas de la sociedad, de todas las personas, pueda ser a la vez la más útil de las herramientas de las que disponemos y la barrera más difícil de superar? 

¿Cómo entender que podamos ver el tiempo que hará mañana al otro lado del mundo y algunas personas no consigan ver el saldo de su cuenta bancaria?

Cuando Internet se convirtió con rotundidad en la apuesta más clara de difusión de información y servicios, la ONCE no quiso quedarse atrás y, en 1996, registró el dominio once.es y salió a internet con www.once.es para dar a conocer a todos el mundo de los servicios sociales para personas ciegas y con otra discapacidad que nace, principalmente, de la gestión del juego responsable.

Internet empezó a crecer y crecer, y las empresas ofrecían sus productos y servicios a través de un medio al que se podía acceder desde casa o desde los lugares de trabajo, interconectando millones de posibles vendedores y compradores. Al mismo tiempo nacían los foros, los chats, las listas de difusión y su evolución hacia lo que hoy conocemos como ‘redes sociales’.

Pero Internet se olvidó de aquellos que no podían ver la pantalla,  manejar un ratón, u oír lo que decían los vídeos o archivos de sonido; en definitiva, de todos aquellos que, por sus condiciones personales, no tenían las habilidades físicas o intelectuales para utilizar determinada tecnología.

También se olvidó de aquellos con mayores dificultades para desplazarse a un centro comercial o de los que tenían problemas de comunicación oral, todos cayeron en una profunda "brecha digital".

Esta discriminación se puso de manifiesto, aunque tardíamente, en 1994. El propio creador de Internet,  Tim Berners-Lee, fundó el World Wide Web Consortium (W3C) en el Massachusetts Institute of Technology (MIT) para hacer los sitios lo más accesibles posible. Los desarrolladores de contenidos disponen así de las técnicas más adecuadas en las distintas tecnologías que van surgiendo en esta red, y se establece que los sitios web cumplan unos estándares obligatorios que impidan que cada vez sean menos quienes se vean abocados a esa brecha.

Afortunadamente, la ONCE sigue desde siempre las recomendaciones del W3C y las personas ciegas pueden descargar libros digitales a través de internet, buscar información interna de la propia organización, y sus trabajadores pueden hacer gestiones laborales a través del portal del empleado.

Aunque es justo reconocer que hemos avanzado bastante, aún queda mucho por hacer. La accesibilidad a los contenidos no está todavía en la conciencia de todos, y seguimos teniendo que depender demasiadas veces de que alguien sin problemas sensoriales nos ayude a buscar una información o a comprar algo a través de internet.

Internet sigue creciendo, y normalizar que nos incluya a todos haría más humana esta red virtual.

Con motivo del Día de Internet la ONCE ha lanzado un mensaje en esta línea, volviendo a incidir en la contradicción que vivimos: todo el mundo tiene móvil y casi todos utilizan aplicaciones para hacer la vida más fácil, pero la mayoría de ellas no son accesibles para las personas con discapacidad.

Y es posible. Las páginas web de la ONCE y su Fundación lo demuestran cada día. Sí se puede y así lo han reconocido recientemente con motivo del Día de Internet a varias organizaciones –entre ellas a la ONCE- que han considerado vital informar a todos y permitir que todos puedan beneficiarse de sus productos y servicios.

En enero se cumplirán 207 años desde el nacimiento de Louis Braille, que con su lenguaje de lectoescritura abrió a los ciegos las puertas del conocimiento. No las cerremos ahora, que lo tenemos además mucho más fácil.

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Contenido - Acerca de la ONCE

Acerca de la ONCE

El compromiso de la ONCE es hacer realidad las ilusiones de miles de personas con discapacidad y de sus familias. Y todo ello (educación, empleo, accesibilidad, nuevas tecnologías, ocio, deporte...) lo logramos gracias a la solidaridad de la sociedad española que, día a día, año tras año, confía en nosotros, acercándose a los vendedores de la Organización y al resto de establecimientos autorizados para la venta de nuestros productos, conocedores de nuestra labor, sabiendo que, si nos necesita, en la ONCE y su Fundación, estaremos a su lado.

Y todo ello lo hacemos con la garantía de ser la única marca en España con el sello de Juego Responsable, con las certificaciones nacionales e internacionales más severas, y que sólo la ONCE ha alcanzado en el ámbito del juego, un aval más de la integridad de nuestra gestión.

Para más información: www.once.es