El valor de Honey
12 / abril / 2017

A veces no nos damos cuenta de muchas cosas que vivimos a diario. Digo esto porque a todos nos pasa que, muchas veces, no estamos conformes con lo que tenemos.Y pensamos también, con cierta envidia, en lo que tienen otros. Y sin embargo, estoy convencido de que valoramos las cosas que tenemos.

Ayer me recorrí con Honey medio Madrid de punta a punta. Y, al llegar a casa en el metro, me di cuenta de que, gracias a Honey, podía hacer todas esas cosas. De lo contrario, sería imposible. Las podría hacer igualmente con bastón, pero tardaría mucho más y sería mucho más complicado. Con la ayuda de mi perro, puedo coger varios autobuses e ir de un lado a otro de Madrid; la verdad es que estoy muy agradecido a Honey.

Es magnífico tener una ayuda así para una persona con discapacidad visual, como es mi caso, gracias a un perro, a un ser vivo de cuatro patas con el que puedo moverme libremente, casi sin pedir ayuda a nadie. ¡Es fantástico!

El pobre Honey llegó a casa destrozado y cansado porque, sobre todo, a un perro guía le estresa mucho guiar, pero lo hizo fenomenal y estoy muy agradecido. Llegamos y se tumbó en su colchoneta y no movía una pata; casi no quería ni bajar al parque, que es lo que más le gusta.

Y todo esto a cambio de nada... de unas palmaditas de agradecimiento y el gran cariño que mi familia le profesa.

Por eso reflexionaba que tenemos que dar muchas gracias por vivir en este país, del que tanto nos quejamos; por poder tener un perro guía que me hace la vida más fácil. Seguro que todos tenéis muchas cosas que agradecer. Yo por estos perros guía y muchas otras cosas de las que nos damos cuenta con sólo pararnos a pensar un instante.

Así que, no te preocupes Honey, que hoy tendremos un día más tranquilo...

25 Aniversario de la Fundación ONCE del Perro Guía (FOPG)

 

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