Unidos contra la Soledad No Deseada

17 / enero / 2025
Una persona mayor con discapacidad visual leyendo con una mujer

La soledad no deseada es ya hoy una realidad que afecta a miles de personas en nuestro país, muchas de ellas personas con discapacidad. Además, se ha convertido una de las mayores problemáticas sociales que no solo afecta a los más mayores sino a los niños y jóvenes. Este fenómeno limita gravemente la participación en la vida social y genera consecuencias negativas en el bienestar físico y emocional. Además de los efectos individuales que, obviamente son los más graves, la soledad no deseada también genera elevados costes sociales y de salud pública, lo que subraya la necesidad de abordarla de manera estructural y coordinada.

 

Desde el Grupo Social ONCE adoptamos un rol activo para plantarle cara y combatirla como una cuestión social que requiere una atención integral y comprometida. Todos a una trabajamos impulsando iniciativas que nos permitan abordarla pues, la soledad no deseada nos afecta a todos.

Estar al lado de las personas ha sido de siempre una de nuestras prioridades, siempre pendientes de que quienes viven precisamente situaciones de mayor dificultad, encuentren una cadena a la que engancharse, una cadena que en la ONCE llamamos ilusión. Porque cuando se tiene ilusión -definida por el gran Eduardo Punset como el camino que se recorre para lograr algo-, y cuando esa ilusión se renueva constantemente podemos decir que la soledad no deseada queda casi anulada. Pero claro, como en todos los órdenes de la vida, esa ilusión se cultiva, se cuida, se impulsa y, sobre todo, se trabaja.  En ello estamos.

La ciudadanía española tiene suerte: más de 20.500 personas tejen en las calles, plazas y rincones de los pueblos españoles una red de compañerismo, capaz de compartir un minuto, una charla, una confidencia, a veces simplemente un saludo, una pregunta o un guiño. Son los vendedores y vendedoras de la ONCE, cariñosamente llamados centinelas de la ilusión porque son más de lo que representan, más de unos comerciales al uso: se convierten en muchas ocasiones en verdaderos psicólogos callejeros, siempre dispuestos, siempre abiertos a compartir y acompañar.

Las personas que formamos el Grupo Social ONCE somos parte de la sociedad y, por eso, abrimos e impulsamos debates sobre cuestiones sociales de calado, como hemos hecho históricamente: ahora consideramos que la soledad no deseada es una de ellas y ponemos todo nuestro empeño en reflexionar y actuar: hemos creado un Observatorio para poner los datos sobre la mesa, un 20% de la ciudadanía se ha sentido sola en algún momento; el dato se eleva hasta un terrible 69% en el caso de nuestros jóvenes; y es aún más grave en situaciones de discapacidad u otras de riesgo de exclusión.

De ahí nuestras múltiples iniciativas con un doble objetivo: primero, ayudar a muchas personas, con y sin discapacidad; luego, movilizar a la ciudadanía y a las instituciones hacia un pacto social contra la soledad que se nos antoja necesario y urgente. Por eso trabajamos con un Concurso Escolar para que 150.000 escolares nos den sus ideas sobre la soledad no deseada, que también está en las aulas; contamos con programas que ayudan a personas mayores ciegas con mayor riesgo de soledad en todos los rincones de España; nuestra línea empresarial Ilunion VidaSénior innova cada día y arrastra al sector hacia nuevas iniciativas muy cercanas e inclusivas; y mantenemos siempre abiertos los ojos para detectar y prevenir. No se trata ya de intervenir cuando puede que sea demasiado tarde: necesitamos impulsar lazos sociales que incluyan a todos y a todas, lazos interpersonales que consigan que nadie llegue a una situación de soledad extrema.

Desde Grupo Social ONCE plantamos cara y queremos contagiar nuestra ilusión, una ilusión que trabaja para romper soledades.

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